Víctor Hugo Ortega, entre los 10 mejores del mundo

​Víctor Ortega se prepara para el comienzo del ciclo olímpico que culmina con las competencias en Rio de Janeiro 2016.

• El clavadista logró, junto a su compañero Juan Guillermo Ríos, entrar en la lista de las mejores parejas de clavidistas, según la Federación Internacional de Natación.

• Este estudiante de Derecho de EAFIT tiene como meta representar nuevamente al país en unos Juegos Olímpicos, tal como lo hizo en las dos ediciones anteriores.

La modalidad de clavados en Colombia ha tenido un gran progreso en los últimos años gracias al surgimiento de deportistas como Orlando Duque, en espacios naturales, y Juan Guillermo Urán y Sebastián Villa Castañeda en piscinas. De hecho, ya son cuatro las participaciones consecutivas en la máxima cita deportiva del mundo: los Juegos Olímpicos.

Y uno de los deportistas que representa al país es Víctor Hugo Ortega Serna, estudiante de Derecho de EAFIT, y quien gracias a su entrega, compromiso y jornadas de entrenamiento se ubicó, junto a su compañero Juan Guillermo Ríos, como una de las 10 mejores parejas de clavadistas sincronizados del mundo.

Víctor, quien a sus 25 años ya ha participado en los Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, resalta lo significativo de figurar en este ranquin: “Es algo muy importante porque volvemos a estar entre los 10 mejores como lo habíamos hecho hace cinco años. Allí es donde realmente están las mejores parejas de clavadistas en el mundo”, comenta.

Para realizar este escalafón, la Federación Internacional de Natación (Fina) suma los cuatro mejores resultados que hayan obtenido las parejas durante los últimos 12 meses y saca un promedio que determina la posición de cada país. China, Rusia, México, Alemania y Cuba ocupan, en su respectivo orden, los primeros cinco lugares, y la pareja colombiana está en el sexto con 34.00 puntos.

Y esto llena de satisfacción al eafitense: “La actuación este año ha sido muy buena. Hemos estado en los Grand Prix de Canadá y Estados Unidos, donde obtuvimos el tercer lugar. También asistimos al World Series de México, donde fuimos invitados especiales por ser finalistas mundiales. Además, fuimos al Campeonato Mundial de Barcelona donde logramos estar en la final. Estamos satisfechos del rendimiento”.

Para este clavidista, con 16 años de experiencia en el deporte, es importante comenzar el ciclo olímpico por esta vía: “Este resultado es un buen aliciente para el duro camino que se viene. Nosotros estamos tranquilos con nuestro nivel, pero muy conscientes de que no hay nada asegurado. Llevamos tres años saltando juntos y esa experiencia que tenemos, nos va ayudar a lograr nuestra meta”, afirma.

Para poder clasificar a la cita olímpica, a disputarse en Brasil en 2016, los deportistas deben pasar por una serie de eventos que les otorgan puntos, tales como mundiales, Juegos Suramericanos, Centroamericanos, Panamericanos y Bolivarianos. La próxima cita de la pareja es en Perú, del 15 al 30 de noviembre, en la plataforma de 10 metros.

Entre el deporte y el estudio

Ser un deportista de alto rendimiento implica compromiso por parte de Víctor para poder mantener sus dos tareas equilibradas. Debido a sus múltiples eventos no ha podido dedicarle todo el tiempo que quisiera a su pregrado, pero a pesar de esto tiene la firme intención de adelantar sus estudios y convertirse en abogado.

Su vocación por esta carrera comenzó desde hace muchos años: “En el colegio siempre me incliné por la lectura, la historia, la política y sobre cómo se maneja el poder. Gracias a esto, adquirí un gusto especial por el tema social y me dieron muchas ganas de entender cómo funciona el mundo. Por eso que me incliné por el derecho”, señala.

Durante su estancia en la Universidad, algunas veces se ha visto obligado a dar una corta pausa a sus estudios, debido a viajes que pueden durar un par de meses. Sin embargo, gracias a su condición de deportista, recibe algunas ayudas que le permiten continuar de manera adecuada con sus estudios, tanto así que la Institución lo ha becado de manera completa gracias a sus éxitos deportivos.

“Estoy muy feliz porque al fin encontré un sitio donde están creyendo en el deporte y saben lo que es un deportista de alto rendimiento. Tuve la oportunidad de estudiar en otras universidades y realmente lo que tengo en EAFIT no lo he tenido en otros lugares”, comenta.