El teatro universitario, el caracterizado por su orientación crítica y social sobre la problemática de un país que todavía convulsiona por las mismas razones de hoy, despuntaba en la década de los sesenta y catapultó lo que hoy llamamos Teatro Moderno Colombiano o Nuevo Teatro, encabezado por Enrique Buenaventura con El Teatro Experimental de Cali y Santiago García con La Candelaria.
Guardando las distancias obvias de aquel amanecer despuntando en la década de los sesenta, hoy nos cubre un eclipse nada lejos de la desaparición de lo que podríamos llamar teatro universitario y es que, el interrogante que se sigue planteando sobre las necesidades que satisfarían al tiempo el pensamiento universitario y el teatral en su sentido creativo es desde un punto de reflexión social con sentido crítico, reconociendo y, a la vez, reelaborando cimientos agrietados en su perspectiva histórica. En otras palabras, Escénica, pretenciosamente, busca hacer comprender, proyectar y dar apertura a un espacio que, como producto cultural, lleve a todas las instituciones partícipes a una profunda reflexión por el quehacer teatral re/instituyendo ideas, objetivos, sentidos críticos, formación de público, dado desde las formas de interacción entre todos los que compondrían el Festival y la influencia de sus propuestas artísticas a este ahora contemporáneo tan llevado de su parecer por el consumo compulsivo y lo mediático.
La realización de Escénica, sin lugar a dudas, sería una exposición de los cambios inevitables e ineludibles de la sociedad contemporánea que indaga sobre nuevas capacidades de un teatro político y crítico; no sobra exponer que las técnicas experimentales dadas por las perforaciones socio/culturales, llegadas como vanguardias del viejo continente son bienvenidas y hasta incitadas a que sucedan como expresión testimonial del surgimiento diversificado sobre el que ahora se mueven todas las estéticas recogidas en el concepto de teatro posdramático.
Para Escénica, el teatro aficionado universitario es esencial para dar cuenta de una sociedad hermética y mojigata, que maquilla con eufemismos comerciales lo que bien llamaríamos adoctrinamiento del pensamiento y de los actos creativos. Y es que, en esa industria titánica que refiere hacer teatro en un país que amordaza y venda las ideas que buscan transformar una sociedad de apariencias, el teatro aficionado universitario está eclipsando y Escénica ambiciona cambiar ese eclipse por un posible y colectivo nuevo amanecer. Como uno de los objetivos principales se quiere abrir un espacio de proyección, formación e interacción de los grupos de teatro aficionado universitario, en el que se reconozcan y se incentiven los procesos artísticos teatrales realizados al interior de las instituciones con los integrantes de la comunidad universitaria, en el marco de la realización del Festival Universitario de Teatro Aficionado de Antioquia.
Este Festival es concebido y organizado por las Universidades CES y EAFIT, con la alianza estratégica de la Fundación CasaTeatro el Poblado y el apadrinamiento del Festival Internacional de Teatro de Manizales.