Mónica María Vásquez Arroyave
Colaboradora
Las herramientas de la cultura digital, tan familiares para los jóvenes, son las mismas que la Universidad decidió utilizar en la nivelación de los estudiantes de primer semestre y de grado once de bachillerato que aspiran a ingresar a carreras cuyos currículos se relacionan con las matemáticas y el lenguaje.
Para lograrlo, en el caso del nivelatorio de matemáticas, el Departamento de Ciencias Matemáticas de EAFIT, adscrito a la Escuela de Ciencias; y Proyecto 50 desarrollaron Iniciación al cálculo, una plataforma de autocontenido que permite a los estudiantes evaluar su nivel de conocimientos en matemáticas; preparar y reforzar las competencias que necesitarán durante la carrera, y evaluar los avances en el aprendizaje.
“El curso tiene la finalidad de que los estudiantes que ingresan a la Universidad, fundamentalmente a los pregrados en Administración de Negocios, Economía e Ingeniería puedan reforzar los conceptos básicos que son necesarios para poder trascurrir por los cursos de matemáticas I y cálculo I de la mejor manera posible”, refiere Pedro Vicente Esteban Duarte, profesor del Departamento de Ciencias Matemáticas.
El profesor relata que en diciembre de 2014 se convocó no solo a los estudiantes que se matricularon en la Universidad en el primer Academia semestre de 2015, sino también a aquellos beneficiarios del Programa 10.000 créditosbeca del Gobierno Nacional, para presentar un examen de diagnóstico.
“Los que obtuvieron el 70 por ciento o menos fueron citados en enero para hacer un curso presencial de 20 horas, y después se les hizo un examen de seguimiento”, comenta.
El promedio de calificación obtenida por los estudiantes becados fue del 64 por ciento y, luego del nivelatorio de 20 horas y el trabajo en línea, los resultados fueron del 82 por ciento, lo que, en opinión del profesor, permite dimensionar la mejora sustantiva en el nivel con que ingresaron a la Universidad.
Sin embargo, esas cifras fueron diferentes para los estudiantes no becados: en el examen diagnóstico los resultados en promedio fueron del 57 por ciento, y luego de hacer el proceso obtuvieron el 55 por ciento. Según el profesor esto obedeció a que, al contrario de los becados, se trataba de un examen que no era obligatorio, por lo que no hicieron el esfuerzo de estudiar el examen virtual.
El promedio de calificación obtenida por los estudiantes becados fue del 64 por ciento y, luego del nivelatorio de 20 horas y el trabajo en línea, los resultados fueron del 82 por ciento.
“Con esos datos consideramos que la plataforma cumple y puede, en el futuro, cumplir un papel muy importante para aminorar la pérdida y la deserción de los cursos de matemáticas I y cálculo I en la Universidad y, por ende, ayudar a que tengan un mejor rendimiento en los otros cálculos cursados en los semestres subsiguientes”, explica Esteban Duarte.
El curso también fue realizado el semestre pasado por estudiantes de grado décimo y once de las instituciones educativas de Itagüí que hacen parte del Plan Teso, un programa desarrollado por Proyecto 50 en convenio con la Alcaldía de este municipio del sur del Valle de Aburrá.
“Este semestre, iniciación al cálculo se desarrolla dentro del currículo del curso nivelatorio, con estudiantes de grado once aspirantes al programa de Beca con Aportes de Empleados de EAFIT”, menciona el profesor.
De acuerdo con Gloria Patricia Pérez Gó- mez, ingeniera de la Plataforma LMS de Proyecto 50, este año se matricularon al curso 1574 estudiantes. Un total de 355 eran becados, 21 pertenecientes a otros semestres y 86 del pregrado en Ingeniería de Sistemas. En diciembre del año pasado, se realizó la prueba de diagnóstico a 269 estudiantes becados y a 148 no becados, mientras que, en enero de este año, se adelantó con 258 estudiantes becados y 148 sin beca.
“El curso ha sido una gran oportunidad para quienes tenemos la capacidad, pero no la posibilidad de entrar a una buena universidad, ya sea por falta de recursos o porque nunca sentimos que pudiéramos encajar en un lugar que no fuera de carácter público. Además, nos hace sentir motivados para ingresar a la educación superior con un método que es de fácil manejo y que es una gran herramienta para el aprendizaje y la adquisición de nuevos conocimientos”, expresa Isabella Ospina Ochoa, estudiante de la I.E Campo Valdés.
El profesor Esteban Duarte sostiene que la importancia del aprendizaje en línea se debe a que son herramientas cercanas a los estudiantes, quienes tienen la posibilidad de acceder en cualquier momento y repasar conceptos matemáticos fundamentales para comprender los cursos de su carrera.
En este sentido, Santiago Naranjo Martínez, estudiante de Ingeniería de Diseño de Producto, opina que es una iniciativa importante porque el mundo está en constante actualización y la Universidad debe ir a la par.
Esta iniciativa que, en palabras del profesor, es un aprendizaje que potencia el trabajo interactivo con otros cursos dentro de la Universidad, llegará en un futuro a un público más amplio, con una cobertura del cien por ciento.
De acuerdo con Gloria Patricia Pérez Gómez, ingeniera de la Plataforma LMS de Proyecto 50, este año se matricularon al curso 1574 estudiantes. Un total de 355 eran becados, 21 pertenecientes a otros semestres y 86 del pregrado en Ingeniería de Sistemas
De las matemáticas al lenguaje
Gracias al trabajo adelantado con iniciación al cálculo, Sonia Inés López Franco, docente del Departamento de Humanidades, manifiesta que se decidió aprovechar esa experiencia para el área de lenguaje, en la que tradicionalmente se ha trabajado de manera presencial.
“Hemos visto que el profesor Pedro Vicente Esteban Duarte ha tenido grandes beneficios, porque Moodle -la plataforma tecnológica que se usa en iniciación al cálculo, y cuya distribución es libre- entrega información valiosísima en todos los órdenes”, anota la profesora.
Y es que, según ella, en su área se tiene un examen separado en tres componente. Cada uno tiene unos análisis particulares que son de gran interés para que los docentes puedan intensificar en ciertos subcomponentes y obtener información para enfatizar en algunos contenidos de la materia.
“Es un resultado tanto individual, por cada estudiante, como de contenido, por cada materia. Eso me parece poderosísimo y fue lo que nos demostró Pedro Vicente que se podía hacer con Proyecto 50”, resalta.
El curso nivelatorio del programa de Becas con Aportes de Empleados de EAFIT funciona en la Universidad desde hace más de 10 años, con estudiantes que son invitados para que, a lo largo de un año, participen durante 28 sá- bados en clases sobre diferentes habilidades comunicativas, como la lectura y la escritura.
“Estamos coordinando este laboratorio desde el Núcleo de Formación Institucional (NFI) en habilidades comunicativas, y queremos que se constituya en un lugar para elaborar, desarrollar o potencializar la lectura y la escritura, temas con los que se van a enfrentar los estudiantes en cualquier carrera de la Universidad”, plantea la académica.
Aunque, según la docente, el nivelatorio tiene 11 años de existencia, en la actualidad se realiza una revisión con el Centro de Estudios en Lectura y Escritura de EAFIT, para la elaboración de unas pruebas que se aplicarán a los estudiantes que ingresen al (NFI), relacionadas con las tres materias ofrecidas: análisis textual, prácticas textuales y edición textual, que tienen rasgos diferenciadores menores, pero son muy importantes para el desempeño en la academia.
“Queremos hacer una prueba para detectar las habilidades de los estudiantes que ingresan, con el fin de que se puedan ubicar en una de estas tres materias. Así tendremos una ganancia de entrada, al poder dedicar la materia exclusivamente a la habilidad que está muy desarrollada o por desarrollar”, precisa Sonia y aclara que la prueba se empezó a realizar el año pasado, pero de manera física, por lo que no ofreció tantos resultados como en el caso del nivelatorio en matemáticas.
Actualmente, la prueba se realiza a estudiantes de primer semestre para un autodiagnóstico, pero se aspira a que se convierta en una posibilidad para que ellos puedan, gracias a sus resultados, elegir de manera más acertada una de las tres materias del Núcleo de Formación Institucional.
“El NFI siempre ha trabajado con Proyecto 50. De hecho, se digitalizaron dos de estas materias: análisis textual y edición textual, y se subieron a EAFIT Interactiva. En la plataforma Moodle queremos trabajar todos los componentes pero, sobre todo, el entrenamiento a la prueba con el sistema, para que luego de hacer los ejercicios los alumnos obtengan resultados parciales de sus habilidades en los tres componentes: interpretativo, argumentativo y propositivo”, puntualiza sobre esta idea que beneficiará a todos los estudiantes de la Universidad.
Del tablero a la pantalla
Luis Felipe Zapata Rivera, coordinador de Tecnología de Proyecto 50, indica que esta dependencia se encargó de desarrollar, desde hace dos años, la automatización del proceso de entrenamiento, ejercitación y evaluación de iniciación al cálculo y, en la actualidad, trabaja en la migración del curso de lenguaje a esa misma plataforma.
“Es un proceso que va desde lo conceptual, la revisión y adaptación del material, a lo virtual, y a toda la producción de los contenidos asociados, hasta el despliegue en la plataforma virtual”, apunta.
Es un sistema automatizado y, detrás de este, hay un motor de
generación de ejercicios que está surtiendo permanentemente
la plataforma, de tal manera que un estudiante, al ingresar, encuentre
siempre ejercicios nuevos.
En Proyecto 50 también se encargan de proveer a los estudiantes las bases necesarias para el desarrollo del curso. Por tanto, desde que estos se matriculan en la Universidad reciben un usuario y una clave de acceso, lo que les da la posibilidad de ingresar a la plataforma virtual en línea, y luego cuentan con un soporte permanente.
Al transitar por el curso, Gloria Patricia describe que los alumnos se encuentran con 11 unidades temáticas: conjuntos numéricos, operaciones con intervalos y puntos en el plano, potenciación, productos notables y factorización, fracciones aritméticas y algebraicas, operaciones con fracciones algebraicas, radicación, racionalización, elementos generales de trigonometría, solución de problemas literales, y línea recta y circunferencia.
Esta experiencia es enriquecida con presentaciones dinámicas, ayudas audiovisuales, talleres y material de apoyo, así como la presentación en PDF para poder descargarla, con ventajas como la posibilidad de realizar una prueba y obtener retroalimentación, o navegar de forma libre.
“También tenemos videos que fueron desarrollados con el profesor Pedro Vicente, en los que solo se escucha su voz y aparece la imagen del ejercicio, lo que da la sensación de estar en una clase personalizada”, afirma Gloria Patricia.
La ingeniera explica que la presentación va señalando una palabra o frase importante, lo que ayuda a que el estudiante repase esos conceptos y, al final, se hace un quiz, aunque la temática resaltada no siempre está asociada a dicha prueba.
En cuanto a los talleres, Luis Felipe cuenta que en ellos se proponen ejercicios aleatorios, programados en el computador, es decir, que se autoredactan y proponen situaciones nuevas cada vez que el estudiante ingresa.
“Es un sistema automatizado y, detrás de este, hay un motor de generación de ejercicios que está surtiendo permanentemente la plataforma, de tal manera que un estudiante, al ingresar, encuentre siempre ejercicios nuevos.
Esto es producto de una estrategia propuesta en 2011 por el Departamento de Ingeniería Mecánica, a través del proyecto titulado
Desarrollo de un sistema de evaluación para la asignatura de estática”, aclara.
En vista de que a EAFIT llegan estudiantes de diversos colegios, públicos y privados, con distintos enfoques y niveles, el ingeniero expone que se busca ayudar a quienes no tuvieron la oportunidad de una buena formación en matemáticas, para que logren nivelarse y, de esa forma, impactar de manera positiva en las tasas de pérdida de la materia. “La idea es seguir apoyando el programa con Proyecto 50 desde todas las áreas, para que la iniciativa continúe una evolución tanto tecnológica como en contenidos y ejercicios”.
Además de las ventajas de poder acercarse a los jóvenes a través de la tecnología, y contar con una herramienta amigable, Luis Felipe concluye que con este recurso adicional gratuito se logrará automatizar ese proceso de nivelación en ambas áreas del conocimiento, para que sea masivo y se pueda apuntar a otros objetivos.
En los móviles
Aunque según Luis Felipe Zapata ya se tiene acceso a la plataforma libre Moodle a través de los móviles, el reto es adaptar el contenido para que sea visualizado de manera correcta en esos dispositivos, puesto que aún no funciona en todos. “Algo muy intuitivo y sencillo que pensamos tener en los dispositivos móviles”, anuncia.
Según el ingeniero, la aplicación, que se espera tener lista para este año, podrá ser descargada por los estudiantes para que puedan acceder a los mó- dulos directamente.
“Estamos estructurando un poco esos nuevos escenarios de aprendizaje para los estudiantes, con el fin de que no sean siempre los mismos libros y materiales tradicionales sino también este tipo de recursos”, dice.