Cuando las personas aplican a convocatorias, para ocupar cargos dentro de las organizaciones, es común ver los efectos que producen los nervios, la ansiedad y el deseo por obtener una oportunidad para trabajar.
Si bien los procedimientos que siguen las empresas para contratar nuevos empleados son muy variados -pues además del filtro de las hojas de vida y la entrevista pueden incluir pruebas técnicas, exámenes de conocimientos generales y visitas domiciliarias, entre otros requisitos- la recomendación para quienes van a ingresar al mundo laboral o quieren cambiar de actividad tiene dos partes: la honestidad y la seguridad sobre las competencias propias.
Daniel Cardona Lema, psicólogo especializado que se desempeña en EAFIT como facilitador de los talleres de prepráctica, en el Departamento de Prácticas Profesionales, y como coordinador del seminario de inserción a la vida laboral, del Centro de Egresados, se refiere a algunos factores que son importantes para enfrentar un proceso de selección de personal.
Para él, la recomendación más general que puede dar consiste en que las personas deben estar conscientes de que las organizaciones evalúan un proceso completo y no una sola pregunta o paso, por lo que ser honesto y coherente con la información que se brinda es vital.
¿Qué es lo primero que debe hacer una persona que quiere obtener un trabajo?
Cada persona que ingresa a la vida laboral debe diseñar un perfil, algo así como una marca registrada.
Ese diseño debe empezar por preguntarse las razones por las que se está interesado en trabajar. Estos son los sueños y las metas que se quieren lograr con esa actividad.
También es importante hacer una evaluación personal de cuáles son esas aptitudes que habilitan al candidato para un trabajo específico en una compañía específica.
Para este perfil resulta conveniente redactar las respuesta a la pregunta “¿quién soy yo?” en términos de competencias que puedan interesar a una empresa: organizacionales, técnicas (o profesionales) y personales.
El perfil es la introducción a un documento más detallado sobre cada persona: la hoja de vida.
¿Qué debe contener una buena hoja de vida?
La hoja de vida es el primer encuentro subjetivo con un candidato. Es usual que quien la recibe por primera vez no es quien realiza los demás filtros, y ahí es donde es importante ser coherente y honesto.
Las hojas de vida tienen múltiples formatos, extensiones y tipos de contenido. Lo importante es que lo que allí se exponga tenga verdadera relevancia para el proceso de selección.
A veces, por el afán de conseguir empleo o por la presión de estar en un mundo tan competitivo, se cae en el error de escribir información que no está bien respaldada o que no es precisa.
En cuanto a extensión, lo clave es registrar aquellas actividades profesionales y académicas que sean más recientes y puedan significar un aporte para las actividades del perfil del cargo al que se opta.
Cuando una persona es muy joven, es muy valiosa cualquier experiencia laboral que posea. Cuando es una persona con mucha experiencia, es mejor dar cuenta de lo que más se relacione con su oficio.
Eso sí, en el caso de que la persona tenga producción intelectual, sí es muy importante registrar todos sus aportes, sobre todo para trabajos relacionados con la educación o la investigación.
¿Cómo preparar y encarar otros pasos del proceso de selección?
Aquí la palabra es coherencia. Para una entrevista o una visita es importante tener presente la información que ya se ha entregado a la organización, así como datos relacionados con la empresa y el cargo al que se aplica.
Por supuesto, la buena presentación personal, la puntualidad y la capacidad para seguir instrucciones son elementos que dan apoyo a la formación de una buena imagen.
También es útil separar los tiempos necesarios para cumplir con estas etapas del proceso.
Los nervios y la ansiedad son comunes en estos casos, ¿qué hacer para manejarlos?
El candidato debe estar seguro de lo que puede hacer y de los aportes reales que puede brindar a una empresa, y eso pasa por aterrizar en la realidad del mercado y conocer aspectos como las curvas salariales de la región, la experiencia y la formación que se tiene, la realidad de la organización a la que se aspira, el nivel y los alcances del cargo dentro de la compañía, entre otros.
Esto ayuda a entender que las competencias comprobadas de un candidato son útiles para un tipo de cargo y no para otro, o para un tipo de organización y no para otra.
En todo caso, es mejor entender que un cargo de mediano nivel también puede ser un medio para una posición más alta y que las habilidades propias pueden aportar en diferentes procesos.
Un espacio con herramientas para ingresar a trabajar
A finales de 2013, el Centro de Egresados ofreció un espacio a los eafitenses que estaban interesados en revisar diferentes aspectos de la vida laboral y obtener algunas herramientas para una adecuada inserción en esta etapa.
Este año, de acuerdo con lo que explicó Liliana Ocampo Agudelo, jefa del Centro de Egresados, se ofrecerá, con el nombre de seminario taller Emplearse, un ejercicio de liderazgo personal, encuentros en los que se abordarán tres temas que guardan relación con los profesionales y las empresas: branding personal, gerencia de sí mismo y propósito personal: una construcción desde la PNL y otras miradas.
“La Universidad siente la responsabilidad social con sus egresados de no solo aportar en la etapa de ubicarlos en un trabajo, sino de brindar herramientas para que su ingreso a esa vida sea adecuado, así se trate de quienes van a obtener su primer empleo o quienes van a buscar uno nuevo después de varios años de labor”, afirmó la directiva.
La invitación, entonces, es a estar atentos a la convocatoria que realizará el Centro próximamente