El 2016 apenas llega a su segundo mes y la incertidumbre económica que se proyecta sobre decisiones tan sencillas como adquirir un computador portátil a través de internet, echar gasolina al auto o comprar un par de zapatos, ya tiene a muchos colombianos quebrándose la cabeza acerca del futuro de sus inversiones y decisiones financieras.
Y es que con una reforma tributaria que podría ser presentada este año al Congreso de la República, en cuya elaboración se analizan propuestas de la Comisión de Expertos —creada en 2014 mediante la Ley 1739—, como el aumento de hasta el 19 por ciento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la declaración de renta por parte de quienes devenguen un salario de $1.5 millones o superior, algunos análisis de expertos auguran para la economía en Colombia una época de vacas flacas.
Así lo considera Hugo López Castaño, profesor del Departamento de Economía de EAFIT y exgerente del Banco de la República regional Medellín, quien resalta la importancia de fenómenos como "el deterioro del balance comercial y la cuenta corriente; la fuerte baja en las exportaciones de petróleo, carbón y otras materias primas y productos, y la caída de las entradas de capital al país", como principales causas y, a su vez, síntomas de la actual desaceleración económica.
Dicho panorama obedece a que el desempeño de la economía del país, durante 2015, estuvo marcado por una devaluación inusualmente alta y un nivel de inflación superior a la meta pronosticada del 3 por ciento y alcanzó el 6,77.
En palabras de Álvaro Hurtado Rendón, coordinador administrativo de la maestría en Economía de EAFIT, a esto se sumó un crecimiento económico del 3 por ciento, inferior al potencial colombiano (4,5 por ciento), lo que demostró la capacidad del país para soportar los embates de la economía global. "Somos una de las economías mejor libradas en el contexto de los sucesos mundiales: eso si hablamos de la desaceleración de China, los problemas de la Unión Europea y las volátiles economías de países de América Latina como Argentina y Venezuela".
Lo cierto es que la caída en el precio del petróleo trae consigo efectos negativos para países exportadores de crudo como Colombia, cuyo Gobierno debe pensar en la manera de llenar un enorme hueco fiscal, en este caso, a través de una reforma tributaria estructural que, según los expertos, entraría en vigencia el próximo año y se sentirá en los bolsillos de ciudadanos y contribuyentes.
Temas cotidianos para replantear
Pero los esfuerzos por solventar la desaceleración no se quedan en las sugerencias a analizar por parte del Congreso. Ya en el plan financiero para 2016, que presentó el Gobierno en diciembre pasado, Mauricio Cárdenas Santamaría, ministro de Hacienda y Crédito Público, anunció un recorte de $3,5 billones del presupuesto nacional aprobado en octubre pasado por el ente colegiado, este último cercano a los $215,91 billones.
Los expertos coinciden en que a estas medidas para atajar la inflación, el Banco de la República aportaría su grano de arena, a través del aumento de la tasa de interés al 6 por ciento para desincentivar el consumo, lo que podría poner a pensar a quienes quieran adquirir crédito para vehículo o vivienda.
Al respecto, el profesor Hurtado Rendón no recomienda comprar vivienda "mediante créditos soportados en una tasa de interés fijada sobre la Unidad de Valor Real (UVR), ya que el valor de la cuota en estos fluctúa con la inflación. Y en referencia a los créditos de libre inversión, es mucho menos recomendable acceder a estos, porque se aplica la tasa de usura: la más alta del mercado".
Respecto a créditos para estudiar, sugiere no utilizar los canales tradicionales y recurrir a opciones que ofrecen el 0 por ciento de interés o la condonación del crédito mediante trabajo. En el rubro viajes, los nacionales se hacen más atractivos debido a la creciente revaluación del dólar, lo que también afecta las compras a través de internet.
"Si mis compras son en el exterior, mientras el petróleo siga manteniendo esos precios bajos, la correlación negativa entre este y la devaluación del dólar hará que los bienes importados sean cada vez más costosos. Además, la reforma tributaria también podría afectar este tipo de bienes, si son de consumo, incluso si son nacionales", advierte Hurtado.
Optimismo
No obstante, y a pesar de los pronósticos, los expertos no solo insisten en que las medidas son las acertadas en estos momentos de creciente inflación, sino en que las predicciones son positivas en el mediano plazo.
Carlos Esteban Posada Posada, también profesor del Departamento de Economía, reitera que si no se aumenta el IVA y el Gobierno no reduce los gastos deberá pedir más dinero prestado y aumentar así la deuda pública. Para él, lo ideal sería reducir el gasto para incrementar la producción en los próximos años, "pero si no se puede reducir el gasto es necesaria una reforma tributaria, pues los ingresos públicos son insuficientes. El aumento del IVA puede ser la opción antes de hacer lo más dañino: subirle los impuestos a las empresas".
Por su parte, el profesor Hugo López Castaño destaca que, a pesar de la desaceleración de la economía, el desempleo y la informalidad bajaron en el segundo semestre del año pasado, y ya se notan alzas en los salarios de los trabajadores no calificados. Sin embargo, advirtió que frente a dichos incrementos salariales lo más seguro es esperar un alza en los índices de desempleo cuando "los empresarios empiecen a desacelerar el empleo, lo que podría agravarse con el alza en el salario mínimo real".
El hecho de que el ministro Cárdenas ha reiterado que los productos de la canasta familiar no serán gravados, puede indicarle a algunos que hay un toque de optimismo a la receta y, si se tiene presente que Colombia es uno de los pocos países sin crecimiento negativo después de la crisis del año 2008, con un déficit fiscal sostenible y niveles de inflación por debajo del 10 por ciento, puede dar razón a la postura de los expertos que no predicen un descalabro de la economía local.
"La situación es difícil, pero la economía todavía presenta crecimientos positivos y sigue siendo una de las más estables en América del Sur, sin mostrar grandes fluctuaciones económicas. El crecimiento permanecerá muy cercano al del año pasado, 3 por ciento, que sigue siendo una cifra interesante, mucho más con las condiciones difíciles de la economía mundial", puntualiza Álvaro Hurtado.
Recomendaciones a los ciudadanos
Los expertos advierten que los aportes de los ciudadanos a la desaceleración empiezan por no incurrir en prácticas como la evasión fiscal y tener claro cuál es su capacidad de endeudamiento. Ser conscientes también de que con el fenómeno de El Niño algunos bienes incrementan su valor, por lo que deberán buscar los sustitutos más cercanos dentro de la canasta familiar cuyo precio no esté variando tanto.
La gasolina no baja
Aunque el precio del petróleo sigue cayendo, el de la gasolina no responde de igual manera, lo que, de acuerdo con Álvaro Hurtado Rendón, coordinador administrativo de la maestría en Economía de EAFIT, obedece a que la fórmula del Gobierno presenta unas asimetrías muy grandes: "cuando hay fenómenos de alza del precio del petróleo el mecanismo de transmisión se le traslada rápidamente a la gasolina pero, cuando hay caídas, el fenómeno es asimétrico y existe lo que se llaman inercias en la fórmula del precio de la gasolina, que hace que se traslade con ciertos períodos de retraso", aclara el experto.
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT
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