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El Eafitense / Edición 105 Un laboratorio de nombre Medellín para una maestría que piensa el territorio - El Eafitense - Edición 105

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Un laboratorio de nombre Medellín para una maestría que piensa el territorio

A partir del primer semestre de 2014, EAFIT ofrecerá la maestría en Procesos Urbanos y Ambientales. Los estudios se extenderán dos años y formará, de manera integral, a profesionales para enfrentar los nuevos retos del urbanismo.


P​or medio de programas como la Escuela de Verano de EAFIT personas de diferentes partes del mundo se han acercado a la ciudad a conocer sus procesos de transformación.

Walter Arias Hidalgo
Colaborador

La ciudad de Medellín, en toda su plenitud, será el principal laboratorio de la primera maestría en Procesos Urbanos y Ambientales de Colombia. La transformación social que experimenta la capital de Antioquia en los últimos 10 años será aprovechada por este nuevo programa académico de EAFIT. 

En este escenario de aprendizaje los estudiantes analizarán los procesos y los proyectos que han sido ejecutados en territorios informales, en conflicto y en emergencia, desde la arquitectura, el urbanismo y el medio ambiente. Y, con el acompañamiento de expertos en gestión ambiental, urbana y pública, propondrán nuevas líneas de trabajo o soluciones a problemas pendientes por resolver en Medellín: crecimiento (problema común en las grandes urbes), condiciones geográficas difí​ciles, riegos de inundaciones y deslizamientos, conflicto e inequidad, entre otras.

Estas dificultades, que están especialmente presentes en las laderas de la ciudad, requieren que se planteen nuevas metodologías, como lo dice la arquitecta Natalia Castaño Cárdenas, coordinadora académica de la maestría.

Justamente eso sucedió durante la última década. En este tiempo hubo procesos urbanos que, articulados con actores sociales, políticos, económicos y académicos, han hecho de Medellín un espacio más sostenible y mejor para sus habitantes.

Muestra de esto es la distinción que recibió en marzo de 2013 como la ciudad más innovadora del planeta. El Urban Land Institute (ULI) valoró, entre otras cosas, la construcción de equipamientos, espacios culturales y la articulación de infraestructuras al transporte público, obras que impulsan el desarrollo social de barrios marginados.

Datos generales del programa
  
La maestría en Procesos Urbanos y Ambientales, que comienza en el primer semestre de 2014 y que tiene una duración de dos años, es presencial.
 
Está dirigida a arquitectos, urbanistas, diseñadores, paisajistas, ecólogos, biólogos, ingenieros forestales, politólogos, trabajadores sociales, comunicadores y abogados, entre otros. El programa espera recibir funcionarios del sector público local y nacional, quienes dinamizarían las discusiones y permitirían enlaces discursivos y prácticos con el entorno político, y técnico real y concreto. Los estudiantes se encontrarán, cada mes, los días miércoles, jueves, viernes y sábado, de 8:00 a.m. a 12:00 m. y de 2:00 a.m. a 6:00 p.m..​

Además, Medellín ganó la sede del séptimo Foro Urbano Mundial 2014. Los jurados responsables de elegir la ciudad anotaron (así lo registró el diario Portafolio) que Medellín trabaja en construir una ciudad pensada en sus habitantes, con un modelo cultural, ambiental y de desarrollo que ya ha sido catalogado como modelo en Latinoamérica.

Por esta y otras razones, docentes de la nueva maestría creen que Medellín es un laboratorio ideal para estudios urbanos. El ingeniero y consultor David Escobar Arango, quien ha sido director de Planeación de Medellín, dice que “la marca Medellín significa, hoy, transformación urbana y social, educación y cultura”.

Por su parte, Alejandro Echeverri Restrepo, director del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales de EAFIT (Urbam), agrega que Medellín, pese a ser una ciudad con problemas estructurales muy grandes, como la inequidad, ha empezado a mostrar las líneas de solución y transformación que vislumbran “una ciudad realmente mejor”.

Para aprender

Los profesionales que hoy lideran Urbam, que coordina la maestría en Procesos Urbanos y Ambientales, participaron en la transformación de Medellín de la última década. Lo han hecho desde este centro de estudios como consultores o como parte de los equipos de las administraciones municipales.

Por ejemplo, el urbanismo social que hoy se observa en el Metrocable y en los Parques Biblioteca, que es una combinación de infraestructura física y gestión social, lo que se ha denominado urbanismo social, fue concebido cuando Alejandro Echeverri era gerente de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y director de proyectos urbanos de la Alcaldía durante los años 2004-2008.

Además, Urbam, que se creó en 2010, participó en proyectos de consultoría con la Alcaldía de Medellín, el Área Metropolitana y la Gobernación de Antioquia. Ahora trabajan con la Universidad de Hannover de Alemania (comenzaron con la Universidad de Harvard) en un proyecto complementario al Cinturón Verde, que consiste en desarrollar un manual que describa las soluciones a la ocupación de los bordes altos de la ciudad, donde hay serios problemas de marginalidad y de fragilidad en los suelos.

También sistematizaron con la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y la Agencia Francesa de Desarrollo el proceso de transformación de barrios en las comunas Popular y Santa Cruz (nororiente de Medellín), donde hubo intervenciones que combinan obras físicas con programas culturales.

Formularon para la Gobernación de Antioquia, a su vez, la visión estratégica de Urabá, que pretende convertir a esa subregión en un polo de desarrollo en Colombia. Y también el Plan BIO 2030, una iniciativa de futuro del Área Metropolitana y de la Alcaldía de Medellín que busca articular un territorio, conformado por 10 municipios, “que se proyecta como una metrópoli equitativa y sostenible, aprovechando su biodiversidad, sus montañas, su río y quebradas, su gente y su crecimiento dinámico”, según la presentación de dicho plan.

En el equipo de Urbam hay profesionales de diversas áreas. Allí confluyen docentes e investigadores de las diferentes escuelas de EAFIT: Derecho, Ciencias y Humanidades, e Ingeniería, entre otras, y también un grupo de arquitectos y urbanistas. Este grupo interdisciplinario le permite a Urbam ser el punto de encuentro en la Universidad entre el sector público, la empresa privada, las iniciativas comunitarias y la sociedad.

La práctica

La experiencia de Urbam, de aprender haciendo mediante el trabajo colectivo e interdisciplinario, se verá reflejada en la maestría que, a propósito, es de profundización, es decir, orientada a construir conocimiento a partir de estudios de casos reales, en los que sea necesario tratar el urbanismo de manera integral: aspectos físicos, gestión ambiental, gestión social y gestión pública.

“Nos interesa trabajar así como Urbam, sobre proyectos concretos, casos de estudio que nos permitan desde la realidad, desde la​experiencia, extraer las claves, los conceptos teóricos y las metodologías de trabajo”, dice Natalia Castaño.

Para formar a los futuros magísteres, la estructura de la maestría se soporta en laboratorio de proyectos y procesos; lecturas urbanas, ambientales y sociales; métodos; y seminario.

El laboratorio, considerado el tronco central de la formación, es un taller para trabajar en casos concretos y reales. Así, por ejemplo, si un grupo de estudiantes elige el borde de la ciudad, debe proponer y diseñar estrategias (territoriales, ambientales, geológicas y políticas) para enfrentar esos problemas de informalidad, desigualdad y condiciones ambientales muy específicas.

Si bien la maestría tiene un pie en la ciudad, tendrá otro en ámbitos internacionales. Expertos de instituciones como la Universidad de Parson, el New School de Nueva York, la Universidad de Harvard y el Tecnológico de Monterrey estarán en algunos seminarios.

En Parson, justamente, iniciaron recientemente la maestría en Diseño y Ecologías Urbanas. El programa, describe el sitio web de la universidad, replantea radicalmente el estudio de las ciudades porque “a través de la investigación y trabajo de campo, los estudiantes obtendrán una comprensión amplia de las fuerzas económicas, políticas, sociales, ambientales y físicas complejas que influyen en el crecimiento urbano y el desarrollo”.

El plan de la maestría contempla que con estos contactos, durante los dos años de extensión, los estudiantes desarrollarán otra mirada crítica.

 

Los profesionales que hoy lideran Urbam, que coordina la maestría en Procesos Urbanos y Ambientales, participaron en la transformación de Medellín de la última década.

​Si bien la maestría tiene un pie en la ciudad, tendrá otro en ámbitos internacionales. Expertos de instituciones como la Universidad de Parson, el New School de Nueva York, la Universidad de Harvard y el Tecnológico de Monterrey estarán en algunos seminarios.​​​

Los egresados estarán en capacidad de planear y diseñar proyectos creativos, de manera articulada con instituciones públicas, económicas o comunitarias.​


El perfil

Con este plan de trabajo, los estudiantes potenciarán la virtud de trabajar en equipo con otros profesionales y serán capaces de resolver problemas que enfrentan las ciudades y otros territorios desde diferentes perspectivas.​

Algunos de esos problemas son el crecimiento de los centros urbanos, la escasez de recursos naturales y la contaminación, entre otros. Esto implica, dice Natalia Castaño, pensar más y mejor la ciudad y analizar cómo resolver estos problemas de forma integral. O de manera transdiciplinar, como complementa Alejandro Echeverri: “La forma clásica ha sido muy sectorial, o muy para urbanistas o muy para politólogos, o para economistas”.

Entonces, los egresados estarán en capacidad de planear y diseñar proyectos creativos, de manera articulada con instituciones públicas, económicas o comunitarias. O como lo dice Jorge Blandón, dramaturgo, gestor cultural y docente externo de la nueva maestría, el nuevo magíster debe ser un sujeto creativo que comprenda la actual sociedad como un nosotros colectivo. “Un ser humano preparado para la sociedad del siglo XXI, donde su voz, concepto formado e informado, ayude en la toma de decisiones políticas”.

Para David Escobar, profesionales con estos perfiles son hoy más pertinentes que nunca porque los grandes retos de lucha contras la desigualdad están en las zonas urbanas. “La política y las grandes decisiones se dan en las urbes... Y para esto se requieren profesionales que entiendan la ciudad de una manera interdisciplinar, más allá de la disciplina del arquitecto o del planificador urbano”. 
La maestría, entonces, será un nuevo escenario para explorar y avanzar en los interrogantes que aún hay por resolver en temas urbanos y ambientales de las ciudades. Y, claro, en Medellín, uno de los laboratorios urbanos del mundo.


Última modificación: 27/02/2017 17:35