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Opinión / 12/02/2021

La economía en un vistazo

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Imagen de Tayeb MEZAHDIA en Pixabay​​​

​La economía empieza a recuperar tracción a finales de enero, en medio de la cautela de los agentes. La venta de ISA y el plan de estímulo del gobierno Biden, son las noticias destacadas de la semana​​​.


¿Qué ha pasado en la economía?​​

La caída del 9% de las exportaciones en diciembre, con un desempeño sin embargo muy destacado del grupo de “agropecuarios, alimentos y bebidas”, que creció el 32,9%; y una inflación de 0,41% en enero, que redujo levemente la variación anual al 1,6%, son los datos más importantes de una semana de grandes decisiones, tanto externas como internas. En efecto, el congreso de los Estados Unidos dio su primera aprobación al plan presupuestario que servirá de base al paquete de estímulos del gobierno Biden, por 1,9 billones de dólares, una cifra que excede ampliamente los planes de estímulo implementados en la gran recesión o en el inicio de la pandemia, en tanto que, en Colombia, el Ministerio de Hacienda anunció la aceptación de la oferta que hizo Ecopetrol, para adquirir las acciones de la Nación en ISA, una de las empresas más destacadas de Latinoamérica.

Las exportaciones cayeron en el año de 39.489,2 millones de dólares en 2019, a 31.056,6 en 2020, con una contracción del 21,4%, pero las exportaciones del grupo de “agropecuarios, alimentos y bebidas” (que representaba el 18,6% de las exportaciones totales en 2019), cerraron el año con un crecimiento del 6,9%. Ello señala a las claras la dirección que deben tener los esfuerzos de redireccionamiento de la economía, en la fase de post pandemia, como se analiza en la sección 2 de este informe. 

La inflación, por su parte, refleja fuerzas divergentes: algunas presiones de costos, en el caso de alimentos, combinadas con debilidad de la demanda en servicios y vestuario. Conforme se fortalezca el proceso de recuperación, y se despliegue la vacuna, la inflación anual volverá a niveles superiores al 2%, pero probablemente todavía inferiores al 3%, manteniéndose por ello un espacio para una política monetaria de carácter expansivo, evitando el riesgo que parece dominar ahora la perspectiva mundial: el riesgo de un retiro abrupto de las políticas expansivas, que podría arruinar la recuperación tan necesaria y anhelada.

El precio del petróleo que, en el caso de la referencia Brent se acerca a los US$60 pb., y la debilidad del dólar ante las monedas del mundo, haría probables tasas de cambio en el rango de $3.500-$3.600, compatibles con limitadas presiones de costos en el futuro inmediato.

Así las cosas, la recuperación que empieza a tomar de nuevo forma desde finales de enero, y que se muestra en los gráficos 1, 2 y 3 (representativos, respectivamente, del indicador semanal de PIB que calcula la OECD para Colombia, del consumo de electricidad y de la movilidad de Google), irá consolidándose, en un entorno de políticas mundiales expansivas, y de relativa tranquilidad fiscal, por efectos de la venta de ISA a Ecopetrol.

El camino de la recuperación será, sin duda, complejo, pero las señales positivas deberán ser aprovechas con inteligencia por el gobierno, para liderar un gran acuerdo nacional, que modifique la estructura de cobertura de riesgos de la población (salud, vejez y precariedad económica), que redefina la estructura productiva del país y los mercados laborales, y que transforme un sistema tributario extractivo y dominado por conductas de “free riders”, en un esquema coherente de participación social en la construcción de un futuro promisorio.

Gráfico 1.


Fuente: OECD. http://www.oecd.org/economy/weekly-tracker-of-gdp-growth/.

Gráfico 2.


Fuente: XM. http://portalbissrs.xm.com.co/dmnd/Paginas/Comercial/demcom.aspx.

La venta de ISA podría representarle a la Nación, cerca de 14 billones de pesos, 1,4% del PIB, lo que aliviaría las presiones fiscales, permitiendo un trámite mucho más expedito de unas reformas que, dicho sea de paso, no puede aplazarse por efecto de esa venta. Es, como han dicho algunos, una jugada maestra desde el punto de vista de las finanzas públicas, qie despeja, sin duda, un panorama de otra forma complicado. Pero por supuesto, no está exenta de retos y de riesgos. El primero, asociado a las definiciones estratégicas que deben tomarse, en lo relativo al desarrollo futuro del grupo Ecopetrol, una vez integrada ISA a él. Podría haber limitaciones regulatorias para realizar simultáneamente labores de transmisión y operar otros segmentos del mercado eléctrico, aunque ya el artículo 298 de la ley del Plan de Desarrollo ha abordado el tema. Pero en todo caso, sin duda, las transformaciones disruptivas que vive el sector energético en el mundo obligarán a avanzar rápidamente en nuevas definiciones, relativas a la estructura de los sectores energéticos y de las empresas y grupos que participan en ellos.

Gráfico 3.


Fuente: Google. https://www.google.com/covid19/mobility/.

En segundo lugar, será necesario precisar los principios de gobierno corporativo, que se aplicarán a ISA en el seno del grupo, toda vez que una de las más importantes características de la empresa es la excelencia de su gobierno corporativo. 

Y, por último, será necesario analizar con cuidado el destino de XM, la empresa operadora del mercado, que hoy forma parte de ISA, pero cuya independencia, piensan algunos, podría entrar en conflicto con los desarrollos futuros del nuevo grupo energético resultante de la adquisición.

Las perspectivas indican, por lo demás, que el inicio del proceso de vacunación representará también un alivio para la confianza de los consumidores, lo que, aunado a un panorama más despejado en las finanzas públicas, permitirá concentrar la atención en los grandes temas del futuro: equidad, crecimiento y transformación productiva. 

Las prioridades del futuro

El país tiene tareas inmensas por delante: repensar su sistema de aseguramiento social, para garantizar un nivel de bienestar básico que cobije a toda la población ante los riesgos de enfermedad, vejez y precariedad económica; emprender una transformación productiva profunda que, aprovechando las fracturas del presente en las cadenas de abastecimiento mundiales, defina nuevas formas de inserción en la economía global; dinamizar los mercados laborales, afectados por un alto desempleo estructural pero también golpeados por la pandemia y por la transformación profunda que se ha acelerado  partir de ella y de la cuarta revolución industrial, con los cambios en la digitalización, la virtualización y la robotización que lleva aparejados; y hacer realidad una reforma profunda del sistema tributario, para hacerlo más justo y equitativo, pero también, más eficiente y menos excepcionalista.

El país debe crecer más, a tasas muy superiores al 3%, para hacer sostenible un sistema comprensivo de aseguramiento social que aleje los fantasmas del descontento social y del populismo. Para ello, debe convertirse en una economía más compleja, en la que Misiones ambiciosas de conquista de mercados estén al orden día, y en la que se reemplacen las formas tradicionales de ayuda estatal por alianzas misionales estratégicas, en las que el estado y los empresarios trabajen mancomunadamente para desarrollar nuevos sectores productivos, para enfrentar riesgos y nuevas formas de incertidumbre; para fortalecer mercados de capital humano, de capital físico y capital financiero; y para impulsar el desarrollo de la productividad y de la competitividad. Este es el momento, por las oportunidades que se generan en la recomposición de alianzas y bloques comerciales en la economía global; y las condiciones internas están dadas, porque la pandemia ha golpeado en todos los niveles de la sociedad, mostrándonos las vulnerabilidades que nos agobian como sociedad. Somos además ricos en aquellos recursos que marcarán una diferencia futura profunda en el desempeño económico: ricos en tierra, en activos ambientales, en fuentes de energía renovables. Quizás no haya habido momento como este en la historia del país: una confluencia de oportunidades y recursos que difícilmente tendremos en el futuro. Es pues nuestro momento y no podemos desperdiciarlo.

El contexto internacional
Las proyecciones del Fondo Monetaria Internacional han ido mejorando sutilmente, respecto a las que habían sido divulgadas en octubre de 2020. Tras una caída del 3,5% en la economía global en 2020, el mundo crecería el 5,5% en 2021, con una mejora del 0,3% respecto al anterior pronóstico.

Pero el gráfico 4, que muestra el crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2020, respecto al mismo período del año anterior, para un conjunto de países seleccionado de las estadísticas de la OECD, muestra todavía desempeños heterogéneos: China crece ya a tasas apreciables, en tanto la Unión Europea y la Zona Euro presentan crecimientos negativos muy significativos. Los riesgos de rebrotes y de nuevas cepas del virus, y los problemas de despliege rápido de la vacuna a nivel mundial, siguen gravitando sobre el ánimo de los agentes económicos, llamando a la prudencia. No obstante, es notoria también una actitud de cautela de las autoridades económicas: tanto el Fondo Monetario Internacional, como el Banco Central Europeo advierten de los riesgos de un retiro rápido y abrupto de los estímulos vigentes1. La señora Yellen, secretaria del Tesoro en Estados Unidos, resalta la importancia del paquete de estímulo del presidente Biden, señalando que sólo con medidas como esa, podrá recuperarse el pleno empleo en 20222.

Es pues un momento complejo, en el que tiende a primar la esperanza, pero en el que los riesgos siguen siendo gigantescos.

Gráfico 4.


Fuente: OECD. https://data.oecd.org/gdp/quarterly-gdp.htm#indicator-chart. 

Esta semana en cifras

Para la presente semana, se espera la divulgación de los datos de informalidad laboral, con probables aumentos de la misma, y los resultados sectoriales de las encuestas de industria, comercio y servicios, y las primeras cifras sobre la construcción, con resultados seguramente mixtos, como lo anuncian los indicadores referidos en la primera sección de este informe. Los datos del PIB están programados para la tercera semana del mes, y allí se despejarán las incógnitas acerca de la velocidad de la recuperación. 

 1 https://www.portafolio.co/internacional/lagarde-confia-en-la-recuperacion-economica-en-2021-548905. 
 2 https://www.ft.com/content/7f25f8af-0d8e-41c8-a363-34f476410290. 

Última modificación: 12/02/2021 9:17

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