Según tres docentes de EAFIT ligados con las letras, la distinción es más que merecida y significa que los ojos del mundo vuelvan a mirar la riqueza de las obras que se producen entre el Caribe y la Patagonia.

Su prolífica creación literaria, sumada a los ensayos, a la producción periodística y al análisis de otros escritores, convierten a Mario Vargas Llosa, en opinión de los profesores eafitenses, en un personaje que, -sin desligarse del todo del boom latinoamericano que años atrás consagró, entre otros escritores al colombiano Gabriel García Márquez, -trata de elaborar una nueva narrativa que atrae, no solo a los lectores de su época, sino a jóvenes ávidos de otras propuestas.

En palabras de Alba Clemencia Ardila Jaramillo, coordinadora de la maestría en Hermenéutica Literaria de EAFIT, Vargas Llosa es un excelente escritor, periodista y ensayista. “Como lectora del común y corriente, y como profesora de literatura, celebro su Premio Nobel”, dice.

Así mismo, explica que sus novelas dan cuenta de muchos aspectos que tienen que ver con la situación latinoamericana, pero añade que ésta no se queda en ese trato realista. “Hay innovación, hay propuestas acerca del arte, de la forma de hacer narrativa, es también una nueva manera de novelar la vida y hablar acerca del hombre”.

Ardila Jaramillo indica que en los textos que este escritor publica en los diferentes medios de comunicación, como son El País de Madrid y el suplemento Generación del periódico El Colombiano, está hablando continuamente de temas de actualidad y defendiendo sin miedo una posición al respecto.

¿Se demoró en llegarle la gloria?
En cuanto a la opinión de si la Academia Sueca se demoró en premiar a un hombre de estas características, Alba Clemencia considera que esta entidad no se desliga de asuntos políticos. “Otros escritores latinoamericanos también pudieron ser merecedores de la distinción, como Jorge Luis Borges o Julio Cortázar. El hecho es que Vargas Llosa ha estado muy ligado a la vida política de su país”.

Por su parte, el periodista Carlos Mario Correa Soto, de la Escuela de Ciencias y Humanidades, asevera que es un justo reconocimiento a una trayectoria literaria de toda una vida. “Él escribe desde los 16 años con una producción asombrosa en múltiples géneros. Ha trabajado la novela, el cuento, el ensayo y el periodismo, por lo tanto es un autor muy completo”.

Dice que la suya es una literatura que aborda lo esencial del ser humano y sus preocupaciones más íntimas por la sobrevivencia. Además, acota, la adversidad y la condición ideológica y política también están presentes en su obra.

“Es un escritor de una disciplina a toda prueba, que le ha dado para escribir mucho, y con un carácter juvenil que se asoma en cada obra que publica, es decir, su literatura es siempre alternativa para nuevos lectores, pues los jóvenes de hoy también se acercan a sus libros con verdadera avidez y encanto”.

Correa Soto resalta también su capacidad como lector y analista literario. “Él no es solo un constructor de imaginarios o de sus propios universos ficticios, sino que se ha preocupado por enseñar la literatura de muy diversas maneras. Es, para mí, de los latinoamericanos que mejor aporte han dado desde el ensayo literario y, seguro, de los premios nobel más completos de los últimos años”.

Su producción periodística es otra de sus grandes facetas, inclusive, Carlos Mario Correa enfatiza que con él se comprueba y se ratifica que periodismo y literatura van de la mano, pues “el periodismo es el laboratorio de los literatos”.

De gran productividad
Otro docente que aporte en este tema es Efrén Giraldo Quintero, también de la Escuela de Ciencias y Humanidades, y quien ha trabajado obras de Vargas Llosa en su vida académica. En un principio, considera que se debe entender que los premios, y el Premio Nobel de Literatura, tienen un carácter azaroso, y aunque son autores con reconocimiento (caso Vargas Llosa), en muchas ocasiones las distinciones obedecen a otro tipo de factores, como lo son asuntos políticos y, en ocasiones, con el mundo del mercado editorial.

“En el caso de Vargas Llosa coincido con la mayoría de las personas que se han pronunciado y han dicho que es un premio nobel muy merecido, porque no solamente es darle un reconocimiento adicional al fenómeno del boom, sino que evidentemente la literatura en lengua española y concretamente la latinoamericana, vuelve a recibir el premio después de Octavio Paz (1990)”.

El nobel alcanzado por Vargas Llosa es también, según la línea expuesta por estos tres docentes, una manera de decir que la literatura latinoamericana está viva y llena de buenos escritores. En Argentina, Chile, Colombia y México, por ejemplo, hay propuestas interesantes que trazan un camino en el que, seguro, vendrán más festejos de este tipo.