Noticias Octubre

Compartir	Tweet

14 de octubre de 2010
El suelo de México
en manos de un eafitense

• La historia de un ingeniero civil de EAFIT en el país azteca se suma a la antesala de Alcampus, el encuentro de egresados del sábado 23 de octubre.

• Eduardo Botero trabaja en la Unam y participa en grandes obras de infraestructura de este país. Acaba de ganar un premio como investigador.

Cuando tiembla en México, tiembla también la vida de Eduardo Botero Jaramillo, un egresado de Ingeniería Civil de la Universidad EAFIT que desde hace 14 años llegó a este país centroamericano para perfeccionar sus estudios en su campo, pero las oportunidades que le presentó la vida lo tienen hoy como investigador del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).

En principio, planeó su viaje en 1996 para realizar su maestría, sin embargo, luego decidió realizar el doctorado. Al terminarlo en 2004 se vinculó como asesor de este Instituto y la decisión de quedarse fue un hecho tras estrechar su nexo con esta institución como investigador del área de ingeniería sísmica y geotecnia.

“En todo lo que tiene que ver con terremotos y suelos ahí estoy yo. Mi desempeño está enfocado a la dinámica de suelos, a la ingeniería sísmica, al diseño sísmico de grandes empresas”, afirma Botero Jaramillo.

Este eafitense no se equivoca cuando cuenta sobre las dimensiones que tiene su labor para el país mexicano. Los proyectos que ha emprendido, en conjunto con sus compañeros del Instituto, muchos de ellos a su cargo, tienen que ver con avances ingenieriles de alto nivel de desarrollo.

“Tener una ingeniería en México es importante. Me llamaba la atención el país y participar en las obras que se trabajan aquí. Desde que estaba en EAFIT me hablaban de los terremotos y de las situaciones tan adversas que sucedían acá y que hacían que la ingeniería de esta nación fuera bastante llamativa y retadora para mí”, comenta convencido de su decisión.

En este momento, por ejemplo, realizan el análisis sísmico a la presa de una compañía minera al norte de México que será levantada 20 metros más. Esta presa de jales (materiales de residuos mineros), será la segunda más alta del mundo.

Otros proyectos de gran envergadura para el país en los que está involucrado el egresado, tienen que ver con la construcción de un manual sobre diseño y construcción de presas de almacenamiento de agua para una empresa similar a EPM en Medellín; el análisis sísmico de los tramos elevados de la nueva línea del metro de México; y para el otro año se perfila el proyecto del nuevo aeropuerto de la ciudad de México, en el que también realizarán análisis sísmicos.

“Son proyectos de infraestructura muy desarrollados y de un nivel de ingeniería que solo se trabaja en el Instituto. Hay personal muy capacitado para realizar ese tipo de investigaciones que son, además, muy reconocidas en el mundo por la calidad que tienen”, apunta.

Aunque hace rato no llegan eafitenses a la Unam, en el equipo de trabajo hay, además de mexicanos, una buena cuota de colombianos, ecuatorianos y peruanos, todos ingenieros civiles con maestría y doctorado que han seguido con la investigación en el Instituto para perpetuar esta línea.

Esto no es más que la evidencia de que los extranjeros son bien recibidos en este país. Eduardo asegura que en México tienen una excelente imagen de Colombia y reconocen a estos nacionales como personas muy capaces, muy trabajadoras y de mucho empeño. “Se aprende estando aquí que todos hacemos las cosas para una buena imagen de Colombia y eso es algo que lo saben los mexicanos”.

Un reconocimiento muy merecido
Los logros de Eduardo y sus conocimientos han alcanzado méritos aún mayores. Hace poco recibió la notificación como ganador del premio Manuel González Flores, que entrega cada dos años la Sociedad Mexicana de Ingeniería Geotécnica a personas menores de 40 años que se destacan en investigación, práctica profesional y docencia.

Este premio, en palabras del propio Eduardo, es muy apetecido por los profesionales de ingeniería y es la primera vez que un extranjero lo recibe, mérito que le da mucha más importancia a su trayectoria. 

“Fue muy gratificante. Me postulé por sugerencia de un investigador emérito de la Unam y resulté ganador. Ahora el 11 de noviembre debo ir a recibirlo en ceremonia oficial que se realizará en Acapulco”.

Y no es para menos, Eduardo está seguro de su formación desde el pregrado hasta el doctorado. Para él, en la aplicación que le da a sus conocimientos, ha sido fundamental su formación y en eso recuerda a EAFIT como la Universidad que le permitió abrirse a este mundo.

“Es mucho lo que aprendí en la Institución y siento que quienes llegamos de la Universidad a la UNAM tenemos mejor preparación y una visión mucho más amplia, mucho más fuerte y emprendedora”, aduce el egresado.

Y la cultura mexicana
Aunque hay aspectos de la vida en México que fueron difíciles de manejar en un principio como la forma de hablar y la comida picante, asegura que lo mejor de México es la gente, pues tratan por igual al nacional y al extranjero. “Son personas que a pesar de las dificultades vuelven y se levantan, luchan. Tienen una calidad extraordinaria, muy parecida a la colombiana, son abiertos y amigables”.

Casado con una mexicana hace dos años y a la espera de su primera hija, suele pasar el tiempo libre recorriendo las carreteras de ese país, conociendo pueblos y otras ciudades. Además, como tiene la fortuna de que su esposa trabaja en una aerolínea, sus viajes, muchas veces, son a otros países del mundo. “Lo que nos gusta es conocer”.

Pero sus viajes a Colombia, que realiza dos veces al año en vacaciones, se verán suspendidos hasta mitades de 2011, pues el nacimiento de su hija será en diciembre. “Uno nunca se olvida del país, de la familia, cada vez que uno parte hacia acá es una despedida y eso nunca deja de ser difícil”.

Lo que se quedó de EAFIT
De EAFIT son muchos los aprendizajes que le quedaron a Eduardo, quien considera que parte de esta formación fue la cuota definitiva para conectarse con los estudios superiores en México y para encajar en el grupo de trabajo que hoy conforma.

Además, con voz nostálgica dice que no olvida la forma como EAFIT hace las cosas. “Extraño esa forma de hacer las actividades bien hechas, con eficiencia, con rapidez, esa entrega de los profesores que daban lo mejor de sí mismos”.

Ahora que está la UNAM, la segunda universidad más grande del mundo, donde, según él, nadie se conoce porque es un campus muy grande, recuerda a EAFIT como esa Universidad acogedora, con excelencia académica que siempre está en los mejores proyectos de país.

“Nunca voy a olvidar las clases con Roberto Rochel, eran memorables, su clase la dictaba en 15 minutos que eran suficientes y vivía muy pendiente de todos los alumnos”.

Esa nostalgia la siente más cercana ahora que ha recibido los correos de invitación a Alcampus, el encuentro de egresados de todas las generaciones donde él no podrá estar presente físicamente, pero sí de corazón.

“Un saludo desde México a todos los compañeros de EAFIT, a los egresados que tenemos en nuestras manos el futuro y la buena imagen del país. Es un honor y un orgullo para mí estar participando nuevamente de las actividades de mi alma mater”, concluye.

Llegó el día. Alcampus se realizará el sábado 23 de octubre en la Universidad con actividades académicas, culturales y lúdicas, con las que la Institución quiere celebrar sus 50 años de existencia con aquellos graduados de pregrado o posgrado que pasaron por sus aulas. La jornada se extenderá a lo largo del día.

Toda la información referente a este encuentro puede consultarse en www.eafit.edu.co/alcampus.

Mayores informes
Juan Carlos Luján Sáenz
Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9931
Correo electrónico: jlujans@eafit.edu.co