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El Eafitense / Edición 106 Guò nián, el año nuevo de los chinos

Guò nián, el año nuevo de los chinos

​El Año Nuevo chino, también conocido como la Fiesta de la Primavera, es una de las festividades con mayor relevancia en este milenario país. De hecho, es lo más parecido a la Navidad en Occidente. En este tiempo suceden cosas similares a las de esta época, donde abundan las celebraciones, los regalos y la idea de compartir en familia. El que transcurre en la actualidad es para los chinos el año del caballo.


​过年!(guò nián!) En China el año nuevo comienza con la llegada de la primavera y, aunque el calendario que rige a esta nación no es el gregoriano como ocurre en la mayoría de Occidente, es entre finales de enero y comienzos de febrero cuando en este milenario país conmemoran lo que en la cultura cristiana es similar a las festividades del año nuevo.

Lo denominan el Festival de Primavera 春节 (chūnjié), una fiesta tradicional que basa sus orígenes en una leyenda ancestral que narra la historia de un monstruo llamado Nian (年兽nián shòu), existente en la antigua China, y cuyo fin era destruir y acabar con todo, así como saciar su hambre con personas y con animales.

Los habitantes de los pueblos, ya cansados de esta criatura feroz, pidieron la intercesión de los  dioses del cielo, quienes lo encerraron en la montaña y solo le permitieron salir una vez al año, en el último día del año lunar. Sin embargo, esta medida no fue suficiente, pues el caos comenzaba cada vez que Nian salía. 

Para combatir a este monstruo la gente se  unió y, aprovechándose del miedo de la criatura al color rojo, al dorado, a las luces brillantes y a los ruidos estruendosos, prepararon la ciudad como para un gran carnaval con decorativos rojos, faroles, fuegos artificiales, luces y demás. Así, cuando el monstruo llegó, se asustó y se internó de nuevo en la montaña para siempre. Por esto a la festividad del año nuevo también se le conoce como La fiesta de sobrevivir a Nian.

Pero como en China para cada tradición se cuenta con varias versiones, junto con esta existe la creencia de que la fiesta está relacionada con la agricultura, pues los cereales se cosechan una vez al año y, con el tiempo, el comienzo del año lunar se asoció con la reanudación de las labores agrícolas después del invierno, un momento muy oportuno para celebrar y pedir buenas cosechas. 

Sin fecha ​​​fija

La conmemoración no tiene una fecha fija, debido a que se realiza el primer día de Luna nueva, según el calendario lunar, que era el utilizado en tiempos antiguos antes de que existiera el gregoriano. La fecha de esta celebración, que lleva más de 4000 años, varía entre finales de enero y comienzos de febrero. En 2014 inició el 31 de enero, según el calendario solar, correspondiente al 31 de diciembre del calendario lunar; y finalizó el 14 de febrero, según el calendario solar, lo que sería el 14 de enero en el calendario lunar.

En cuanto a la festividad como tal, los chinos, como muchos pueblos occidentales, practican rituales para despedirse del año viejo y recibir el nuevo. En los días previos al primero del año nuevo limpian su casa por dentro y por fuera para eliminar lo malo que deja el año que se va, y recibir suerte y riquezas del que entra.

Lavar toda la ropa, cortar el pelo y asearse en un baño tradicional público son otros de los rituales que se practican antes de recibir el año nuevo para eliminar la mala suerte, abrir las puertas a la prosperidad y como símbolo de un inicio. Así mismo, el baño público es un lugar donde se puede disfrutar de un buen servicio, pues hay personas que hacen masajes y cortan las uñas, tradición proveniente de la antigüedad. Este lugar está abierto durante todo el año, pero los últimos siete días se utiliza más.

La decoración del hogar es muy importante para esta fecha. Así, lo hacen con faroles y papel rojos que se cortan para las ventanas; letras chinas que indican felicidad, riqueza y abundancia; y cuadros de Buda o peces que tienen el mismo significado. Igualmente, escriben en un papel de color rojo los deseos que tienen para el año que llega. 

Salir de compras y adquirir ropa nueva, entre esta ropa interior roja para la buena suerte, regalos para familiares y amigos, además de los ingredientes que compondrán la cena de fin de año, también es tradicional en las fechas cercanas a esta celebración. 

Para la cena de fin de año se suelen comprar diferentes tipos carnes, como res, cerdo, pollo, pescado y pato. Esta es una comida de unión familiar donde los que están lejos de casa regresan para compartir. La cena comienza alrededor de las 7:00 p.m. y se extiende durante toda la noche hasta el amanecer. Todos se sientan alrededor de una mesa redonda para comer y disfrutar de los vinos y el aguardiente chino (que contiene, mínimamente, 50 por ciento de alcohol). Ese día no hay límite para beber y comer.

El núm​ero ocho

“Para los chinos el número ocho es de buena suerte y riqueza. Por eso realizamos ocho platos diferentes en una familia normal. Los ricos pueden preparar el doble y los emperadores llegan a preparar hasta 32”, explica Gao Zhengyue, director chino del Instituto Confucio de Medellín y exembajador de China en Colombia entre 2009 y 2011.

Después de comer es tradición que la familia se reúna alrededor del televisor para ver la famosa Gala de Año Nuevo, que organiza la Televisión Central de China (CCTV). Este evento logra alcanzar hasta 700 millones de televidentes, aunque en la actualidad ha disminuido esa cifra por estar en una sociedad cada vez más urbana y conectada con la red. Esta transmisión, la más importante del país, mezcla música, baile, magia y humor.

Por último, llega el año nuevo y mientras los juegos pirotécnicos adornan el cielo, se venera a los dioses, mientras que los menores se arrodillan para saludar a los mayores. Sobres rojos con dinero son entregados a los niños, quienes pueden alcanzar a reunir hasta 2000 yuanes, es decir, unos 350 dólares.

Pablo Echavarría Toro, director del Instituto Confucio de Medellín, explica que en la Fiesta de la Primavera quienes están lejos viajan miles de kilómetros para reunirse en familia. “Las tradiciones chinas se pueden comparar con las colombianas, como, por ejemplo, comer 12 uvas o ponerse interiores amarillos” 

Luego de pasada la medianoche y llegado el año nuevo, comen los tradicionales raviolis chinos que, para esta fecha, suman a su receta una moneda, con el fin de que uno de los platos de la mesa la lleve adentro. Así la persona que coma el ravioli ‘especial’ tendrá más dinero y suerte en el año nuevo.

Y como esta es una noche donde no se duerme, desde las 4:00 a.m. y hasta las 7:00 a.m. los chinos visitan a parientes y vecinos para desearles un feliz año nuevo. Acto seguido van a las tumbas de sus antepasados para también saludarlos y venerarlos.

En el almuerzo del primer día del año nuevo lunar es tradicional que coman Niángāo, comida elaborada con arroz glutinoso, ya que esa palabra significa ascender, enriquecerse y eso es lo que desean en el nuevo año. En este primer día también tienen un ritual muy particular. “No se corta el pelo, nadie se baña y ni se lava ropa. Si se hace se pierde la buena suerte del año”, enumera Yang Hong, profesora del Instituto Confucio.

Los chinos gozan de una semana de vacaciones para celebrar esta fecha, pues la festividad no se limita solo a un día. Esta se extiende por 15 días con diversas actividades culturales como danza del león, de zancos y del dragón; obras de distintas regiones del país; y ferias de comida y de artesanías en las calles. No obstante, así como en Colombia, en China los detalles de esta celebración pueden cambiar dependiendo de la región del país. 

Un año a caba​llo

Pero más allá de esta celebración, es también muy popular que los chinos le dediquen a cada año el nombre de un animal. En el caso del actual, la tradición se lo dedica al caballo. Pero, ¿de dónde viene la tradición de nombrar un animal por cada año? Dice la leyenda que cuando Sidarta Gautama (Buda) sintió que su muerte se acercaba invitó a todos los animales para que lo visitaran, con el propósito de impartir su última voluntad.
 
Sin embargo, los únicos que acudieron a su llamado fueron la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Para mostrar su gratitud, el monje los honró usándolos para representar el zodiaco chino. El caballo es para esta cultura un animal dócil, amigable y fiel, que tiene cualidades como la velocidad, la coordinación, la belleza y la nobleza. Es símbolo de solidaridad, colaboración, fuerza y energía. De hecho, para los chinos es uno de los signos del zodiaco que mejor representa a los humanos. 

No obstante, por otro lado, hay quienes afirman que esta tradición nace porque un día el dios del cielo, Yù Dì, similar al Jesús occidental, se encontraba aburrido y para quitarse dicha sensación invitó a todos los animales a hacer una competencia. El primero ganaría un premio y tendría una cena con él… Pero solo 12 lo lograron, los que componen el horóscopo chino. Cada animal tiene características únicas y eso es lo que le da el significado a cada año. 

En otras partes de Asia también se celebra el año nuevo regido por el calendario lunar, pero sus tradiciones cambian. Por ejemplo en Japón incluyen el gato en su zodíaco, a diferencia de los chinos.

Y el que corre es el año del caballo. Y el que lo celebra es un país al que cada vez se acerca más Colombia, y no solo por razones económicas, sino por alianzas culturales que hacen que temas como estos interesen cada vez a quienes hacen parte de una tradición occidental.

Instituto Con​fucio 


El Instituto Confucio de Medellín hace parte de un proyecto que el Gobierno chino inició en 2004 para fomentar el conocimiento de la cultura china en el mundo. En la actualidad existen unos 440 Institutos Confucio en el mundo, 35 en Hispanoamérica (tres de estos en Colombia -dos en Bogotá y uno en Medellín-).

El de Medellín, del que hace parte EAFIT, la Universidad de Antioquia y la Alcaldía, se formalizó en 2009 y empezó a funcionar en 2010. Este centro es el único acreditado para ofrecer el examen de competencia del idioma chino, el HSK y HSKK, que se ofrece dos veces en el  año, en abril y en octubre. 

Última modificación: 06/03/2017 10:03