Antanas Mockus compartió, en el Auditorio Fundadores de EAFIT, con la comunidad universitaria y la ciudadanía en general.
• El excandidato presidencial, que estuvo en EAFIT el martes 8 de mayo, se refirió a algunos antídotos contra la cultura del vivo.• Civismo, cultura de la legalidad y respeto por la diferencia fueron otros ítems que el filósofo y político detalló en la conferencia central de Atreverse a Pensar.
No es tan fácil como parece, pero sí es posible transformar la sociedad. Este cambio se podría lograr si se armoniza la moral, la cultura y la ley.
La conclusión es de Antanas Mockus, el filósofo y político bogotano, que el martes 8 de mayo, ofreció la conferencia central del proyecto Atreverse a Pensar, iniciativa de EAFIT que, desde 2011, propone la construcción colectiva de una corriente de opinión pública alrededor de la ética y los valores.
Durante su intervención, que se denominó ¿Pueden las sociedades realmente transformarse?, se basó, apoyado en otros teóricos como Mauricio García, en una característica de la sociedad colombiana: la del “vivo”, ese ser que se puede encontrar en todas las clases sociales, que suele incumplir las normas y que pone su inteligencia en el lado de lo instrumental.
“Reconocer y aprobar comportamientos astutos pasa de ser un fenómeno individual a uno colectivo”, aseguró.
Ante este panorama, preguntó a los asistentes al Auditorio Fundadores de EAFIT, lugar en el que se realizó la charla, si ser vivos es una norma social y, si esos vivos, le hacen sentir a la gente la necesidad de ser viva también.
Y es que, como manifestó, los avivatos no solo se toleran, también se celebran, por eso el atajo se vuelve costumbre y modelo.
Además, expuso que la acción humana está mediada por las motivaciones y las reglas, que determinan su comportamiento. Entre las motivaciones, señaló los intereses, las razones y las emociones que mueven a una persona a comportarse de una manera determinada.
Entre las reglas, habló de las legales, que están fijadas en la Constitución Nacional; las morales, que son las que cada persona se impone; las que su propia razón le dicta; y las culturales.
En otras palabras, anotó que una persona puede actuar de una manera determinada por temor a la sanción legal, a la culpa o al rechazo social, por admiración a la ley (obligación moral de obedecerla), por autogratificación de conciencia (obligación de atender criterios morales personales) o por obtener reconocimiento social.
Otro de los temas que destacó el exalcalde de Bogotá son las “culturas” que suelen regir los comportamientos de los ciudadanos.
La del atajo, una tendencia a valorar los resultados a corto plazo y a subestimar los de largo plazo; la anomia, que se caracteriza por una fuerte presión social y cultural a conseguir resultados, acompañada de impunidad cultural; la del gorrón, que es el que se beneficia de una acción colectiva sin contribuir a esta; y la de “la culpa es del otro”.
Esta última es en la que las personas se atribuyen los éxitos y responsabilizan a los demás de los fracasos, con lo que escapan así a los sentimientos de culpa y vergüenza.
Esta acción de la culpa está más arraigada en Occidente, mientras que en Oriente se tiende más a la vergüenza, lo que explica que en Japón la tasa de suicidios sea de 14 por 0,6 homicidios; mientras que en Colombia es de 3,4 suicidios por 61,6 homicidios.
Antídotos
Entre los “antídotos” para tratar estos comportamientos que afectan la vida en sociedad, Mockus subrayó la prudencia y la planeación participativa ante la cultura del “atajismo”; y recordó su popular frase de “no todo vale”, ante la anomia.
Así mismo, pidió censurar, en vez de celebrar, al recostado, al aprovechado, al que denomina “gorrón”; y ejercitarse en autocrítica privada y pública ante “la culpa es del otro”, así como respaldar y proteger a quienes dan el primer paso en este sentido.
Frente a acciones como la violencia, consideró importante la no aprobación cultural o moral de la ilegalidad, y el respaldo moral y cultural de las obligaciones legales.
Durante su visita a EAFIT, el exrector de la Universidad Nacional también destacó algunas de las ideas que lo llevaron a generar cambios en la cultura bogotana, y que se reflejaron, durante su mandato, en indicadores concretos como más seguridad, más ingresos para la ciudad y un tráfico soportable, por ejemplo.
“La desesperanza es aprendida, pero la esperanza también puede ser aprendida” y “en la vida social la confianza es un sub-producto” fueron otras de las ideas que tuvieron eco entre los asistentes.
Para concluir, Mockus, invitado y mentor del proyecto Atreverse a Pensar, agregó que la manera de cambiar esa “norma” de ser vivo es a través de dos caminos: mostrar que el cambio ya está en marcha y coleccionar ejemplos.
Mayores informesNathalia Franco PérezDirectora de Atreverse a PensarTeléfono: (57) (4) 2619500 Ext. 9598Correo electrónico:
nafranco@eafit.edu.co