• La idea es que las empresas interesadas en concesionar presenten sus propuestas y demuestren que cuentan con la capacidad económica y técnica para realizar el proyecto de manera eficiente.

• Así lo dijo Luis Fernando Andrade Moreno, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, el lunes 8 de abril en la presentación del proyecto Cuarta generación de concesiones viales en Colombia.

Para contrarrestar el atraso que tiene Colombia en infraestructura vial será necesario invertir por lo menos el 3 por ciento del Producto Interno Bruto del país, es decir alrededor de 44 billones de pesos, y duplicar la malla vial existente en por lo menos 22 departamentos.

Así lo explicó Luis Fernando Andrade Moreno, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, quien presentó, el lunes 8 de abril, el proyecto Cuarta generación de concesiones viales en Colombia – Autopistas para la prosperidad, en el auditorio Fundadores de EAFIT.

Dijo que esta fase abrirá el proceso para cinco de los nueve tramos que componen una iniciativa que tiene un costo total de más de 13 billones de pesos, y también lanzó el proceso de precalificación de Autopistas de la prosperidad, uno de los proyectos más significativos dentro de tal iniciativa, pues representa por lo menos el 30 por ciento de sus recursos totales.

Según Federico Restrepo Posada, gerente de Autopistas para la prosperidad, se trata del segundo proyecto en infraestructura más importante del mundo y significará una transformación total de las vías colombianas.

Se estima la construcción de 8.170 kilómetros, en alrededor de 40 proyectos, que se realizarán a modo de concesión y serán licitados en los próximos dos años, con unas exigencias mayores a las tenidas en cuenta hasta el momento, en búsqueda de mayor eficiencia y resultados.

“Queremos dejar de depender del presupuesto público porque es la única manera de garantizar continuidad en un proyecto que requiere triplicar lo que se ha invertido en infraestructura para transporte en el país, de manera que las vías tendrán su propio recaudo con aportes iniciales de la empresa privada”, explicó Andrade Moreno durante su intervención.

Agregó que este sistema funciona teniendo en cuenta algunas variables de las empresas con las que va a trabajar como la capacidad económica, la protección de la industria nacional y la calidad. Por eso, se busca garantizar la aceleración en el proceso de construcción al pagar conforme a la conclusión de los proyectos, y un grado mayor de transparencia con la limitación en adiciones y las exigencias antes de la contratación.

Autopistas de la prosper​idad

Serán cinco los tramos que este martes 9 de abril abrirán el proceso de precalificación, que concluirá a final de año con la selección de las empresas encargadas de ejecutar los proyectos: autopista conexión norte, autopista al río Magdalena 2, conexión pacífico 1, conexión pacífico 2 y conexión pacífico 3.

Los otros cuatro tramos que incluye el proyecto aún están en proceso de estudios geológicos y geotécnicos, pues se trata de trayectos más complejos, que empezarán a precalificar en septiembre de 2013.

La idea es empezar a conocer propuestas, hacer los estudios requeridos, comprobar la calidad de las empresas y afinar detalles para dar vía libre a la licitación y posterior ejecución del proyecto, en el que se tienen estimados cinco años de construcción y 19 de operación, de manera que las concesiones se harán hasta el 2038.

Restrepo Posada asegura que todas las vías serán construidas con posibilidades de 80 kilómetros por hora, 6 por ciento de pendiente máxima y 229 metros radio de curvatura mínima, lo cual permitirá una considerable reducción en tiempos de tránsito y mejora en eficiencia del transporte.

Llegar a tal rendimiento implicará, en una geografía como la antioqueña, recurrir a soluciones como túneles y viaductos, que se construirán con las nuevas vías o serán adecuados en las rehabilitaciones que deberán realizarse en los tramos ya existentes, pero que no cumplen con las especificaciones de este proyecto.

“Vamos a recurrir a soluciones como los túneles que históricamente nos han ayudado. Lo que estamos tratando de hacer en esta oportunidad es planear para no fallar y tener todas las garantías de que cumpliremos los objetivos propuestos”, manifestó el gerente de Autopistas para la prosperidad.

Para Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, la apertura de este tipo de espacios en la academia es fundamental para entablar un diálogo público sobre un tema que se puede convertir en un “una oportunidad histórica para dejar atrás los grandes proyectos que nunca se construyeron”. 

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Marcela Olarte Melguizo
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