Carolina Ospina Foronda
Colaboradora
En su primer proyecto de empresarismo utilizó la joyería de oro para ayudar a personas en situación de discapacidad del municipio de Rionegro (Oriente de Antioquia).
Ahora, como jefa de Desarrollo Empresarial de la caja de compensación familiar Comfama, proyecta recursos para que microempresas y empleados crezcan en sus propósitos, lo que impacta directamente la economía del departamento.
Nació en Medellín, pero se crió en El Retiro, un pequeño municipio del Oriente antioqueño vecino de Rionegro, en una familia de 13 hermanos. Tal vez la pujanza inculcada por sus padres y hermanos mayores, junto a un sentido de pertenencia por su región, la llevaron al tema del emprendimiento, en el que ha cosechado logros y saberes.
Marcela Yepes Rendón, becada y egresada de EAFIT, lleva al empresarismo entre ceja y ceja, casi desde que comenzó sus estudios universitarios, un interés que le ha servido para impulsar proyectos como Cultura E y el Parque del Emprendimiento.
Liderazgo y buen rendimiento académico
La familia de Marcela se reúne sagradamente los domingos para almorzar en El Retiro. Luego de la muerte del padre, los hermanos mayores se han encargado de apadrinar a los menores, en un esfuerzo de tutoría que quiere garantizar el estudio de los más pequeños de la casa.
“En mi familia todos somos muy unidos, pero Marcela es el punto de encuentro desde que murió mi papá. Es una líder, tanto en su vida profesional como en la familiar”, cuenta Daniela Yepes Rendón, la hermana apadrinada por Marcela.
Precisamente fue este liderazgo la cualidad que más sobresalió de Marcela en su época como estudiante del pregrado en Administración de Negocios, de la Escuela de Administración. De esta forma, alcanzó becas y reconocimientos, como un primer apoyo económico para su carrera de la mano del programa de Empresarismo de EAFIT.
Marcela Yepes Rendón, becada y egresada de EAFIT, lleva al empresarismo entre ceja y ceja, casi desde que comenzó sus estudios universitarios, un interés que le ha servido para impulsar proyectos como Cultura E y el Parque del Emprendimiento.
“En 1996 comenzó a operar EAFIT Llanogrande con dos programas de pregrado: Ingeniería de Sistemas y Administración de Negocios. Para el comienzo de este espacio se quiso impulsar un tema social importante para el Oriente antioqueño, por lo que a estudiantes destacados se les premiaría con becas”, explica Jorge Hernán Mesa Cano, quien fuera docente de Marcela en la Universidad.
Como complementa el docente eafitense, quien en la actualidad hace parte del Departamento de Organización y Gerencia, desde sus primeros semestres Marcela manifestó un interés particular por el empresarismo, por el emprendimiento, lo que la llevó a una monitoría en el tema y a alcanzar su beca por liderazgo.
“Ella integra una familia numerosa, y tal vez por eso siempre se manifestó muy preocupada por ayudar al otro. Y es en los cursos de emprendimiento donde Marcela manifiesta ese interés por ayudar”, indica el profesor Jorge.
Semestres más adelante, la estudiante de Administración de Negocios fue seleccionada por su buen desempeño como beneficiaria de la beca Suiza, un programa en el que, además del ciento por ciento de la matrícula, recibiría un apoyo para su sostenimiento.
“Es una beca que se constituye en una deuda moral, ya que como egresada te dan la oportunidad de aportar económicamente a un fondo para crear más becas y, de esta forma, devolverle a la sociedad algo de lo mucho que te dio”, subraya Marcela.
El primer proyecto
El interés de Marcela por emprender estuvo vigente durante toda su carrera. De hecho, fue una de las primeras emprendedoras que logró apoyo por el programa de Empresarismo de EAFIT.
“Nuestra idea, y que me sirvió de práctica profesional, consistió en una maquila de oro para fabricar joyas, con el apoyo de una empresa minera asentada en Antioquia. Nuestro objetivo era ofrecerle trabajo a personas en situación de discapacidad y a personas sordas del Oriente de Antioquia”, relata la egresada.
Como apunta también el profesor Jorge Mesa, este proyecto llamado Black River apoyaba a estas personas en situación de discapacidad física, debido a que fueron abandonadas en un proyecto anterior que prometió ayudarles con ingresos fijos.
“Marcela y una de sus hermanas conocieron la historia y decidieron ayudar. Y aunque el proyecto superó una fase inicial, tuvo que cerrar luego de un robo desafortunado del que fue víctima”, explica el docente.
Un proceso ya maduro
Luego de su graduación y de liquidar a Black River, la egresada llegó a la Incubadora de Empresas de Antioquia. Luego, sería nombrada coordinadora de Cultura E, proyecto que vio sus inicios en las manos de Marcela.
“También hice parte del equipo creador del Parque del Emprendimiento y después de esa experiencia pasé a la caja de compensación Comfama”, dice.
En Comfama, su conexión con los emprendedores de la ciudad no pararía, ya que allí comenzó coordinando un proyecto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) llamado Jóvenes con empresa, proyecto que, según el profesor Jorge Mesa, la catapultó a donde se encuentra hoy en día.
“En mi familia todos somos muy unidos, pero Marcela es el punto de encuentro desde que murió mi papá. Es una líder, tanto en su vida profesional como en la familiar”, cuenta Daniela Yepes Rendón, la hermana apadrinada por Marcela.
“En este proyecto el objetivo era apoyar las unidades de emprendimiento que se gestaban en las universidades. Luego de ahí pasaría al Área de Cooperación de la caja y, finalmente, llegaría al cargo de jefa de Desarrollo Empresarial de Comfama”.
En la actualidad, su unidad de trabajo se encarga de dos funciones principales: la primera es la coordinación de la agencia de empleo, en la que la meta es conectar las oportunidades laborales de la ciudad con aquellos que las necesitan; y el apoyo a las microempresas afiliadas a Comfama, con la filosofía permanente de brindarles el más completo acompañamiento, ya que la microempresa es el ecosistema más débil de todo el mundo empresarial.
“Marcela es una persona audaz, que ama profundamente a su región y a quien hay que estar atajando debido a la gran energía que proyecta y a su sentido de ayuda. Sin duda, su amplitud perceptual y su sentido nato de emprendimiento le han ayudado a forjar su presente”, apunta el docente Jorge Mesa.