El Plan de Ordenamiento Territorial ya está en su recta final, pues tal como lo anunció Aura Marleny Arcila Giraldo, concejala de Medellín y coordinadora de ponentes del POT, el 29 de octubre vence el plazo para su aprobación en segundo debate.
Por esta razón, en EAFIT se dio inicio al primero de varios encuentros que tendrán lugar en algunas universidades de la ciudad, con el fin de que la academia y los ciudadanos puedan dar sus aportes antes de su aprobación en el Concejo de Medellín.
Este documento, que será la hoja de ruta para diseñar la ciudad del futuro, contempla 13 componentes como: amenaza y riesgo, servicios públicos, clasificación del suelo, estructura ecológica, espacio público, equipamientos, movilidad, centralidades y usos urbanos, sistema habitacional, adaptación al cambio climático, normas urbanas y rurales, sistema institucional y de gestión.
"El POT tiene componentes muy técnicos, y estamos seguros de que la academia tiene mucho que aportar", afirmó Jaime Cuartas Ochoa, presidente del Concejo de Medellín.
La primera parte del foro, denominada El reto de la naturaleza y la ciudad, estuvo moderada por Clara Inés Restrepo Mesa, directora del Jardín Botánico de Medellín, quien opinó que en el POT se combinan dos temas cruciales: la sostenibilidad y la inclusión social.
Esta sesión, a su vez, abarcó dos temas ¿Es posible tener un hábitat sostenible en el borde urbano? y ¿Cómo garantizar el derecho a la permanencia en un hábitat seguro en los bordes de Medellín?
Estos fueron analizados por William Álvarez Pérez, líder de Planeación Metropolitana Institucional del Área Metropolitana del Valle de Aburrá; César Mendoza, líder comunitario y miembro de la Fundación Sumapaz; y Juan Sebastián Bustamante Fernández, consultor del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT.
“Ante todo debemos entender el ordenamiento territorial como un asunto ambiental: cómo habitamos los ecosistemas y la naturaleza, y cómo podemos adaptarnos a las condiciones naturales sin transformarlas indiscriminadamente”, expuso William Álvarez.
Además, resaltó que hay que replantear el Cinturón Verde Metropolitano, porque este se ha entendido solo como jardín circunvalar con intervención de concreto, y su alcance va más allá.
“El sistema de jardín circunvalar es una intervención en un suelo de transición al cinturón verde, más no es el cinturón. Es una de las estrategias para intervenir buena parte de esta zona de transición y poder protegerla”, precisó.
César Mendoza, líder comunitario, anotó que en la construcción del POT la participación ciudadana es fundamental porque se trata de un problema de política social y política de ciudadanía mirada a futuro.
“El territorio es la cotidianidad y el habitante es quien la hace, pero los colombianos han delegado el tema de lo público a los políticos”, refirió.
Bustamante habló sobre la investigación Rehabitar la montaña, liderada por Urbam-EAFIT, en la que se plantea la implementación de estrategias de prevención y anticipación en zonas de riesgo en la ladera.
"Hay que entender los valores del paisaje de ladera para definir un hábitat adecuado”, explicó.
Y es que este tema tiene gran relevancia si se tiene en cuenta que 284 mil personas que habitan en las pendientes del Valle de Aburrá están en riesgo de deslizamiento, tal como lo advirtió el consultor de Urbam.
El agua, eje de los barrios
La segunda parte del foro: ¿Cuál será el papel de las quebradas en la vida de nuestros barrios? fue moderada por Alejandro Echeverri Restrepo, director de Urbam.
Los panelistas fueron Guillermo Penagos, consultor en sostenibilidad; Zoraida Gaviria, directora de la especialización en Gestión y Procesos Urbanos de la Escuela de Ingeniería de Antioquia; y Jorge Blandón, líder comunitario.
Blandón habló del papel de las quebradas y la sostenibilidad en un contexto cultural y social, y dijo que "el trabajo pedagógico es una tarea para aprender las visiones de lo técnico en lenguajes propios de la comunidad".
Por su parte, Guillermo Penagos, consultor en sostenibilidad, habló de la relación que tiene la quebrada con los barrios y opinó que el papel de esta fuente hídrica no está muy claro dentro de los parques lineales.
Para Zoraida Gaviria este es uno de los temas en los que más se debe avanzar en el nuevo POT, contemplando el tema de las quebradas, al ser estas un elemento central de esa sostenibilidad.
“Se deben orientar los procesos de ocupación del suelo hacia una ocupación de armonía con la naturaleza y el paisaje. Es necesario volver a crear la cultura de valoración de nuestro entorno”, dijo.
Y es que, según ella, aunque se trata de una gran ciudad metropolitana asentada en un valle muy bello, se tiene un proceso de ocupación altamente depredador.
Con el fin de lograr que Medellín sea una ciudad sostenible, Gaviria planteó que se debe procurar la valoración social del río, las quebradas, las laderas y los cerros tutelares como elementos destacados de la estructura natural y el paisaje del valle.
"Las quebradas son un elemento de inclusión social. Permiten construir un modelo de ciudad con las comunidades", expresó Gaviria.
Mayores informes
Alejandro Echeverri Restrepo
Director del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales de EAFIT
Teléfono: 574 2619500 Ext. 9114
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