Su enfoque es productivo, pero lo social también es fundamental. El proyecto de desarrollo rural Efecto Cacao se abre paso en el agro colombiano, permitiendo a los pequeños agricultores cacaoteros capacitarse y proyectarse en el mercado internacional del grano, al potenciar la productividad de sus fincas y cultivos.
El proceso, que se extenderá hasta 2024, es una Alianza Global para el Desarrollo (GDA), promovida por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (Usaid), Luker Chocolate, Fundación Luker, Enel-Emgesa, Fundación Saldarriaga Concha y EAFIT, en la que asociaciones agrícolas de municipios del Bajo Cauca y Urabá antioqueño, y de otras comunidades campesinas en los departamentos de Huila y Tumaco, serán capacitadas para fortalecer esta cadena productiva.
Se trata de una alianza relacionada con ofrecer a los productores y sus familias, en sus territorios, unas alternativas de vida digna, un mejoramiento de sus ingresos y de las condiciones de desarrollo económico y social de una manera sostenible. A finales de 2019 se presentaron los resultados del primer año de implementación, entre ellos se registraron 557 productores formados y 821 personas cualificadas en emprendimiento con enfoque de género.
Efecto Cacao espera pasar de una productividad de 350 kilos a 800
por hectárea en los próximos cinco años.