Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Un umbral de lluvias propio para el Valle de Aburrá

​​​La investigación de Tommy González Zapata, geólogo de EAFIT, rebatió el umbral de lluvias que se venía utilizando en Medellín para emitir las alertas ante posibles deslizamientos. El estudio, que tuvo en cuenta variables locales, fue premiado como el mejor trabajo de grado por la Sociedad Colombiana de Geología.

​Rafael Alonso Mayo
Colaborador / Trabajos de grado​

Para dimensionar su alcance e impacto, basta decir que con los resultados de su trabajo de grado se podrían salvar muchas vidas en Medellín y en el Valle de Aburrá. ¿Por qué? Por una razón: las autoridades encargadas de emitir alertas tempranas ante posibles deslizamientos en sectores de ladera de la ciudad podrían hacer pronósticos más precisos y obtener resultados más efectivos.

Sí, en suma, se evitarían más tragedias como las ocurridas en los últimos años, gracias al interés de Tommy González Zapata por abordar un tema que, en el enfoque de la geología ambiental, se denomina “gestión del riesgo”, donde se investigan asuntos relacionados con la vulnerabilidad que tiene la sociedad frente a las amenazas naturales.

Y fue esta visión la que hizo que este eafitense recibiera el premio al mejor trabajado de grado de geología del país por su estudio Definición de umbrales críticos de lluvia, como detonante de movimientos en masa en el Valle de Aburrá. El reconocimiento lo otorgó la Sociedad Colombiana de Geología, en 2011.

La idea del trabajo de grado nació de su experiencia laboral en el Sistema Municipal para la Atención y Prevención de Desastres (Simpad), de la Alcaldía de Medellín, a donde este geólogo ingresó a finales de 2007 para realizar su práctica profesional. Allí, su labor consistía en salir al campo y evaluar eventos potencialmente desastrosos o que representaban una posible amenaza para las personas, la infraestructura u otro tipo de servicio.

Con información de primera mano y el apoyo de Luz Yaneth Mejía, coordinadora operativa del Sistema, pensó en desarrollar su investigación en un tema relacionado con los movimientos en masa. Era la manera de hacer algo útil para el Simpad, para su formación y para la Universidad. Lo acompañó como asesor el geólogo Edier Aristizábal Giraldo, quien venía investigando sobre los umbrales de lluvia en Medellín.

Un umbral de lluvia es el límite máximo o mínimo que determina la posibilidad de que ocurra o no un deslizamiento de tierra o un movimiento de masa. El eafitense quería determinar qué cantidad de lluvia es la que incide en Medellín y el Valle de Aburrá para que ocurra un deslizamiento.

Otra motivación era que el umbral utilizado aquí y en la región, a través del Sistema de Alertas Tempranas de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata), era elaborado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

“Lo que se hizo fue traerlo igualito y aplicarlo para generar nuestras alertas”, cuenta Tommy, quien recibió su título de geólogo en marzo de 2011.

Esta situación le llamó la atención porque son regio - nes y climas muy diferentes, y ni hablar del nivel de lluvias. “En teoría, no tendría por qué decirse que un umbral que se utilice en Estados Unidos pueda funcionar aquí en Medellín o en cualquier parte de la franja del trópico”, ex - presa el investigador y añade: “Aquí mismo, dentro del Valle de Aburrá, no llueve lo mismo en Bello que en Caldas y apenas estamos separados por 10 kilómetros”.

El proceso para determinar el nuevo umbral


En un deslizamiento, explica González Zapata, intervienen factores como las propiedades del suelo, las rocas, la pen​diente, todos estos intrínsecos del terreno. También hay factores externos como los sismos o la lluvia.

Su hipótesis era, entonces, considerar o rechazar el umbral que hasta el momento se venía utilizando para emitir las alertas ante posibles deslizamientos.

La manera de definir el umbral de lluvias ya ha sido investigado en países como Brasil, Japón o Italia, que también sufren afectaciones por deslizamientos o derrumbes. Hay dos maneras de definirlo: a través de métodos físicos y conceptuales, o de métodos empíricos y estadísticos. Tommy y su asesor se decidieron por el segundo.

El aporte más valioso es la practicidad del resultado, de saber que se puede considerar e implementar dentro de un sistema de alerta temprana para la región.​

​Para el método estadístico, el investigador debía jugar con dos variables: intensidad de la lluvia y duración. Es decir, cuánto llueve y en cuánto tiempo, lo que se determi - na por el número de milímetros de agua que cae.

En su investigación requirió el registro acumulado de los últimos 19 años de lluvias (1989- 2008) en la ciudad y en el Valle de Aburrá, así como de los movimientos en masa ocu - rridos en ese tiempo. Para esto, utilizó información del Área Metropolitana y de las Empresas Públicas de Medellín (EPM).

Dentro de la metodología comúnmente utilizada se considera la lluvia acumulada a corto plazo, es decir, del último día o de los dos, tres o cinco días posteriores al deslizamiento. Luego, se toma la información de los últimos 10, 15, 20 días o un mes y se empiezan a ver las tendencias y a definir el umbral de lluvias que ocasiona un deslizamiento.

La implementada en el Siata utilizaba una combinación de tres días de lluvia acumulada, más los 15 días de lluvia anteriores. Con esos rangos de lluvia analizados durante esos 18 días se generaban o no las alertas que se categorizan en baja, media y alta.

Con la información procesada se hicieron todas las combinaciones posibles de lluvia acumulada con base en los movimientos de masa ocurridos durante el tiempo de - terminado en la investigación. Una vez finalizó todo este proceso encontraron que para Medellín y el Valle de Aburrá cabe, más o menos, una combinación de lluvia acumulada de 5 días contra 60, es decir, dos meses anteriores a un movimiento de masa.

Esto quiere decir, en palabras más sencillas, que un deslizamiento estaría explicado por la cantidad de lluvia que cayó durante los últimos cinco días anteriores al evento, más los dos meses posteriores a este.

Para llevar esta investigación a feliz término, el geólo - go y su asesor debían resolver un escollo: la disponibilidad de información existente para la ciudad y el Valle de Aburrá no era lo suficientemente rigurosa con relación a las lluvias y deslizamientos ocurridos en las últimas dos décadas.

Eso, quizás, haya generado algunas limitantes que puedan dar márgenes de error considerables. Pero, como lo indica Tommy, la idea no era construir algo absoluto, sino iniciar esta línea de investigación y realizar un aporte que contribuya a refinar el tema.

“El aporte más valioso es la practicidad del resultado, de saber que se puede considerar e implementar dentro de un sistema de alerta temprana para la región, lo que se convierte en un umbral que, si bien debe ser refinado, también es novedoso porque tiene las caracte - rísticas para el Valle de Aburrá, con información nuestra, ajustado lo mejor posible a las características topográficas y de relieve”, opina.  ​

La mejor investigación ​​de Colombia


Y fue por esta investigación que un día Tommy Gonzá - lez recibió una llamada de Geovany Bedoya Sanmiguel, jefe del pregrado en Geología de EAFIT, anunciándole la postulación de su estudio a la cuarta edición del premio Ricardo Lleras Codazzi que, cada dos años, otorga la Sociedad Colombiana de Geología, durante el Congreso Nacional de Geología.

Al hablar de la pertinencia de este trabajo de grado, Bedoya Sanmiguel manifestó: “Tommy calculó cuáles serían los picos máximos que la ciudad debería tener de lluvia para un evento de deslizamiento, lo que tiene una utilidad casi indiscutible”.

Y bueno, el reconocimiento que le hacía la Universidad parecía suficiente con esta postulación. Pero las noticias no pararon ahí. Meses después, el mismo jefe del Departamento de Geología lo llamó para contarle que su trabajo de grado había sido escogido como el mejor del país.

El martes 30 de agosto de 2011, durante la inauguración del XIII Congreso Colombiano de Geología y el XIV Congreso Latinoamericano de Geología, Tommy subió al escenario para recibir no solo su premio, sino también el reconocimiento de las autoridades en geología del país por su aporte a la gestión del riesgo.​


Su trayectoria académica

En su búsqueda profesional, y luego de cursar dos semestres de Ingeniería Mecánica en EAFIT, Tommy González Zapata descubrió la Geología. Investigó un poco sobre esta, buscó el pensum del programa y se decidió por esta carrera en EAFIT.

Sus padres, Fernando González y Eugenia Zapata, aunque sorprendidos con la decisión, lo apoyaron. “¿Cuéntanos entonces qué vas a hacer cuando seas geólogo?, le preguntaron, ante lo que él no dudó en responderles: “Dentro de seis años, cuando salga, miramos a ver”, dijo optimista.

​En marzo de 2011, recibió con orgullo su grado de geólogo, luego de haber hecho las prácticas en el Simpad.
Última modificación: 05/11/2015 10:56