La ciencia de la miel
Visitemos el interior de una colmena para descubrir el fascinante proceso en el que se produce la miel
Uno de los atributos por los que las abejas son más reconocidas es por la capacidad de fabricar miel. Este dulce elixir resulta de la profunda co-dependencia entre las abejas y las flores. Las abejas polinizan las flores posibilitando la reproducción de las plantas, quienes como recompensa les dan polen y néctar, que son el alimento de estos maravillosos insectos. Desde que recogen los regalos de las flores hasta que se genera la miel hay un fantástico proceso con el que las abejas nos demuestran su inteligencia grupal. En este artículo veremos de qué se trata:
La miel para las abejas
La miel para las abejas es de vital importancia debido a que con ella pueden procesar los granos de polen recolectados y alimentarse en ciertos periodos de crecimiento. El polen es considerado el alimento elemental de la larva de abeja, mientras que los adultos consumen más néctar que polen. Tanto el polen como la miel son productos que las abejas transforman y usan para suplir diversas necesidades, convirtiéndolo en un proceso maravilloso.
La fábrica de los panales
Una vez terminan de pecorear, es decir, de recolectar polen y néctar de las flores, las abejas entregan estos productos en la colmena para que inicie el proceso de transformación. Si pensáramos en los panales como si fueran fábricas, estas tendrían dos líneas de producción: una para el néctar y otra para el polen. Veamos el proceso de transformación de estos materiales:
De néctar a miel
Las flores producen un líquido compuesto por nutrientes y sustancias aromáticas llamado néctar, esto tiene el objetivo de seducir con su olor a animales polinizadores como las abejas. Las abejas absorben con su lengua el néctar de las flores que visitan, luego lo introducen en su buche y vuelven a la colmena para entregarlo a las obreras jóvenes que se encuentran más cercanas a la entrada de la colmena.
Luego, en el interior de la colmena, rápidamente las obreras se ponen a trabajar para convertir el néctar en miel, ya que se debe rebajar el porcentaje de humedad: el néctar entra a la colmena con un porcentaje de humedad del 60%, y las abejas se encargan de reducir ese porcentaje a un 16%. Este procedimiento es muy importante para la consistencia y la “calidad" del dulce y nutritivo producto final. Este proceso puede durar varios días, dependiendo principalmente de la humedad y temperatura del exterior. Para esta tarea las abejas no están solas: dentro de la colmena hay microorganismos que se encargan de transformar la miel por medio de sustancias químicas que influyen en gran medida en su sabor y propiedades medicinales y terapéuticas.
La transformación del polen
El polen son granos minúsculos que producen las plantas con semillas para fines reproductivos y son un elemento básico de nutrición para las abejas, pues contiene sustancias grasas, minerales y proteínas. Este valioso polvo es recolectado de las flores por las abejas y es trasladado en un recipiente especial, llamado corbícula o “cesta", que las obreras tienen en el tercer par de patas. Cuando llega al panal, el polen es depositado en los paneles de cera, las abejas le adicionan enzimas para posteriormente cubrirlo con una capa de miel, dando inicio al proceso de fermentación. Así como pasa con las uvas que se convierten en vino, la fermentación permite que los granos de polen se conviertan nuevos productos derivados de las abejas. Luego de unas semanas el polen se transforma en lo que algunos apicultores denominan pan de abeja, que es de suma importancia para las ellas ya que es su fuente de alimento más completa en nutrientes, siendo así el producto más complejo que fabrican estos increíbles animales.
El polen es sumamente importante no sólo para la vida de las abejas sino también para la reproducción de diversas especies de plantas. Para conocer un poco más sobre el proceso de polinización, te invitamos a visitar este sitio web. Gracias al proceso de polinización muchas abejas pueden dispersarse de planta en planta, facilitando así la reproducción y diversificación de especies. Así pues, el papel que cumplen las abejas en el ecosistema es vital para el ciclo de vida de todos los organismos vivos.
Usos:
Dentro de los múltiples usos de la miel de abejas se encuentra su función como cicatrizante, se puede aprovechar en mascarillas faciales, como fuente de energía rápida, en la prevención de infecciones en heridas y quemaduras superficiales, y como ingrediente fundamental para combatir los síntomas del resfriado común.
La labor indispensable que cumplen las abejas es vital para todos los seres vivos, pues sin ellas la vida en la tierra sería insostenible. Su importancia va más allá de los productos que consumimos, y conocerlas nos permite no solamente ser más empáticos, sino comprender lo mucho que dependemos de ellas para que nuestro planeta esté en equilibrio para todas las generaciones de seres vivos que están por venir.
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