• Esta fue una de las conclusiones del estudio ¿Cómo somos los antioqueños y las antioqueñas hoy?, que realizaron EAFIT y Sura. Apoyaron Invamer y Etnológica.
• La investigación, que abarcó todas las subregiones, se hizo alrededor de valores y representaciones, entre otros ítems. Se socializó el viernes 9 de agosto.
Aunque los antioqueños se sienten orgullosos de pertenecer a su territorio y muchos afirman que hacen parte de una sociedad especial y única, el regionalismo no es tan marcado como lo promulga el imaginario popular. Solo el seis por ciento de la población del departamento piensa que el regionalismo antioqueño es una cualidad.
Así lo aseguró Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de EAFIT, y director del estudio ¿Cómo somos los antioqueños y las antioqueñas hoy?, que realizaron la Universidad, Invamer y Etnológica con la financiación de Sura. Los resultados de esta investigación se presentaron el viernes 9 de agosto en la Gran Feria de Antioquia, que se desarrolla en Plaza Mayor Medellín.
La idea fue darle vida a un estudio de carácter regional para indagar alrededor de la identidad y de las formas de ser de los habitantes de Antioquia, teniendo en cuenta variables como su representación social, su relación con la institucionalidad y las transformaciones culturales de los últimos años.
En ese sentido fueron varios los estereotipos que se derrumbaron, pero también algunos otros reafirmados.
El hecho de que en ninguna de las subregiones del departamento la gente se siente más antioqueña que colombiana puede desplomar el mito del regionalismo, mientras que la cifra que dice que 2 de cada 3 personas privilegia el beneficio particular sobre el general podría confirmar el individualismo antioqueño.
Otro resultado que el profesor Giraldo destacó como positivo fue el que surgió tras la pregunta por progreso versus medio ambiente. En este campo el 70 por ciento de los antioqueños consultados prefiere garantizar un mundo mejor para las próximas generaciones, en vez de obtener beneficios a corto plazo con un proyecto que destruya la naturaleza.
Los retos: combinar pujanza con legalidad
El desafío más importante que tiene hoy Antioquia es lograr una conciliación entre los esfuerzos por salir adelante, que caracterizan a sus habitantes, con el respeto por la ley. La mayoría de los encuestados cree que la pujanza es la primera característica de los antioqueños, pero el 34 por ciento cree que en el departamento no se cumplen las normas.
La relación con las instituciones oficiales y la confianza en los gobiernos estatales son bastante regulares, lo que se evidencia en que solo el quince por ciento dice estar interesado en la política.
Y si bien la educación ha sido la principal influencia para grandes cambios sociales y económicos en Antioquia, pues quienes acceden a esta tienen mejor percepción sobre temas como el cumplimento de las leyes y la participación en política, los porcentajes de la población que aspira a estudiar es de apenas un 10 por ciento.
Otra consideración importante es que el antioqueño se siente mestizo en un 80 por ciento y no discrimina por razones de raza u origen. Sin embargo, hay datos preocupantes, según Jorge Giraldo, como que se excluye de la sociedad a drogadictos y alcohólicos en primer lugar y, en segundo, a desmovilizados y a víctimas del conflicto.
"Es un panorama bastante grave, sobre todo con el proceso de paz y el posible posconflicto que se nos plantea”, agrega.
Para completar el ejercicio académico el proyecto también incluyó la participación de una serie de expertos que hicieron un recorrido por los diferentes discursos que ha tenido Antioquia a lo largo de su historia, desde áreas como la fotografía, el periodismo y la historia, y que serán difundidos en un documento que pronto saldrá al público.
“El trabajo se basó en percepciones y autopercepciones, pues fue muy importante para nosotros analizar lo que se había hecho en el departamento, pero también lo que viene desde afuera”, manifestó Efrén Giraldo Quintero, docente del Departamento de Humanidades de EAFIT y participante del proyecto.
Sol Astrid Giraldo Escobar, magíster en Historia, realizó una búsqueda e interpretación de la fotografía en Antioquia como manera de reforzar mitos e identidades. “La fotografía le dio imagen a esos mitos y estereotipos, los que querían simular a Europa, los que hablaban de las dificultades de la geografía y la pujanza, y de los deberes de la mujer”, concluyó.
El periodista Juan José Hoyos Naranjo y el historiador Juan Carlos Vélez Rendón también se dedicaron a rastrear la narración y la representación antioqueña, el primero en la crónica y el segundo en el pasado del departamento.
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Jorge Giraldo Ramirez
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