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El Eafitense / Edición 107 Prevenir, sostener y avanzar - El Eafitense – Edición 107

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Prevenir, sostener y avanzar

​​​​Los principios 7, 8 y 9 del Pacto Global de las Naciones Unidas, la más grande iniciativa de ciudadanía corporativa del mundo, tienen como enfoque principal el medio ambiente y el desarrollo sostenible. EAFIT, como institución de educación superior, también se ha suscrito a este instrumento, en el que combina academia, investigación y acciones concretas en el manejo de sus residuos.​​​​


​​Durante el segundo semestre de 2014, en EAFIT se desarrolló la Cátedra Pacto Global: aprender, implementar y
multiplicar. Fue una iniciativa de la Universidad, la Andi y la Red Colombia del Pacto Global.

Jonathan Andrés Montoya Correa
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT

Aunque la última evaluación del cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM), en 2013, arrojó que más de 2100 millones de personas accedieron a fuentes mejoradas de agua potable y que el porcentaje de áreas protegidas pasó del 8.9 al 14.6 por ciento de la superficie terrestre, los indicadores en otros temas ambientales no fueron tan favorables. 

Según este mismo informe, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron en un 46 por ciento más que en 1990, casi un tercio de los peces marinos fue sobreexplotado, Suramérica y África perdieron 3.6 y 3.4 millones de hectáreas de bosques respectivamente, y se calcula que cerca de 863 millones de personas se encuentra en situación de extrema pobreza.

Según este mismo informe, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron en un 46 por ciento más que en 1990, casi un tercio de los peces marinos fue sobreexplotado, Suramérica y África perdieron 3.6 y 3.4 millones de hectáreas de bosques respectivamente, y se calcula que cerca de 863 millones de personas se encuentra en situación de extrema pobreza.

Así, el Pacto Global es otra de las iniciativas que tiene como objetivo conciliar los intereses de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil en temas relacionados con los derechos humanos, el trabajo, la corrupción y, por supuesto, el medio ambiente.​​​​

Así, el Pacto Global es otra de las iniciativas que tiene como objetivo conciliar los intereses de los gobiernos, las empresas y lasociedad civil en temas relacionados con los derechos humanos, el trabajo, la corrupción y, por supuesto, el medio ambiente.

Este instrumento de libre adhesión y que aboga por el desarrollo sostenible tiene sus orígenes en el Foro de Davos (Suiza), en 1999. En este encuentro el entonces secretario de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, recibió el apoyo de diferentes empresas del mundo para crear un documento de alcance planetario.

En 2010, Colombia ya contaba con una Red del Pacto Global conformada, a su vez, por empresas multilatinas nacionales con agendas ligadas a la bandera de la sostenibilidad. EAFIT, como una institución de educación superior que promueve el respeto, la responsabilidad social, la equidad y la formación integral decidió unirse a esta iniciativa mundial.

“La idea inicial fue del estudiante Daniel Felipe Marín Gil, quien como parte de su trabajo de grado en el pregrado en Negocios Internacionales realizó una auditoría interna para conocer el estado de la Universidad con respecto a los 10 principios del Pacto Global”, recuerda Maria Alejandra Gonzalez-Perez, docente titular de la Escuela de Administración y representante por la Universidad ante la Red del Pacto Global.

Con este primer acercamiento, la Rectoría formalizó su decisión en marzo de 2011. Desde entonces se han logrado importantes avances como la vinculación a la Mesa de Anticorrupción Nacional y la creación de una diplomatura en Responsabilidad Social y Derechos Humanos. Así lo manifiesta la docente, quien, además, afirma que una de las áreas en las que más avances se han logrado es en la ambiental.

En el caso particular de los numerales 7, 8 y 9, estos se derivaron de la Declaración de Río de Janeiro de 1992, una conferencia en la que ya se habían comenzado a debatir aspectos como el cambio climático, la disposición mundial del agua para el consumo humano, la contaminación, el daño en los ecosistemas, la producción de basura, la deforestación y la degradación del suelo, entre otras preocupaciones de la ONU.

Mantener un enfoque preventivo que favorezca al medio ambiente, fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental, y favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente son los tres principios que esta alianza tiene enfocados, con el fin de ofrecer soluciones a estos problemas, y los mismos compromisos que han adoptado las directivas, las dependencias y la comunidad eafitense.

EAFIT quiere ser una universidad verde

En los primeros meses del segundo semestre de 2014, y gracias a la gestión en el manejo de sus desechos sólidos, EAFIT evitó que 10.6 toneladas de residuos reciclables fueran al relleno sanitario, se evitó la tala de 68 árboles medianos gracias a la recuperación de 4.2 toneladas de papel reciclable, se ahorró suficiente energía para mantener encendida una bombilla durante 11 años, suficiente agua como para dotar de este elemento a un individuo durante 7 años, e, igualmente, con el adecuado manejo que le dio a sus plásticos y vidrios se evitó el consumo y explotación de 14.381 litros de petróleo.

 acciones que se emprenden desde el Departamento de Planta Física y, específicamente, desde la coordinación de Aseo y Cafetería, liderada por Lina Marcela Rozo León.

 liderar acciones y estrategias amigables con el medio ambiente comenzó años antes de que la Universidad se suscribiera al Pacto Global. Una de esas primeras iniciativas fue la actualización del Plan de Manejo de Residuos Sólidos, que les permitió medir y caracterizar los diferentes tipos de desechos que se producían en la Institución.

“El primer Plan era de 2005 y estaba desactualizado no solo en normativa, sino en cubrimiento, pues la Universidad contaba con nuevas instalaciones físicas, áreas y dependencias. Con el nuevo documento de 2011 pudimos identificar que el 10 por ciento de los residuos eran orgánicos, el 48 por ciento ordinarios y el 42 restante era reciclable. Nuestra meta era disminuir considerablemente el porcentaje de los ordinarios y aumentar el de los reciclables”, explica Lina.

Con el Pacto Global surgió, más tarde, la posibilidad de trabajar de manera conjunta y realizar actividades encaminadas al cumplimiento de sus numerales sobre medio ambiente y sostenibilidad.

Este proceso incluyó visitas y capacitaciones con los concesionarios encargados de la recolección de basuras, la identificación y manejo de los residuos producidos en el Centro de Laboratorios, y la ubicación de un nuevo sistema de recipientes y papeleras, de acuerdo con la normativa propuesta en el Plan de Manejo.

De esta manera se uniformó a la Universidad con tres colores diferentes. El verde para los desechos ordinarios, el beige para los orgá- nicos y el gris para los reciclables. Igualmente, y conscientes de que la población docente y administrativa también debía comprometerse con esta estrategia, se les entregó y capacitó en el manejo de sus nuevas papeleras.

“Nuestro propósito es que desde los estudiantes hasta los directivos todos se involucren con esta causa. Por eso también comenzamos a utilizar vasos ecológicos en las estaciones de café de las dependencias, con el objetivo de que las personas los reutilicen varias veces al día”, apunta Lina Marcela.

Por si fuera poco, también se creó un Comité Ambiental conformado por representantes de los diferentes tipos de población que habitan el campus, como son los estudiantes, integrantes del Centro de Laboratorios y del Departamento de Servicio Médico, y los docentes, apoyados por el Departamento de Comunicación y las áreas jurídica y de Negocios Institucionales.

Según Lina, la actualización inicial del Plan de Manejo de Residuos Sólidos se suscribió al punto 7 del Pacto Global, dirigido al enfoque preventivo, mientas que las capacitaciones, las campañas personalizadas y colectivas, los eventos, las visitas y las inducciones a estudiantes y empleados nuevos sobre la gestión ambiental que se realiza en EAFIT responden al principio 8, dedicado al fomento de la responsabilidad ambiental.

Con respecto al numeral 9, que se refiere al manejo de tecnologías respetuosas con el medio ambiente, la coordinadora destaca reformas como el sistema push para el 90 por ciento de los baños de la Universidad; el uso de tanques de agua lluvia; el cambio a luminarias ecológicas (de T12 a T5); la disposición final responsable de elementos como computadores, pilas y lámparas; y la implementación de una centrífuga para la recirculación del agua fría para el Sistema de Aire Acondicionado. 

L​a Escuela de Administración de la Institución oficializó su participación en el Pacto Global a través de la formación de sus profesionales. Esto lo hizo en 2011 al firmar un convenio con el programa Principles for Responsible Management Education (PRME).​

Con estas acciones, que según Lina Marcela prometen grandes ahorros, la Institución iniciará su proceso de certificación con Green Metric, un indicador internacional de universidades verdes y al que EAFIT espera suscribirse como la sexta universidad nacional.

Esta aspiración, sumada a la realización de un diagnóstico ambiental y la implementación ante la norma ISO 14.000, le permitirá a la Universidad seguir posicionándose como entidad líder y comprometida con el Pacto Global.

Experiencias que son replicadas y escaladas

El 28 de julio de 2014 cerca de 165 empre​sas de la ciudad se reunieron en EAFIT para participar en la cátedra sobre Pacto Global: Aprender, implementar y multiplicar, una iniciativa que, durante seis meses, le permitió a los asistentes capacitarse y presentar sus prácticas y experiencias organizacionales en cada uno de los principios de esta alianza.​

La sesión del 24 de septiembre, dedicada justamente a los puntos 7, 8 y 9, centró el debate en el papel de las empresas en la mitigación de los efectos de la degradación del medio ambiente y el cambio climático, así como en las acciones, iniciativas y estrategias emprendidas al respecto.​

Carlos Mario Castaño Posada, director ambiental corporativo de Mineros S.A., fue uno de los invitados a compartir su experiencia de más de 14 años en temas de gestión sostenible, con la intención de motivar a otras pequeñas y medianas empresas para que se unieran a esta causa.

Y es que conscientes de su impacto en el medio ambiente, la participación de esta compañía en el Pacto Global comenzó en 2000, con la materialización de un Plan de Manejo Ambiental que han ido madurando y amoldando de acuerdo con las necesidades propuestas en este acuerdo mundial.​

“Como somos una empresa minera y de industria extractiva trabajamos muy fuerte en el aspecto de restauración. Ahí es donde está nuestro componente ambiental más significativo”, apunta el directivo.

Según Carlos Mario, la filosofía de Mineros S.A. es dejar las cosas igual o mejor de lo que estaban antes. Y, en esa medida, su objetivo es dejarles a las regiones y comunidades alternativas de desarrollo sostenible y coherente con las nuevas dinámicas de la cultura ambiental.

“Biodiversidad, bosques, actividades agropecuarias, agrícolas, de apicultura y acuicultura, entre otras alternativas, nos ayudan a conformar un mosaico de posibilidades. El resultado es que el Gobierno Nacional y otras instituciones han comenzado a usar nuevas experiencias, a replicarlas y a escalarlas”, señala.

Mineros S.A. también se hizo acreedora al Premio Nacional de la Excelencia, otro reconocimiento que, según su director ambiental, los motivó a participar en la cátedra sobre el Pacto Global. Su charla, además de llegarles a los representantes de las más de 160 compa- ñías asistentes, también será retransmitida en otros países con el apoyo de la ONU.

Carlos Mario también celebró que este espacio se desarrollara en una universidad, ya que como lo explicó, se trata de un territorio donde se pueden concretar nuevas conjuntivas apoyadas por la mirada académica.

Una opinión que confirma la docente Maria Alejandra Gonzalez-Perez, al comentar que, a partir de esta cátedra, se materializará una nueva opción de formación mediante una diplomatura sobre el Pacto Global, así como la reestructuración y actualización del Área de Responsabilidad Social del pregrado en Administración de Negocios, y la implementación de un módulo sobre este tema en todos los planes de estudio de la Institución.

La docente también comenta que la Escuela de Administración de la Institución oficializó su participación en el Pacto Global a través de la formación de sus profesionales. Esto lo hizo en 2011, al firmar un convenio con el programa Principles for Responsible Management Education (PRME).​

“Este es un acuerdo que une a las escuelas de negocio de todo el mundo para que se comprometan con la formación de gerentes que entiendan las realidades globales, con una base que contemple el medio ambiente, los derechos humanos y la gerencia responsable”, explica María Alejandra.

Según la docente, para alcanzar los pos objetivos del Pacto Global de 2015, que plantean soluciones a problemas sobre la pobreza, la vida saludable, la seguridad alimentaria, el acceso y abastecimiento de agua, las energías sostenibles y la gestión de recursos, entre otros, es necesario garantizar su cumplimiento con una gestión actual responsable. Y por eso el trabajo de EAFIT y de las otras instituciones inscritas en esta alianza está fundamentado en tres pilares: en prevenir, en sostener y en avanzar. ​

Última modificación: 27/02/2017 13:25