Con motivo de la celebración del bicentenario de la independencia de Antioquia, que se celebra este domingo 11 de agosto, cinco docentes de la Universidad EAFIT responden, desde su área del saber particular, cuáles son los principales retos que enfrenta el departamento de cara al futuro.
Una economía con valor agregado
La economía antioqueña atraviesa por un proceso que la encamina hacia una de servicios y de productos con valor agregado. Pero para que esta transformación sea exitosa es necesario, no solo aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado o los tratados de libre comercio, sino también replantear el tipo de educación que se ofrece a los antioqueños, para que reciban conocimientos de calidad, y sobre todo, pertinentes y acordes con las necesidades que plantea el entorno.
La construcción de una ciudadanía propositiva
La educación es la mejor manera de redistribuir la riqueza de un país, por eso es imperativo que desde Antioquia se lidere una revolución en este campo para que toda la población tenga acceso a la formación académica de calidad, la que a su vez permitirá la construcción de una ciudadanía activa y propositiva, que usa su inteligencia para aprovechar las riquezas económicas y culturales del departamento.
Transformar las capacidades de los antioqueños
Antioquia es una región de contrastes. En el departamento hay grandes desigualdades, pero también grandes oportunidades. Las primeras se deben corregir a partir de la inclusión de toda la población al sistema educativo, desde los niveles primarios, hasta, idealmente, los estudios de posgrado. De esta manera, la población desarrollará las capacidades necesarias para aprovechar dichas oportunidades que la región ofrece en temas como la minería, la energía, la biodiversidad y la innovación.
Antioquia contribuye a la paz del país
En un escenario de posconflicto la clase política antioqueña y sus dirigentes deberán sumar esfuerzos para cambiar la mirada belicista que hasta ahora ha dominado la política. En un contexto de paz se debe favorecer una legislación que incorpore a la vida civil a los actores del conflicto, dándoles oportunidades laborales y educativas. Así mismo, deben promover un ambiente de distensión para que el sector productivo y la sociedad en general los reciban como iguales.
Dinamizar el transporte del departamento
Uno de los grandes problemas del departamento es la precariedad del sistema vial que lo atraviesa. A las dificultades propias de la topografía se suma la falta de liderazgo y gestión de quienes tuvieron las posibilidades de hacer los cambios. Altos niveles de accidentalidad y elevados costos de operación son prueba de que el tema de la infraestructura debe ser atendido de manera urgente de cara a un mayor desarrollo económico y una mejor conectividad.
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Marcela Olarte Melguizo
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