Empezó a cantar desde niña. Por eso, decidió estudiar música y convertirse en cantante profesional. Ya en la universidad, Natalia Vanegas Castillo, cantante lírica profesional y estudiante de la maestría en Música de EAFIT, se enamoró de la música clásica: "lo que más me enamora es que es un medio por donde puedo liberar lo que siento", explica. Es que para Natalia, cantar ópera significa la expresión de los más profundos sentimientos humanos.
"En la vida cotidiana te enseñan a ser educado con las personas y a controlar los sentimientos, a no demostrar que estas enamorada porque, ¿qué pensará la otra persona? Vivimos en un mundo que nos limita, pero cuando canto ópera exagero mis sentimientos, rabia, frustración, tristeza, alegría y no me siento juzgada".
Escogió EAFIT para su maestría porque, después de buscar universidades internacionales, se dio cuenta de que no era necesario irse del país, pues según afirma, en EAFIT está en el conocimiento. Así, Natalia ha conocido a muchas personas en la Universidad que se lo han confirmado: "conocí a Andrés Gómez, maestro de piano y a Sandra Caicedo, maestra de canto del pregrado, quienes me enamoraron con su conocimientos, son muy capaces".
También, en EAFIT, conoció a su maestro, el cantante alemán Detlef Hans Wilhelm Scholz. "Yo ya había oído hablar de él, por estar en el medio de la música clásica, pero no lo conocía y, para mi fortuna, ha resultado ser la mejor opción. Él es la personificación del amor hacia la música, transmite siempre todo el amor y el respeto hacia profesión, además de que nos enseña cómo la voz debe estar al servicio de la música, no al beneficio personal".
Esta eafitense, caleña y apasionada, está dedicada completamente a la música: canta, enseña y aprende. Trabaja en una escuela de música y está en su segundo semestre de maestría. Además de ser la actual ganadora del Concurso de Canto Lírico Fundación del Artísta Colombiano -que se realizó en Cali el pasado 4 y 5 de abril-, Natalia ha participado en otros dos concursos: uno en Bogotá y otro en España.
"Siempre creo que no paso de la puerta, pero me di cuenta de que uno no concursa para ganarse un premio sino para llevarle a la gente lo que uno le puede dar. En el caso del Primer Concurso de Canto Lírico, lo que me animó fue la oportunidad que se le daba a mi ciudad de llevar más cultura a los caleños".
Natalia dice que después de haber ganado el concurso la gente se ha interesado en ella más que nunca: todos la felicitan y la llaman los medios de comunicación para hacerle entrevistas. Pero lo que a esta cantante eafitense realmente le satisface es saber que a la gente le gusta lo que hace y que todos los días está mejorando en su arte.