Políticas para la primera infancia buscan pasar del papel a la acción

​​Además de los líderes en cada uno de los programas para los niños, de orden local, regional y nacional, se contó con los invitados internacionales Costas Meghir (en la foto), profesor de la Universidad de Yale (Estados Unidos); y Orazio Attanasio, profesor de University College of London (Inglaterra). 

​​​Es un hecho que en Colombia ya se cuenta con programas que se enfocan en atender a la primera infancia.

La inquietud, que dejó el seminario Primera infancia en Colombia: logros y retos -que se cumplió en EAFIT el martes 29 de abril- tiene que ver con el cómo se asegurará el cumplimiento de esas acciones para erradicar temas tan preocupantes como la desnutrición infantil. Este encuentro contó con el respaldo de EAFIT, el Banco de la República, la Fundación Éxito, el Centro de Pensamiento Social y Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín.

En la capital de Antioquia, por ejemplo, se cuenta con el diseño de una política pública para esta población, que se articula con el trabajo que, en esta misma dirección, realiza la Gobernación de Antioquia y la Presidencia de la República, además de las iniciativas de entidades no gubernamentales.

El tema se abordó desde una perspectiva económica pues, según Germán Jaramillo Villegas, director de la Fundación Éxito, se debe hacer una apuesta por los niños como base del futuro, y allí las ciencias económicas tienen mucho que decir y aportar.

En esta discusión fue clave la presencia de invitados internacionales como Costas Meghir, profesor de la Universidad de Yale, quien socializó su experiencia de trabajo con la primera infancia, y su aplicación en el contexto colombiano. 

“Una parte importante de la investigación es cómo se puede mejorar e ir hacia adelante para replicar en otros lugares el programa que se hizo en Jamaica”, refirió Meghir. 

De acuerdo con el profesor Meghir, la clave para tener éxito en este tipo de programas es mirar la manera como se puede cambiar el comportamiento de los padres, de modo que se puedan trasformar las políticas de forma de vida para las comunidades más pobres. 

Por su parte, Orazio Attanasio, profesor de la University College of London, habló sobre La política para la primera infancia: el caso de Colombia, y coincidió en que "trabajar por los niños no es solo una cuestión ética o equitativa sino también económica".

Según Attanasio, los primeros años de vida de los niños son demasiado importantes para explorar, y los que tienen condiciones vulnerables van a tener efectos permanentes, como menos aptitudes para el aprendizaje, menores logros escolares y perores oportunidades laborales. 

“Las políticas para fomentar el desarrollo de niños vulnerables son instrumentos importantes para obtener efectos permanentes y sostenibles, y disminuir la desigualdad”, resaltó.

Sobre el caso de Colombia con el programa De cero a siempre, Atannasio opinó que es admirable que todas las políticas sean coordinadas en una única estrategia.

Si bien para él hay una ruta definida en términos de logros, sugirió que hay que evaluar cómo se hace su implementación, debido a que faltan evaluaciones sistemáticas, muchas iniciativas son empujadas sin evidencia, y muchas no son escalables por falta de recursos financieros y humanos.

En cuanto a los retos de las políticas de primera infancia en el país indicó que el diseño de políticas efectivas es muy complejo y la implementación a gran escala es difícil, principalmente por los costos, y que se necesita trabajar con los recursos humanos que hay en este momento en Colombia.

En vista de que consideró que es muy difícil determinar lo que funciona y lo que no, propuso que es fundamental evaluar políticas nuevas antes de lanzarlas a escala. “La medición es importante porque no es posible evaluar sin medir y aunque las encuestas son caras la falta de información es aún más costosa”, resaltó. 

En conclusión, planteó que las intervenciones en los primeros años de vida que están bien diseñadas y bien focalizadas pueden romper la trasmisión intergeneracional de la pobreza.

Programas para la primera infancia

Constanza Liliana Alarcón Párraga, coordinadora nacional de la Estrategia para la Atención Integral a la Primera Infancia de Cero a Siempre, fue la encargada de hablar de los avances del tema en el país.

En la introducción mencionó que el programa de Cero a Siempre, atención integral a la primera infancia, es una política pública, y afirmó que Colombia tiene dos décadas de trabajo al respecto.
 
“Es un tema del sector salud, social y educación, por lo que no es suficiente decir que es de cada uno, y hace parte de la agenda permanente”, precisó. Según la funcionaria, el programa busca lograr la concurrencia en la lógica de un mismo niño, con acciones con dos o tres compromisos por cada uno de los sectores. 

“No puede unificarse la oferta en un país de tanta diversidad. Las particularidades de los niños en primera infancia deben ser abordadas de una manera distinta, por lo que el gran reto es la diversificación de la oferta desde las lógicas regionales”.

Sobre los resultados en el tema de gestión territorial, anotó que se trabaja en la construcción de su propia ruta integral de atenciones en 25 departamentos y 300 municipios, mientras que la ruta que se espera seguir con el programa es transitar de una política de gobierno a una política de Estado.

De otro lado, Juan Carlos Buitrago Ortiz, gerente de Infancia, Adolescencia y Juventud del departamento de Antioquia, se enfocó en las acciones regionales, a partir  del programa Buen Comienzo de Antioquia.

“La inversión en primera infancia es la más rentable en Antioquia. Es un pilar fundamental en el proceso de desarrollo”, mencionó Buitrago Ortiz.

En su concepto, Buen Comienzo articula todo lo que se hace en el ámbito nacional, departamental y municipal, y uno los retos de la Gobernación de Antioquia es trabajar en la construcción de política pública de desarrollo infantil temprano. 
 
Paula Andrea Toro Alzate, coordinadora del Área de Planeación y Acceso del Programa Buen Comienzo, presentó la estrategia local que realiza la Alcaldía de Medellín.

“En 2004 se crea el programa buen comienzo por acuerdo municipal, en 2011 se crea la política pública de atención integral a la primera infancia y en 2013 se reglamenta la política pública de atención integral a la primera infancia”, expuso la funcionaria.

La apuesta, según ella, es universalizar la atención integral a la primera infancia y buscar la corresponsabilidad para la garantía de los derechos y el desarrollo integral de los niños de la ciudad.

Los entornos de atención a los niños son el familiar, que abarca las etapas de  gestación y el primer año, y de uno a dos años; el institucional y comunitario que se enfoca en los niños de dos a cuatro años, y la articulación a la escuela para niños de cinco años.

“La atención de los niños debe hacerse ya, en el presente, porque mañana ya no serán niños”, dijo Paula Andrea Toro, quien anunció que entre 2012 y 2014 se han inaugurado cinco jardines infantiles, hay tres en construcción y dos en estudio y diseños.

Según los datos poblacionales de 2014, 69.530 niños son atendidos en Buen Comienzo Medellín, además de 8.077 gestantes y lactantes.

Lina Cardona Sosa, investigadora del Banco de la República, presentó la Evaluación del impacto del programa Buen Comienzo, cuyos resultados se reflejan, por ejemplo, en el aumento de peso al nacer de los hijos de las madres participantes.

Otros aportes

Raquel Bernal Salazar, profesora de la Universidad de los Andes, presentó la Evaluación del Impacto de los Jardines del Icbf.