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La esperanza de un fútbol sin barreras

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Los presentes en este conversatorio pidieron más responsabilidades de los clubes profesionales de fútbol, a quienes instaron a no pensar solo en el factor económico sino en su rol con las barras.

• EAFIT y el diario ADN programaron el conversatorio ¿Es posible un fútbol sin barreras?, oportunidad para analizar el impacto del balompié en la realidad de Medellín.

• Participaron diferentes estamentos involucrados con el día a día de este fenómeno social, entre estos la Alcaldía, la Policía y representantes del Concejo y de la academia.

La frase de Jorge Ceballos, subsecretario de Gobierno de Medellín, ilustra la esperanza de todos los habitantes de esta ciudad por vivir un balompié alejado de los conflictos: “Queremos un fútbol sin barreras, ni ficticias ni reales”.

Y sin duda este fue uno de los aportes más importantes del conversatorio ¿Es posible un fútbol sin barreras?, el primero que organizaron EAFIT y el diario ADN para discutir diferentes temas de actualidad nacional en un ambiente de disertación.

Ceballos, junto a la antropóloga Beatriz Vélez, el concejal de Medellín Esteban Escobar Vélez y el general Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, fueron los invitados a la apertura de este ciclo, que se realizó el miércoles 27 de julio en EAFIT.

Los cuatro, con la moderación de Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de EAFIT, ofrecieron a los asistentes una radiografía de las razones y perspectivas que tiene el espectáculo del fútbol en Medellín.

Y aunque la pregunta con la que se invitó al conversatorio se relacionaba directamente con el tema coyuntural de las mallas de protección entre la tribuna y la cancha en el Estadio Atanasio Girardot, -y que fueron derribadas con motivo del Mundial Juvenil que comienza esta semana en Colombia-, pronto se tornó en una discusión alrededor de diferentes aspectos relacionados con el fenómeno.

Para Beatriz Vélez, el fútbol en sí mismo invita al exceso, lo que lo lleva a transitar un delgado límite que lo desborda hasta la violencia.

Sin embargo, considera que las razones que han convertido a este juego en un detonante para conflicto se relacionan más con la naturaleza propia de la sociedad, en este caso profundos vacíos en el desarrollo cultural y carencias en el nivel de educación de quienes asisten al estadio. En sus palabras, un entorno agobiante que hace difícil desarrollar verdaderos procesos culturales, incluso a largo plazo.

Jorge Ceballos fue un poco más allá y definió este entorno hostil que hoy se siente en las ciudades como un agente que ha permeado al fútbol por décadas. Apostadores y narcotraficantes han sido seducidos por este deporte, lo que influye en su evolución como en el de toda la sociedad colombiana.

Por esto pidió enfáticamente distanciar la manifestación pura del juego con el espectáculo que hoy  se llama fútbol.

Ante esto, el general Vásquez complementó, desde su experiencia, que la violencia en el fútbol no es otra cosa que una expresión de la agresividad que está presente en todos los estamentos, una sociedad donde la falta de organización ha llevado a que quienes intervienen en este negocio eludan sus responsabilidades.

Para él, por ejemplo, en Colombia no existen barras organizadas, solo unos particulares que se escudan en estas para satisfacer intereses personales, lo que da espacio a la ilegalidad.

Hay caminos…

El concejal Esteban Escobar, por su parte, piensa que analizar el fenómeno barrista como un reflejo de la sociedad es, simplemente, parte del diagnóstico. Y aunque es claro que la ley no garantiza la eficacia, si considera importante tener normas que respondan a la propia dinámica ofrecida y que terminen por establecer “la cultura del estadio” dentro y fuera de este.

Concepto que Jorge Ceballos no comparte, pues se aleja de las etiquetas de “cultura” o “subcultura”, tan propias en este entorno. Para él, la cultura debe ser solo una, cualquiera sea el espacio donde se desarrolle el individuo.

El subsecretario de Gobierno opta por buscar soluciones desde la responsabilidad. La que, a su modo de ver, nunca han asumido los verdaderos dueños del espectáculo, los equipos de fútbol, quienes solo intervienen cuando ven afectadas sus taquillas.  “Cuando entiendan qué quieren vender y cómo lo quieren hacer seguramente será mucho más fácil”, sentenció Ceballos. 

Ante esto, el general Vásquez exigió responsabilidades de todos los involucrados en el espectáculo como la única forma de encontrar una solución conjunta. Por eso, reconoce en medidas como la formación de los jugadores, la carnetización de hinchas y el apoyo de la tecnología pasos seguros a un futuro esperanzador.

Tal como se ha hecho en otros países, como Inglaterra, la individualización es el primer paso para poder restar el pie de fuerza en los eventos deportivos y no tener una actitud represiva ante el hincha, lo que genera mayor exacerbación en las barras.

Así, pueden entregarse responsabilidades de comportamiento al aficionado, de esta forma  será más fácil involucrarlo en procesos para el mejoramiento del ambiente en el estadio.

¿Vamos bien?

Para Yesid Vásquez el camino es alentador. Experiencias como la Cultura Metro llevan a pensar que se pueden desarrollar planteamientos claros de comportamientos enmarcados en la norma pero sustentados en la autorregulación.

Partidos como el de la pasada final entre Atlético Nacional y La Equidad también demuestran, a su modo de ver,  que pueden transferirse al estadio y que las barreras pueden ser derribadas.

Sin embargo, el concejal Escobar no es tan optimista con esta experiencia, pues fue un partido con condiciones favorables donde no existían barras enfrentadas ni resultado en contra del local. Sin embargo, piensa que la única manera de evolucionar es dando mayor cantidad de partidos a esta opción, pero en ningún caso remplazando estas barreras por mayor fuerza policial.

Jorge Ceballos concuerda, ya que cree que las regulaciones se deben ir ajustando a los condicionamientos que presente el fenómeno en sí mismo.

Aunque  reconoce que se ha avanzado poco en el control del fenómeno barrista y la ciudad todavía trabaja sobre lo que las barras le impongan, cree que la apuesta por educar tiene que superar la de impedir.

Finalmente, Beatriz Vélez, al ser consultada sobre el rol de los medios, fue determinante al definir a estos como persuasores de los aficionados ya que tienen mucha más penetración que la educación formal en el medio. Está en ellos detectar la verdadera perspectiva que lleve a los hinchas a entender su rol dentro de este ejercicio social. 

Al final de la conversación todos estuvieron de acuerdo que seguramente hay que seguir aportando soluciones, hablando del tema, pero por sobre todo no perdiendo la esperanza que un fútbol sin barreras es posible.

Más información​​​
Juan Carlos Luján Sáenz
Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9931
Correo electrónico: jlujans@eafit.edu.co

Última modificación: 23/11/2015 11:48