Noticias septiembre 2011
Investigación / 1 de octubre de 2011
Cuchillas industriales resisten más, gracias al recubrimiento con cerámica
El grupo de investigación en Electromagnetismo Aplicado, adscrito a la Escuela de Ciencias y Humanidades, trabaja en problemas relacionados con las áreas de interacción radiación-materia (sensores), materiales, inducción electromagnética y propagación de ondas electromagnéticas.
• La prueba piloto se hizo con cuchillas de la industria cerámica de la empresa Corona y la desarrolló el grupo de investigación en Electromagnetismo Aplicado de EAFIT.
• El recubrimiento con este material, de partes de piezas metálicas para máquinas de la gran industria, es una investigación con beneficios en costos para las empresas.
La vida útil de las cuchillas industriales que utiliza la empresa Corona para elaborar partes cerámicas, que se usan en redes de distribución de energía y postes eléctricos, aumentaría 150 por ciento gracias a un proyecto que realizó el grupo de investigación en Electromagnetismo Aplicado de la Universidad EAFIT.
“Antes, la cuchilla producía 800 piezas. Hasta el momento, con la nueva cuchilla recubierta como producto de la investigación de EAFIT, van 1.200 piezas y se estima que se llegue a 2.000”, explica Federico Vásquez, jefe del Departamento Técnico de esta compañía al hablar acerca de las ventajas que hasta el momento les ha traído esta prueba.
Esto lo logró el equipo eafitense a través de su spin off Tecnoplasma que a partir del recubrimiento con cerámica de piezas, máquinas o herramientas metálicas que participan en procesos industriales evitan su desgaste. Así, se aumenta la duración de los elementos y se aminoran las pérdidas por paradas de recambio de piezas que frenan la producción.
El grupo de investigación en Electromagnetismo Aplicado, y la spin off Tecnoplasma, estarán presentes este 3 y 4 de octubre en la Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica Tecnnova que se programó en Plaza Mayor Medellín.
La empresa Corona, en su filial Gama, es la primera que adoptó este proyecto como prueba piloto. Electro-porcelanas Gama es una empresa que produce cerámicos y utilizó este recubrimiento en una de sus cuchillas implementadas en la producción de elementos que permiten el aislamiento eléctrico de piezas de centrales eléctricas y postes de energía.
“Esto genera un ahorro en tiempo y dinero para la compañía, ya que conlleva menos reemplazos de partes y, por consiguiente, menos paradas de producción”, anota el jefe del Departamento Técnico.
¿En qué consiste este proceso?
El desgaste de las cuchillas metálicas se debe a partículas de cerámica que caen sobre su base metálica. Claudia Palacio Espinosa, docente e investigadora de EAFIT, cuenta, en relación con el funcionamiento del proceso, que cuando se hacía el corte de las partes la cuchilla arrojaba “trocitos de cerámica que pasaban sobre su base metálica de titanio y, como la cerámica es más dura que el metal, la vida de esta cuchilla se estaba perdiendo por efecto del desgaste de su base”.
Manifiesta que la solución fue recubrir toda la cuchilla con otro material cerámico, en este caso uno que se denomina carburo de tungsteno, que es un material altamente duro y que al estar al contacto cerámico con cerámico le provee mucha más resistencia a la superficie de la cuchilla. “Es decir, lo que se hizo fue recubrir toda la pieza de modo tal que quedara más resistente a la abrasión y al desgaste”.
Mauricio Arroyave, integrante del grupo de investigación, destaca las ventajas de este proceso: “Si uno ofrece propuestas para aminorar el impacto del desgaste en la industria está, de cierta manera, mejorando su capacidad y eficiencia en términos de producción, en términos económicos y eso también tiene que ver con eficiencia energética”.
Usos en Colombia e impacto ambiental
Además de ahorrar costos, este proceso es amigable con el medio ambiente. Sin embargo, en la industria colombiana no se implementa y lo más frecuente para mejorar la dureza y resistencia de las herramientas de producción es el cromoduro que, como dice la profesora Claudia, es altamente contaminante y nocivo.
“En otros países donde se han invertido en temas de investigación para mejorar la dureza, que no sea el cromoduro, le han dado más importancia a técnicas que son compatibles con el medio ambiente: no se tiene problemas de desechos ni de gases contaminantes, ni de líquidos que contaminen los ríos”, dice.
Aparte de esto, explica la dificultad que existe para hacer este cambio, puesto que supone todo un proceso investigativo y de acompañamiento con las industrias que involucra infraestructura y recursos costosos.
La investigadora considera que es muy bajo el número de empresas en el país que recurren a esos métodos: “Hicimos un barrido para ver cuántas empresas utilizan técnicas como las nuestras y encontramos que tan solo dos lo hacen. Eso es realmente preocupante porque hay países que cuentan con cinco o seis de estas empresas por cada 200 mil habitantes”.
Atribuye esta situación al desconocimiento de las empresas sobre técnicas como estas, de sus facilidades de uso y aplicación, y de que es posible traerlas al país. Una de las empresas colombianas que las utiliza es Ecopetrol que utiliza el recubrimiento cerámico en sus oleoductos para prevenir el hurto de petróleo y gasolina.
Artículo elaborado con el apoyo de Danilo Mesa Estrada, estudiante del pregrado en Comunicación Social de EAFIT.
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Juan Carlos Luján Sáenz
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