Dentro de la Pontificia Universidad Javeriana se encuentra un edificio de siete plantas que funciona como uno de los laboratorios audiovisuales más grandes del país. Se trata del Centro Ático, una unidad dotada de recursos tecnológicos que apoya los diferentes procesos académicos de esta institución.
Estudios de televisión, salas de entrenamiento, software de última generación, efectos especiales, diseño digital, y animación en 2D y 3D son algunas de las posibilidades que le ofrecen a la comunidad académica en las áreas audiovisual, virtualización y diseño digital, y servicios especiales.
Precisamente, la responsabilidad de una de esas líneas de trabajo recae sobre una eafitense. Se trata de María Mercedes Jaramillo Jaramillo, una egresada de Negocios Internacionales que, desde hace seis meses, asumió la coordinación audiovisual del Centro.
“Soy más o menos como una productora ejecutiva. Desde aquí podemos acompañar a las diferentes facultades, los procesos de formación y a los estudiantes en sus trabajos audiovisuales, y esa labor me apasiona”, dice la negociadora internacional.
Aunque lleva muy poco tiempo en este cargo, María Mercedes conoce la importancia de su gestión, y afirma que cuenta con la experiencia para diseñar y realizar proyectos exitosos.
En Ático, el 85 por ciento de la gestión está destinada a fortalecer la labor el académica, mientras que el 15 por ciento restante está dirigida al apoyo a clientes externos. La eafitense, por su parte, espera que desde ambos componentes se puedan realizar alianzas y alcanzar una cobertura nacional.
“Hace muy poco nos estamos dando a conocer en el medio, pero desde ya tenemos muchos sueños, sobre todo ahora que los cineastas más importantes del país están manifestando su intención de trabajar con nosotros”, comenta.
En la actualidad, ella y su equipo de trabajo se encuentran concentrados en el proceso de corrección de color de un documental sobre los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, y no descarta la posibilidad de trabajar más adelante en la filmación de películas que incluyan efectos especiales.
“Igualmente también espero trabajar con diferentes colectivos de la ciudad y el país, y lograr proyectos de alta calidad con personas que no tienen un fácil acceso a la tecnología”.
Memorias de su vida como estudiante
María Mercedes siempre tuvo claro que quería una carrera que le permitiera desempeñarse en múltiples funciones. Como ella misma lo afirma, no quería quedarse en una sola profesión, sino explorar sus diferentes capacidades.
“Siempre tuve afinidad con las artes y las culturas de otros países, y en el año 2000 ingresé a Negocios Internacionales en EAFIT”, recuerda.
Durante toda su carrera construyó grandes amistades con los estudiantes de Música. De aquellos años recuerda especialmente a Juan David Santander Syro, compositor y docente de la Universidad; León Giraldo Flórez, flautista; y los integrantes de las bandas Puerto Candelaria y Canecas Boy’s.
“Era tan grande la pasión por esos temas que, aunque realicé el énfasis en Relaciones Internacionales, de manera paralela asistía a clases relacionadas con historia de la música, literatura, artes, entre otras”.
Aun así, el tiempo le alcanzó para estar en el equipo de balonmano y en el Coro Universitario, antes de obtener su título en 2005 y viajar a Italia, para realizar su maestría en Gestión y Conservación del Patrimonio Cultural, en la Universidad de Siena.
“Antes de irme estuve trabajando en el Museo de Antioquia y cuando regresé decidí radicarme en Bogotá donde estuve vinculada al Museo Nacional y al Ministerio de Cultura. Siempre he estado relacionada con estos aspectos, pero después de un tiempo sentí que era necesario un cambio”.
Fue así como se postuló a una de las convocatorias del Centro Ático y contó con la suerte de quedar seleccionada como coordinadora audiovisual.
Ahora, está convencida de que la carrera de Negocios Internacionales le aportó las herramientas para administrar y gestionar, e igualmente, para tener un panorama más global de las situaciones.
“Pero creo que sin duda, el aprendizaje más importante que me dejó el paso por la Universidad fue la disciplina, el rigor y la capacidad de trabajar en equipo, lo que ha sido de gran ayuda para mi día a día”, opina.