Mamá y Carla discutían, no sabía por qué, estaba entretenida con mi muñeca. Ya no estaríamos en la casa vieja del hombre feo, iríamos con papá, lo conocería; estaba emocionada.
Un mes con papá, mamá no había regresado. Papá también era malo, aunque traía regalos y siempre había comida.
Le había preguntado a mi hermana por mamá, pero ella no contestó. ¿Cuánto tiempo debía pasar para que regresara? Papá daba miedo, mucho más que el hombre feo, cuando llevaba a Carla al sótano gritando.
Carla veía las noticias, era aburrido. Una imagen de mamá apareció, y ella subió el volumen. Le pregunté qué ocurría, pero me calló y empezó a llorar, no entendía nada. ¿Mamá ya estaba en camino?
Hoy tenía un vestido negro, mi muñeca también, y no me gustaba. Llovía mucho pero aun así estábamos allí, enfrente de ese montón de tierra.
- ¿Dónde está mama? - le pregunté, tirando de su mano.
- Está en el cielo, Juli.
- ¿Podemos ir al cielo para estar con ella?
Me sonrió con tristeza y empezó a llorar, la abracé. No quería que llorara. Dejé mi muñeca allí, para ver si mamá bajaba del cielo y volvía. La extrañaba mucho.