Temporada de preparación
De los treinta días que permaneció el equipo en Australia, solo contaron con dos semanas de preparación para la carrera. El vehículo sufrió algunas averías durante su largo viaje en barco desde Colombia, principalmente deformaciones en la carrocería, lo que era de esperarse después de recorrer 4.500 kilómetros de carretera y pasar 30 días en alta mar. Tras la emoción de ver el vehículo después del largo viaje, el equipo se concentró en reparar los daños y afinar cada uno de los sistemas para tenerlos en la mejor condición posible para los escrutinios. Los talleres prestados por Charles Darwin University contaban con todas las facilidades de un taller automotriz completamente dotado y tenían de su lado al ingeniero Leith Darrach, un aliado australiano que les brindó apoyo desde que lo conocieron en la competencia de 2013 y quien adelantó, junto con su equipo de trabajo, muchas de las gestiones previas a la llegada de la delegación colombiana.
Para Ricardo Mejía Gutiérrez, investigador de EAFIT, este aliado fue fundamental: “el apoyo de Leith y su equipo de trabajo fue muy importante para la preparación del vehículo, puesto que estábamos alojados en la zona de carros livianos, cuyo personal participaba en competencias. Esto les permitió a los estudiantes validar muchas decisiones con ellos, además de tener acceso a herramienta especializada y espacios generosos que marcaron la diferencia en la estadía en Darwin. También fue un gran apoyo logístico para Alberto Arango, otro colombiano conocido del equipo desde 2013, que vive en Darwin”.
Poner a prueba el vehículo era la prioridad. Uno a uno fueron revisados los diferentes sistemas: frenos, suspensión, electrónica, alineación, análisis de datos, balanceo, despliegue del panel solar, entre otros. Afinar detalles y corregir pequeños problemas significó pasar algunas noches en vela porque no podían darse el lujo de cometer errores. Ser la delegación colombiana en la carrera y la única de Latinoamérica fue una responsabilidad que tomaron muy en serio.
Así llegó el momento de iniciar las pruebas por fuera de la Universidad. La caravana que escoltaba el vehículo solar inició el 5 de octubre su primer recorrido por el carril izquierdo de las vías australianas, cambio al que se acoplaron rápidamente. De esta manera, realizaron las pruebas de desempeño en la carretera rural Cox Peninsula Road, una vía aprobada oficialmente por el evento para pruebas. En esta ruta afinaron la capacidad de coordinación y respuesta en condiciones extremas.
En medio de una de las pruebas, con la necesidad de ajustar detalles en el vehículo, el equipo se desplegó al lado de la carretera cerca del campeón de 2013 Nuon Solar Team de la Universidad TU Delft, una oportunidad perfecta para curiosear las innovaciones del equipo holandés en su vehículo solar.
Aquel paisaje de tierra rojiza que contrastaba con los altos árboles de copos verdes se fue haciendo cada vez más familiar. Prueba tras prueba fueron perfeccionando cada detalle, rodaron hasta 1.000 kilómetros durante la semana de pruebas, así pudieron validar los subsistemas y reparar las pequeñas fallas que fueron apareciendo. Fue una semana de grandes satisfacciones, pues junto a ellos solo rodaron los grandes equipos, los miembros del equipo entendieron la dinámica de la caravana, se incrementó la confianza y se alcanzaron velocidades de hasta 120 kilómetros por hora.
La primera prueba: el escrutinio
Hidden Valley, un complejo de deportes a motor cuya pista de velocidad, fue el escenario para la pole position de la carrera. A las 7:30 de la mañana del 13 de octubre, el equipo hizo el registro oficial para su primera prueba de fuego: el escrutinio estático. En la evaluación final resultaron tres inconformidades, pero dos días después se corrigieron y se presentaron nuevamente. Así el equipo colombiano superó las 12 estaciones de revisión y fue preseleccionado por los jurados entre los diez equipos con mayor potencial para obtener un buen desempeño para la pole position. Un reconocimiento que llenó de alegría al grupo colombiano por el trabajo realizado.
De los 29 equipos registrados en la categoría Challenger:
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1 no logró salir del punto de partida.
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1 se retiró de la competencia.
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7 llegaron a la meta remolcados.
“El cumplimiento de la reglamentación corresponde a los diferentes criterios de interpretación que cada equipo hace de ellas, pero es precisamente esta ambigüedad la que permite que los diseños de los vehículos sean diversos y que se presenten las innovaciones en las diferentes áreas funcionales”, explica Gilberto Osorio Gómez, investigador de EAFIT. De los nueve vehículos de la categoría Challenger que se presentaron al escrutinio aquel día, solo el equipo holandés de Nuna superó la totalidad de las pruebas.
Una vez superado el escrutinio estático, el sábado 17 de octubre, el equipo se enfrentó al escrutinio dinámico en el que se evalúa el radio de giro y frenos; además de la prueba clasificatoria para la pole position con el piloto Juan Carlos Agudelo Velilla, estudiante de Ingeniería de Diseño de Producto de EAFIT, quien tiene mayor experiencia y pericia con el carro solar. La prudencia fue una característica de esta prueba, la idea era no forzar el vehículo más de lo debido para evitar riesgos innecesarios. Ocuparon el lugar 19 de 29 equipos en competencia.
Tres mil kilómetros de competencia solar
Mirar el cielo y esperar que haya pocas nubes es un hábito adquirido por los miembros del equipo. Por fortuna aquel domingo 18 de octubre, un cielo azul fue el testigo que vio cruzar la línea de salida del vehículo solar colombiano y la caravana que lo acompañaba. Tras una hora y 16 minutos de la salida, el carro ya había recorrido los primeros 100 kilómetros sin contratiempo, incluso había sobrepasado un par de vehículos.
Ese primer día el carro solar avanzó 586 kilómetros y superó el primer puesto de control. Así llegó la noche y el lugar elegido para pernoctar no pudo ser mejor, ya que se instalaron cerca de una estación de servicio en un hospedaje donde pudieron acceder a servicios sanitarios y agua potable, lujos escasos en medio del desierto. Esto teniendo en cuenta, además, que a 50 kilómetros de dicho punto el vehículo que tiraba del tráiler había quedado rezagado debido a una avería en las llantas, problema que no pudieron resolver ese domingo e hizo que la caravana se separara.
Para el equipo del vehículo solar EAFIT-EPM el segundo día fue memorable. Un viento cruzado lo sacó de la vía, pero el grupo de estudiantes logró ponerlo nuevamente en ruta en solo 45 minutos. Los competidores que los sobrepasaron durante la parada los motivó a ir más rápido y consiguieron el mejor promedio de velocidad de todos los carros participantes.
Paralelamente, quienes se quedaron en el tráiler lograron resolver el problema, e iniciaron su propia carrera contrarreloj para alcanzar al resto de la caravana esa misma jornada. Desayunaron, almorzaron y comieron en el vehículo en movimiento. Solo se detuvieron en la ciudad de Tennant Creek para ir al baño y comprar hielo para conservar la carne para el asado que no pudieron hacer la noche anterior. A las 9:00 de la noche pudieron alcanzar la caravana con el carro solar que ese día había superado el kilómetro 998 de la carrera.
Al día siguiente, el vehículo solar EAFIT-EPM se ubicó en la novena posición en la categoría Challenger, a una hora del equipo Clenergy Team Arrow de Australia que lo antecedía. Esa tercera jornada llegaron a las 4:41 de la tarde a la localidad de Kulgera para establecer allí el campamento con una preocupación en mente: al salir de Alice Spring se desconectó uno de los cables del panel y el carro llegó con menos carga de la esperada.
El cuarto día de competencia trajo consigo vientos que recorrían el desierto de sur a norte a 20 y 25 kilómetros por hora, lo que aumentó el consumo energético del vehículo y la estrategia jugó un papel protagónico para los resultados al final del día. A las 3:20 de la tarde llegaron al puesto de control de Coober Pedy, conocida como la capital del ópalo, por contar con la mina más grande del mundo de esta piedra preciosa. El estado de carga de la batería los obligó a reducir la velocidad hasta detenerse y establecer campamento cuando llevaban 2.406 kilómetros recorridos.
El quinto día del Bridgestone World Solar Challenge, tras alcanzar 2.506 kilómetros con una velocidad promedio de 75 kilómetros por hora, un emocionante encuentro los sorprendió en el camino:‘Rayo’, un seguidor del equipo que los buscaba desde la noche anterior. Una breve parada para saludar a su fiel seguidor era necesaria para una recarga de energía, en esta ocasión no para la batería del carro, sino para este grupo de personas que ajustaba cinco jornadas en el desierto para hacer realidad un sueño de tecnología e innovación.
Al final de la tarde, cuando faltaban solo 140 kilómetros para la meta, la caravana tuvo que detenerse una vez más debido al alto consumo de energía ocasionado por los vientos en contra. Llegar a la ciudad de Adelaida y celebrar debió aguardar una noche más.
El 23 de octubre, alrededor de las 10 de la mañana,la caravana del equipo vehículo solar EAFITEPM llegó entre cánticos al Victoria Park en Adelaida.Recorrieron el último kilómetro caminando junto al carro que construyeron con sus propias manos y en el que lograron la hazaña de recorrer 3.022 kilómetros, desde el norte hasta el sur de Australia. Tras las vallas algunos seguidores agitaban banderas y los aplausos de todos los asistentes se confundieron con los gritos de celebración de la delegación colombiana.
Rendimiento del vehículo solar EAFIT-EPM en el Bridgestone Solar Challenge
- | 2015 | 2013 |
Puesto | 9 | 13 |
Promedio de velocidad | 72.4 km/h | 64 km/h |
Kilómetros recorridos | 3.022 km | 2.550 km |
El balance general de la carrera fue muy positivo, los colombianos llegaron en la novena posición, superando a equipos tan importantes como el del MIT y el de la Universidad de Cambridge, cuyos vehículos llegaron remolcados a Adelaida. También al Blue Sky de la Universidad de Toronto y los sudafricanos (NWU Solar y Team UKZN) con carros de muy buena calidad.
Mejoras del vehículo solar EAFIT-EPM II con relación a la primera versión:
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5 por ciento más eficiencia de captación.
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30 por ciento más capacidad de las baterías.
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7 por ciento más aerodinámico.
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100 kilogramos más liviano.
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Llantas Michelin 50 por ciento más eficientes.
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Reducción de pérdidas por sombras en la cúpula, encapsulado y corte de panel, y por cableado eléctrico.
Para Jorge Barrera Velásquez, investigador de EAFIT,la ganancia es mucha:“estamos entre los 10 mejores del mundo, que incluye a equipos de muy buena categoría como TU Delf, Twente Tokai, Michigan, Punch PowerTrain y Stanford. El equipo colombiano quedó muy bien, incluso la diferencia con Team Arrow, que tiene mucha trayectoria, se dio por unas pequeñas fallas que tuvimos. Nos queda soñar con una futura participación.Se está considerando una nueva categoría como la Cruiser con vehículos de pasajeros, la que traería desafíos muy interesantes para nosotros”.
Por eso, teniendo en cuenta lo que menciona Barrera, la carrera no terminó ahí y el equipo regresó a Medellín para evaluar las lecciones aprendidas y prepararse para asumir nuevos retos que sigan llevando la bandera colombiana por los caminos de la sostenibilidad y la innovación.
Investigadores
Gilberto Osorio Gómez
Ingeniero mecánico, Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín); PhD en Ingeniería de Sistemas Mecánicos, Politecnico di Milano (Italia). Es docente-investigador del Departamento de Ingeniería de Diseño de Producto y miembro del Grupo de Investigación en Ingeniería de Diseño de Producto (Grid), Universidad EAFIT. Hace parte del comité coordinador del proyecto vehículo solar EAFIT-EPM
Ricardo Mejía Gutiérrez
Ingeniero de Producción, Universidad EAFIT; magíster en Sistemas de Manufactura, Instituto Tecnológico de Monterrey (México), y PhD en Ingeniería Mecánica y Diseño, Ecole Centrale de Nantes (Francia). Es docente-investigador del Departamento de Ingeniería de Diseño de Producto y director del Grupo de Investigación en Ingeniería de Diseño de Producto (Grid) de EAFIT. Miembro del comité coordinador del proyecto de diseño del vehículo solar EAFIT-EPM.
Jorge Andrés Barrera Velásquez
Ingeniero mecánico con estudios avanzados en Desarrollo Sostenible y Emprendimiento, Massachusetts Institute of Technology (MIT). Es fundador de la empresa Creatti Labs SAS, compañía gestora de fondos con enfoque en desarrollo sostenible e impacto social en las áreas de dispositivos médicos, energías renovables y agroindustria. Además, es presidente de MIT Enterprise Forum Colombia desde 2009 y hace parte del comité coordinador del proyecto vehículo solar EAFIT-EPM.
Jorge Ignacio Vélez
Ingeniero de producción, especialista en Gerencia de Proyectos y magíster en Administración, Universidad EAFIT. En la actualidad se desempeña como profesional de la Subdirección de Investigación y Desarrollo de Energía en EPM y participa en el comité coordinador del proyecto vehículo solar EAFIT-EPM.
Pedro Alejandro Eusse Bernal
Ingeniero Electricista de la Universidad Nacional de Medellín y especialista en Gerencia. Es profesional de la gerencia de Desarrollo e Innovación de EPM y líder de proyectos de energía renovables. Es miembro del comité coordinador del proyecto vehículo solar EAFIT-EPM.