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Innovación / 26 de mayo de 2011
La innovación hasta ahora calienta motores
Una de las propuestas para crecer en el tema de la innovación es incentivar políticas que permitan la formación de más doctores.La imagen corresponde a un ambiente de investigación en la Universidad EAFIT.
• Agilizar el procedimiento para la entrega de patentes y aumentar la inversión en ciencia y tecnología mínimo al 0.60 del PIB son dos de los retos del Gobierno Nacional en esta materia.
• Expertos creen que un fortalecimiento de la relación universidad-empresa- Estado, que es sólida en Antioquia, permitiría lograr mayores avances en esta área.
Si bien en Colombia la locomotora de la innovación se prendió tarde con respecto a otras naciones de Latinoamérica, como es el caso de Brasil, ya empieza a calentar sus motores para iniciar el camino de generar competitividad en el país, aspecto al que contribuyen las instituciones de educación superior.
Y así lo demuestran las cifras, las mismas que denotan mejorías, pero también proponen retos que deben asumirse desde diversos frentes públicos y privados donde, en opinión de Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, se requiere incrementar la capacitación del capital humano, entre otros aspectos, para que la innovación sea motor de desarrollo.
De acuerdo con Juan Manuel Santos Calderón, presidente de la República y quien el pasado 6 de mayo en una de las ediciones de los Acuerdos para la Prosperidad se refirió a este tema, un indicador muy relacionado con este concepto es el número de usuarios de banda ancha, que en los primeros meses de su gobierno creció un 40 por ciento al pasar de 2.2 millones de usuarios a 3.1.
Pero, ¿y esto cómo se relaciona con la innovación? Para el Mandatario nacional un punto como este tiene una gran repercusión en la materia, pues le dará la posibilidad a municipios lejanos de conectarse con el mundo a través de los computadores que allí se tengan. Esto, en su opinión, hará que se generen ideas.
No obstante, ¿qué tan innovador es este país? el docente Darío Parra Ramírez, director del Grupo de Investigación en Innovación y Empresarismo (Guie) de EAFIT, comparte los resultados de un trabajo que se desarrolló.
“Planteamos una investigación sobre por qué Colombia aparece en los últimos lugares de innovación en los ránquines. Estudiamos las metodologías que utilizan los organismos internacionales para esta clasificación y tomamos algunos países de Latinoamérica, Asia y Estados Unidos”.
Fue así como se identificó la influencia de indicadores, no muy favorables para el país, como el Producto Interno Bruto (PIB), las exportaciones de productos de alta tecnología, el número de personas que cuentan con líneas telefónicas de celulares y quienes tienen internet por banda ancha fija. Así mismo, se observó el gasto en ciencia y tecnología en relación con el PIB, el personal dedicado a ciencia y tecnología, y las patentes otorgadas.
El estudio, en palabras de Sara Correal Franco, asistente de investigación del grupo, tuvo como base información del Dane y de Colciencias.
“Después de hacer el estudio determinamos el ranquin de innovación para 2007, en el que Estados Unidos fue el primero de los países que seleccionamos, seguido por Japón, Alemania y China”, comentó la investigadora.
En cuanto a Suramérica el país más innovador fue Brasil, seguido de Chile y luego de Colombia. El país menos innovador -para este periodo- fue Perú, porque aún no había despertado lo suficiente en el tema de ciencia y tecnología.
Y las cifras continúan sin cambiar. De hecho Juan Camilo Quintero Medina, director ejecutivo de la Corporación Tecnnova, mencionó en desarrollo de la pasada rueda de negocios de esta entidad, que Colombia en 2010 ocupó el puesto 68 en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial.
También, la calificación de este organismo en utilidad de patentes (por millón de habitantes) para la nación, en 2010, fue de 0.15, cifra que se ubicaba antes en el 0.26. A su vez, hoy en día, en ciencia y tecnología el Estado invierte cerca del 0,16 por ciento del PIB, meta que espera llevarse al 0,60 por ciento.
Frente al panorama, Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, expresó, ante el presidente Juan Manuel Santos en el evento Acuerdos para la Prosperidad, del 6 de mayo, que uno de los objetivos para agilizar el ingreso a mejores ubicaciones en los ránquines de innovación es hacer más rápidos los trámites para patentar, debido a que en la actualidad son varios años los que se lleva este proceso.
Inclusive, a este mismo tema, se había referido Mejía Arango en la última edición de la rueda de negocios Tecnnova: “Más que un fomento a éstas (las patentes), considero que hay es un obstáculo para patentar en Colombia y esto me preocupa mucho porque de las 200 patentes que hay en el país creo que no llegamos a 20 de colombianos. El resto son de extranjeros”.
Otras cifras para mejorar
La investigación que desarrolló el grupo del profesor Darío Parra, relacionada con el tema innovador en Colombia, sigue dando luces sobre los motivos del atraso.
Por ejemplo, aunque Colombia con respecto a los países de Suramérica no se encuentra en una posición desfavorable, su avance en este tema ha sido lento. “El país despertó muy tarde, ya que apenas en 2000 se empezó a hablar de emprendimiento y la palabra innovación se incluyó cuando se vieron resultados de estos emprendimientos”, anotó la asistente del grupo.
Y al tocar de nuevo el tema de las patentes, entre 2003 y 2007 la oficina norteamericana dedicada a este aspecto aprobó nueve de Colombia, 900 de Finlandia y 5.500 de Corea. Además, Finlandia, por millón de habitantes y por año, publica 900 artículos en ingeniería y ciencias, Corea 300 y Colombia 10.
“La innovación es un trabajo en redes y equipo, y nosotros no tenemos esta cultura. Además, hace parte de toda una estrategia de largo plazo para poder generar este cambio. Entonces, no basta con decir que vamos a tener la locomotora de la innovación”, afirmó Jorge Jaramillo Pérez, de la Secretaría Técnica del Comité Universidad-Empresa-Estado y director del programa de Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia.
Por su parte, para el director ejecutivo de la Corporación Tecnnova, la innovación en Antioquia es un tema emergente que apenas está en un proceso de solidificación.
“Todavía hay un desconocimiento importante de cuáles son las capacidades en la región en términos investigativos y las necesidades del sector empresarial. Existe un ecosistema que está empezando a funcionar, pero opera de una manera desorganizada y desarticulada y con pocos recursos”.
Pese a lo anterior, el mismo presidente Santos resaltó que Antioquia es la región donde la cultura de la innovación está más desarrollada, lo que tuvo eco en Sergio Díaz-Granados, ministro de Comercio, Industria y Turismo, quien reafirmó que Medellín es un epicentro innovador.
Y claro, en este punto tiene una fuerte influencia el Comité Universidad-Empresa- Estado, del que Jorge Jaramillo destacó que se ha visto un cambio cultural en el trabajo asociativo y se está generando una semilla.
“Las universidades han dado un salto importante, sobre todo las llamadas del G8, que tienen unidades de transferencia tecnológica y han participado en las ruedas de negocios que hemos realizado”, anotó Juan Camilo Quintero.
El experto agregó que hoy estas instituciones entienden la importancia de la filosofía de la tercera generación, que apunta a que no es solo formar e investigar, sino también transferir y en este proceso están haciendo esfuerzos mancomunados.
“La universidad pública en especial, hasta hace unos años, estaba aislada del sector empresarial. No había esa confianza, pero de a poco la hemos ido generando. La empresa ha entendido que la universidad es una fuente de conocimiento importante para lograr esos cambios”, recordó el director del programa de Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia.
¿A dónde va la innovación?
Parte de las respuestas a esta pregunta se originaron en un conversatorio de la rueda de Negocios Tecnnova de septiembre de 2010, en el que Juan Luis Mejía vinculó el tema del capital humano a la formación.
“Dupliquemos y tripliquemos el número de doctores en Colombia. Los dineros del Estado se quedan en los pregrados y no llegan a los posgrados, que requieren de recursos frescos para financiar los segundos y terceros ciclos”.
En este mismo escenario, Jaime Restrepo Cuartas, director de Colciencias, recalcó la importancia de implementar un modelo sistémico para poder trabajar en red. “Debemos tener una sola institucionalidad que maneje esta relación universidad, empresa y Estado”.
El directivo reconoció que se deben llegar a formar 1.000 doctores por año, pero además se debe tener la capacidad de recibirlos y que no se concentren solo en las instituciones de educación superior.
En apoyo de esta iniciativa, el presidente Juan Manuel Santos mencionó a comienzos de mayo que la ciencia y la tecnología tendrán unos recursos provenientes de las regalías, en total un 10 por ciento de estas que se entregarán en 2010.
“Con el tiempo, en unos 10 años, se espera que se pueda llegar a tener un dos por ciento del PIB para dedicarlo a la innovación", aseveró Restrepo Cuartas.
Y finalmente, el tema de las tecnologías de la información y la comunicación juegan un papel fundamental en esta sociedad de la innovación, en la que Juan Luis Mejía reiteró que, de la mano de estas, la universidad debe mirar a la ubicuidad, es decir, a esa capacidad de poder estar en todas partes.
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Juan Carlos Luján Sáenz
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