Claudia Bedoya Madrid
Colaboradora
Con los juegos de frontera creados por su colega Jorge Iván Vélez-Castiblanco, la docente Luz María Rivas Montoya realizó un exitoso trabajo de campo que incluyó la observación no participante en reuniones gerenciales para analizar las interacciones del equipo de alta dirección de la empresa multinegocios Suramericana.
“Considero que los juegos de frontera son un método de análisis útil y flexible que puede ser utilizado creativamente por investigadores interesados en las interacciones, particularmente en las que se presentan a través de las conversaciones de los agentes”, manifiesta la profesora asociada del Departamento de Organización y Gerencia, de la Escuela de Administración de EAFIT.
La investigadora Luz María asegura, además, que utilizar juegos de frontera, como método de análisis de las interacciones del equipo de alta dirección, le permitió definir el conocimiento gerencial como un sistema complejo adaptativo, es decir, un sistema en el que interactúan los distintos niveles de la organización sin un controlador central.
El método fue tan importante para su tesis doctoral Conocimiento gerencial en empresas multinegocio. Caso Suramericana S.A., que incluso presentó la ponencia Using Boundary Games to analyze actor’s interactions en el encuentro anual de la Internacional Society for the Systems Science-ISSS realizado en Washington D.C. en agosto de 2014.
Juegos de lenguaje
Con formación de ingeniero, maestría en uso del pensamiento sistémico para solución de problemas en las organizaciones, especialización en semiótica en interacción comunicativa de EAFIT y doctorado en Administración, el investigador Vélez-Castiblanco se interesó en buscar las herramientas existentes para pensar el lenguaje y la interacción.
El eafitense partió del trabajo del filósofo alemán Jürgen Habermas sobre los tres tipos de intereses que nutren el conocimiento: el técnico, que suministra información a partir del método empírico-analítico, el más usado en ciencias naturales y sociales para profundizar en el estudio de los fenómenos. El otro es el práctico, que busca crear sentidos compartidos acerca de lo que es el mundo y, por último, el emancipatorio, que acude al análisis reflexivo para buscar condiciones de participación más justa para los actores involucrados en una situación.
El trabajo de Habermas le mostró al profesor Jorge Iván que existen perspectivas diferentes para abordar problemas. También involucró al filósofo y lingüista austriaco Ludwig Wittgenstein, quien planteó, en primera instancia, que el lenguaje es una representación de la realidad, pero de manera crucial para el trabajo del profesor Vélez, que el lenguaje se puede comprender como una herramienta.
El lenguaje no solo es descriptivo sino que tiene distintos usos y manifestaciones, es decir, tiene una pluralidad de significados que Wittgenstein denomina juegos de lenguaje. Por tanto, el significado de una palabra lo determina la función que cumpla en una situación dentro de esos juegos de lenguaje.
A partir de los planteamientos de Wittgenstein, el profesor Vélez-Castiblanco vio que por ese camino lograría obtener resultados en su investigación y, como el campo de la interacción y el lenguaje era tan amplio, optó por concentrarse en la intención según los juegos de lenguaje.
“Por ejemplo, se puede decir ‘hola’ con diferentes intenciones. Un hola cariñoso, amable, querido y también fastidioso, insultante… lo que la persona quiera. Lo que vale allí es la intención. Por eso se estudia cómo una palabra se puede manejar de otra manera”, comenta el investigador.
Así, el docente comenzó a estudiar el efecto de esas intenciones en escenarios donde la gente discute, debate y trata de entender cómo enfrentarse a un problema.
Con esta idea, mientras hacía el doctorado en Nueva Zelanda, analizó durante 10 meses a un grupo de investigadores y científicos sociales que ayudaban a una comunidad a administrar el recurso agua. Los acompañaba a la oficina y los entrevistaba. Les escuchaba todas las discusiones, las grababa y las transcribía tratando de entender los efectos de esas interacciones.
‘Juegos de frontera’
Por otra parte, de la teoría de sistemas tomó el concepto de frontera. Este plantea que según como una persona comprenda la frontera se afecta la forma en que entiende un problema. “Delimita el problema cambia mucho la manera cómo se va a tratar. De esta idea, que se trabaja en sistemas, viene el concepto de frontera”, señala el investigador.
A partir de toda esta revisión conceptual, el docente Vélez-Castiblanco construyó el término ‘juegos de frontera’, al fusionar la teoría de sistemas con el planteamiento de Wittgenstein acerca del lenguaje, lo que le permite entonces proponer que cualquier metodología de intervención es un juego con diferentes reglas.
“Se podría decir, con base en Wittgenstein, que darle una palmadita en la espalda a una persona es un juego al que uno le apuesta cuando interactúa. Cuando uno interviene en una situación y trata de mejorarla, uno usa metodologías, una discusión teórica o filosófica, el resumen de la telenovela que vio el día anterior, el partido de fútbol o la palmadita en la espalda. Esas son herramientas que pueden tiene efectos sobre la frontera: la pueden debilitar, agrandar o reducir. A eso le llamo ‘juegos de frontera’, de ahí viene el nombre de la metodología”, puntualiza Vélez Castiblanco.
Seis movidas
Una vez fundamentado el concepto ‘juegos de frontera’, Jorge Iván Vélez-Castiblanco acudió al filósofo Karl Popper, quien planteó que la teoría se inventa y después se contrasta con la realidad para saber si funciona. Desde este punto de vista, “actué ‘popperianamente’, analicé las interacciones y elaboré un conjunto de movidas, que llamo así porque son un juego”, acota el docente.
De esta manera, para analizar el comportamiento de los tomadores de decisión en una organización y cómo dicha interacción afecta la frontera, Jorge Iván conceptualiza seis movidas, cada una con un nombre y representación visual:
Establecer:
como una persona nunca habla en el vacío, sino que combina ideas, la movida se representa con un círculo que agrupa varias ideas que se combinan y funcionan como una sola. Por eso siempre hay otros círculos que son las fronteras o límites de otras conversaciones.
Seguir:
cuando una persona dice algo y su interlocutor lo entiende y está de acuerdo. La movida dentro del círculo representa seguir la regla de quien estableció la frontera.
Sondear:
la movida en este círculo se da sobre el límite con una línea que entra y sale. Representa que se trata de comprender el diálogo y entender dónde se encuentran las ideas de su interlocutor.
Divergir:
la movida en este círculo se da por fuera de la frontera para aclarar la idea que está adentro y permitir que se reafirme el sentido.
Desafiar:
la movida interrumpe el círculo con una línea que representa a un interlocutor que debilita la idea de quien habla con un argumento que lo contradice.
Expandir:
la movida en este círculo es una espiral que lo aumenta. Representa complementar una idea, ampliarla o mejorarla. Se asocia no solo con cantidad sino con cualidad.
Con dichas representaciones, Vélez-Castiblanco analiza la interacción, hace anotaciones con los símbolos y muestra el flujo de la conversación y cómo se van afectando esas fronteras.
Criterios para decidir a cuáles ‘juegos de frontera’ corresponde una comunicación
El gráfico muestra un diagrama de decisión donde los rombos corresponden a las preguntas que hay que plantearse para clasificar las comunicaciones de ‘juegos de frontera’ en una interacción.
En este gráfico se muestran las condiciones iniciales de la frontera, la movida que se aplica o la intención que lleva la conversación y el efecto de esta comunicación sobre la frontera.
Investigador
Jorge Iván Vélez-Castiblanco
Ingeniero de Sistemas y especialista en Semiótica de la Interacción Comunicativa, Universidad EAFIT. Magíster en Administración de Sistemas, Universidad de Hull (Inglaterra), y PhD en Administración, Universidad Victoria en Wellington (Nueva Zelanda). Es docente investigador del Departamento de Organización y Gerencia, de la Escuela de Administración de EAFIT, donde coordina la línea de investigación en Pensamiento Sistémico, Estrategia e Intervención.