A Luz Jeannette Mejía hay varias cosas que le hace vibrar el corazón: una estas es el Siata. De hecho fue en 1998 cuando ella, entonces practicante del Simpad (hoy Dagrd), propuso como proyecto de grado la creación de una red de monitoreo de lluvias para el municipio de Medellín.
Para entonces se necesitaban tres elementos: instrumentación, estudios del terreno y un trabajo muy fuerte con la comunidad. En 1999 el Simpad recibió recursos de la sobretasa ambiental por parte de Corantioquia y patrocinó la investigación. Así, el sistema se instauró en 2000 con 22 equipos de monitoreo de lluvias, los que fueron instalados estratégicamente en algunas instituciones educativas del municipio.
"Los equipos eran manuales y había que ir por los datos cada 15 días. Era un trabajo muy artesanal, pues no teníamos meteorólogos… Trabajábamos, realmente, con las uñas", cuenta Luz Jeannette Mejía, más conocida como Tita, geóloga y magíster en Ciencias de la Tierra de EAFIT.
En 2004 se reconoce al Siata como un proceso metropolitano. En palabras de Tita, el clima no pasa por los municipios con la dirección en la mano, por esto la Alcaldía de Medellín logró vincular al Área Metropolitana, entidad que se unió al proyecto. Luz todavía guarda entre sus papeles el convenio que costó 397 millones de pesos. Hoy, en 2014, el proyecto asciende a los 4.000 millones de pesos y la cantidad de compromisos aumentó considerablemente.
Los primeros equipos que integraron el Siata no enviaban los datos en tiempo real. El grupo de trabajo supo entonces que debía modernizar la red, y, al momento de hacerlo, reconoció que comprar los instrumentos y los softwares en otros países comprometía las sostenibilidad y la autonomía del proyecto.
Ante esta situación, en el piso 11 de la Torre Siata se trabaja en el desarrollo de sensores y de herramientas que posibiliten que la información sea enviada y recibida de manera oportuna. Gracias a estos avances, cada uno de los más de 140 sensores que hay en campo envía, cada minuto, la información registrada a la torre.
El trabajo en el Siata es soportado sobre las bases del software libre y del desarrollo de productos propios, situación que brinda versatilidad, y control frente al desarrollo y aplicación del sistema.
"El desarrollo local ha permitido la generación y potenciación de conocimiento y capacidades para la creación de tecnologías de alta calidad, de bajo costo y adaptadas a las necesidades regionales de monitoreo. Así se logra una integración tecnológica que, a su vez, se pueda implementar en otras regiones con necesidades similares", indica Carlos David Hoyos, gerente del Siata.
En Medellín
Un puntico blanco está en la lejanía. En lo más alto del parque Arví (corregimiento de Santa Elena, Medellín), visto desde gran parte del Valle de Aburrá, reposa el radar hidrometeorológico, el primero en su clase que se implementa en Colombia con un objetivo claro: prestar sus servicios para la gestión del riesgo. El equipo hace parte de los sensores de monitoreo del proyecto y ofrece una imagen con los eventos que se presentan a 240 kilómetros radiales desde Santa Elena, es decir que el 90 por ciento del territorio de Antioquia está cubierto por el radar.
La imagen que se genera ofrece una vista en planta del territorio y, de esta forma, pinta en colores los eventos de lluvia que se registran. Esta información puede traducirse a intensidades de lluvia. Cuando la ciudadanía observa colores verdes sobre el mapa del área metropolitana puede interpretar esta información como lluvias leves, colores amarillos y naranjas indican lluvias de intensidades medias, y colores rojos como intensidades fuertes.
El radar tarda cinco minutos en hacer el barrido completo sobre el territorio. Ese es entonces el tiempo en que demora la #imagenRADAR (como se hace mención en las redes sociales del Siata), en ser publicada en la página web. En Santa Elena, por ejemplo, no hay personal permanente, así que toda la operación se hace de manera remota.
En Siata se vigila constantemente la operación integral del proyecto: que los módems que reciben la información de las estaciones operen, que el modelo corra, que el geoportal y la aplicación para móviles estén actualizadas. Todo está en orden. En las pantallas de la oficina se observa la página web donde están las estaciones de lluvia, las estaciones de nivel y la imagen radar. En suma, pues, todo el monitoreo meteorológico para el Valle de Aburrá y gran parte de la región converge en el centro de operaciones de la Torre Siata. El asunto está en que las ciencias sepan conversar y converger para cumplir un objetivo común.
"Siata se ha convertido, lentamente, en un centro de investigación aplicada que, en el desarrollo de una integración horizontal de diferentes disciplinas del conocimiento, construye una estrategia tipo fast tracking en la que el objetivo es que los resultados de estudios en ciencias de La Tierra (que incluye aspectos meteorológicos, climatológicos, hidrológicos y geológicos) se apliquen de manera rápida y directa en el desarrollo de un sistema de monitoreo en tiempo real, en el que desde los esfuerzos de difusión y educación se rompa la brecha entre el ciudadano, el Gobierno y la comunidad científica", afirma Carlos Hoyos.
Y el que está al frente de los módems es Mauricio. Durante las horas de la tarde se presentan algunas lluvias aisladas en la región. Él envía la información a través de la aplicación WhatsApp. Allí las entidades de gestión del riesgo de la región, cuerpos de bomberos, directores de los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo y funcionarios reciben las alertas del clima. Mauricio actualiza la plataforma en la red social Twitter y postea la imagen radar.
Modelación para el Valle
Lina Isabel Ceballos es la encargada de correr el pronóstico meteorológico que diariamente se utiliza en todos los municipios del área metropolitana, EPM e Isagén, y de propiciar su visualización a través de la página web www.siata.gov.co
En el Siata se utiliza el Wather Research and Forecasting Model WRF, un modelo de pronóstico desarrollado por la comunidad científica internacional. "En este momento es el mejor que existe para estas tareas. El modelo, básicamente, lo que hace es que resuelve todas las ecuaciones de movimiento de dinámica de fluidos que existen para la atmósfera, y ya con métodos numéricos llega a la solución".
Lo que se busca con esto es desarrollar un modelo de pronóstico que se ajuste a las condiciones propias de este sector. "El modelo tiene en cuenta que estamos en una zona que es un valle. Entonces eso hace que las aplicaciones sean más personalizadas. En la medida en que uno mejora ciertas condiciones ya hace una aplicación más local", concluye.
El resultado del modelo está disponible diariamente a través de la página web en el menú Pronóstico, y a través de Twitter en @siatamedellin, en donde se entrega a la ciudadanía un producto para dos días en cuatro ventanas de tiempo: madrugada, mañana, tarde y noche. Lo que sucede en Barbosa (norte) es muy diferente a lo que sucede en Caldas (sur). Por esa razón el pronóstico está disponible para cada uno de los municipios del valle. Por su parte, el Municipio de Medellín se divide en tres zonas: centro, oriente y occidente.
Las horas pasan. El cielo se nubla y la información sigue fluyendo. El último desarrollo realizado es la aplicación para móviles de Siata, que posibilitará el acceso en tiempo real a toda la información meteorológica: pronóstico, alertas y lluvias, todo directamente en el celular.
La Magia de la lluvia
Durante 2013 se recibieron 1319 estudiantes en la Torre Siata. La gestión pedagógica que adelanta el proyecto no es nada nuevo, inclusive, al finalizar la década de los 90, se diseñó la primera estrategia educativa. Los niños hacían pluviómetros manuales con botellas de gaseosa, un embudo, una probeta y un soporte universal; y salió a la luz la primera cartilla La Magia de la lluvia, Gota Maravillosa, con el fin de que los niños aprendieran a medir.
"Con ellos empezábamos a mejorar, a comparar, a hablar de la cuenca, a hacer experimentos y demás. Nosotros les enseñábamos a mirar las nubes, a entender la lluvia", especifica Luz Jeanette. El último año, por ejemplo, se adelantaron talleres con niños de instituciones educativas de la región, e incluso se desarrollaron estrategias ilustrativas en donde se fomenta el buen uso del recurso hídrico.
A su vez, las labores pedagógicas y de divulgación han transpasado las fronteras de las instituciones educativas. El Siata hace presencia en ferias ambientales, empresas, universidades, y centros ambientales y académicos. La pertinencia de su información para la vida diaria hace que la ciudadanía se empodere del proyecto y lo sienta suyo.
Para Víctor Hugo Ossa, director de la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo y de Desastres de Sabaneta, fiel usuario de los datos y de los informes entregados por el sistema, Siata ayuda a prepararse y a estar un paso antes de las emergencias.
EAFIT, ejecutora del proyecto
En EAFIT existe un grupo de personas que, diariamente, también trabaja por el Siata. Es el equipo administrativo que conforman profesionales adscritos al Departamento de Geología, quienes posibilitan que los rubros se administren desde la Universidad, tal como lo indica Geovany Bedoya Sanmiguel, jefe del departamento de Geología.
Pero, ¿qué sigue con el Siata? "Hay que darle continuidad al proceso muchos años para poder ser más asertivos. El desarrollo continuo y el sostenimiento de un sistema de alerta temprana se convierte en una de las mejores estrategias de adaptación al cambio climático. Es más, se construye una base de datos histórica para planificar el futuro, mientras se brindan herramientas para la reducción del riesgo hoy", concluye Carlos Hoyos.
El día va llegando a su fin. Las lluvias cesan y aunque el Sol se esconde lentamente en la ladera occidental y muchas personas ya se dirigen a sus casas, en el Siata aún quedan horas de trabajo. Julián acompaña su programación con un café caliente. Alejandra está montando unos mapas en la página. Lina escucha música mientras se cerciora de que el modelo esté corriendo en orden. Carlos y Carolina están en reunión con el equipo de mantenimiento. Nicolás busca entre sus documentos una información que requiere para el informe mensual.
Son las 7:00 p.m. y Mauricio empaca sus cosas. Ya son pocos los que quedan en la oficina. Se abre el ascensor y Esneider llega a relevarlo. La ciudad se apaga. En las montañas las casitas enclavadas comienzan a encenderse y la Torre Siata está más despierta que nunca. Así, en el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá se continúa trabajando para que los habitantes metropolitanos reciban con claridad y precisión la información meteorológica que, en el momento de una emergencia, ayudará a tomar decisiones inteligentes.