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El Eafitense / Edición 108 Hallazgos que aportan a la construcción de políticas públicas - El Eafitense – Edición 108

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Hallazgos que aportan a la construcción de políticas públicas

​​​​​Los académicos del Centro de Análisis Político, adscrito a la Escuela de Humanidades, producen investigaciones sobre seguridad, convivencia y cultura de la legalidad para tomar mejores decisiones, sobre todo, en el sector privado​​. De esta forma, EAFIT aporta soluciones que son para beneficio de la comunidad.


​Los integrantes del Centro de Análisis Político hacen parte del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas.​

Juan Esteban Mejía Upegui
Colaborador

Lo que sucede en la academia no se queda en la academia. La teoría no se aísla de la práctica y, al contrario, trasciende, sugiere cambios y aporta ideas para mejorar la realidad. Y a eso le apostó EAFIT cuando, a partir de 2006, creó el Centro de Análisis Político, el Centro de Estudios Asia Pacífico y el Centro de Pensamiento Estratégico. Más adelante le dio vida al Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam), y al Centro de Investigaciones Económicas y Financieras (Cief).

Gran parte de los estudios sobre seguridad desarrollados por este centro de análisis se ha enfocado en el comportamiento de los homicidios en Medellín.​

​Uno de estos grupos, el Centro de Análisis Político (CAP), de la Escuela de Humanidades, proyecta nacional e internacionalmente la U​​​​niversidad con estudios sobre seguridad, convivencia y cultura de la legalidad. Esta es apenas una de sus líneas de trabajo, pero es en la que más recorrido tiene desde cuando se abrió esta unidad. 

A lo largo de estos años, el CAP se ha caracterizado por producir conocimientos rigurosos como resultado de exhaustivas investigaciones académicas. Han articulado la teoría con la realidad para ayudar a comprender problemas tan complejos, como los que tienen que ver con la seguridad y el crimen. Este trabajo se ha hecho en alianza con el sector público y el sector privado. 
 
Entre los socios y usuarios se encuentran la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia, el Concejo de Medellín, el Banco de la República, Colciencias, ONU Hábitat, la Embajada de Canadá, la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, la Cámara de Comercio de Medellín, Sura e Isagén. Estas entidades han acudido al CAP en busca de información útil y necesaria para la construcción de políticas públicas y para tomar mejores decisiones, sobre todo en el caso del sector privado. 
 
Gran parte de los estudios sobre seguridad desarrollados por este centro de análisis se ha enfocado en el comportamiento de los homicidios en Medellín. En 2008, cuando comenzaba sus labores, el CAP elaboró un análisis del desempeño del homicidio en la ciudad, en un trabajo con la secretaría de Gobierno de la Alcaldía. 

En 2011, los académicos que conforman este grupo redactaron el Libro Blanco de la seguridad y la convivencia de Medellín en asocio, una vez más, con la Alcaldía. En 2014 acompañaron el diseño de la política de seguridad y convivencia para la ciudad y publicaron su estudio más reciente, titulado Nuevas modalidades de captación de rentas criminales en Medellín. Todo el conocimiento que han recogido sobre los problemas de la ciudad sirvió también para acompañar a la Alcaldía en la formulación de la Política pública de juventud.
 
Pero su trabajo ha trascendido a lo regional y nacional, con estudios sobre las economías ilegales. En 2011 el CAP publicó el libro Economía criminal en Antioquia. Al año siguiente elaboró el documento Diálogos sobre economías extractivas: ¿cómo abordar la minería ilegal?, un trabajo que se hizo con la Embajada de Canadá. Y con Colciencias desarrolló el estudio Economías criminales y poder político, y la investigación Estudios de corrupción y cooptación en Antioquia, Bolívar y Córdoba. La contratación estatal y el funcionamiento de las regalías de oro. Adicionalmente, en 2013, en asocio con la Gobernación de Antioquia y Sura, construyó el documento Valores, representaciones y capital social en Antioquia. 

Al año siguiente, con la Gobernación, realizó la Medición de la percepción en seguridad en el departamento de Antioquia. Se trató de la primera encuesta de alcance regional en su tipo en el país, pues no se habían hecho antes mediciones que permitieran comparar ámbitos rurales y urbanos, como en este caso.
 
Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Humanidades, cuenta que el trabajo que se ejecuta ya tiene vuelo internacional. “Participamos en redes latinoamericanas sobre análisis de seguridad ciudadana, seguridad urbana, economías criminales y mafias”. Parte de esas alianzas se tienen con gobiernos locales (de provincias, estados y capitales) en Argentina, México, Brasil y Bolivia. Con estos se hacen estudios similares a los que se han hecho en Medellín. ​​

Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Humanidades, cuenta que el trabajo que se ejecuta ya tiene vuelo internacional. “Participamos en redes latinoamericanas sobre análisis de seguridad ciudadana, seguridad urbana, economías criminales y mafias”.

Como parte de esas relaciones internacionales, recientemente se publicó un artículo académico del decano Giraldo y el investigador Gustavo Duncan en el libro Estado y Crimen Organizado en América Latina. Se trata de una compilación de nueve textos editado en Argentina por los académicos Alejandro Isla, Michel Misse y Daniel Míguez sobre la articulación entre el Estado y el crimen organizado en varios países latinoamericanos. En el libro se estudian particularmente casos de Brasil, México, Colombia, Argentina, El Salvador y Guatemala. La compilación deja ver que, pese a la diversidad del fenómeno, el crimen organizado se convierte en la forma de dominación alternativa donde el Estado centralizado presenta débiles formas de control.
 
Ahora el CAP se concentra en un proyecto con la Fundación Open Society que busca entender la violencia en las 11 zonas de Medellín donde se ha registrado mayor número de homicidios en los últimos años. El proyecto parte de un contexto que estudian los investigadores. 

Así, desde 1985 se pueden identificar cambios en las estadísticas de homicidios en la ciudad. Un primer momento fue de 1985 a 1993, y se caracterizó por la confrontación entre el Cartel de Medellín y el Estado. Luego vino una segunda etapa, de 1989 a 1994, en la que los homicidios se explicaban por la confrontación entre milicias urbanas y la policía. Desde 1994 se tuvo un tercer momento caracterizado por la guerra entre bandas. Y en la cuarta etapa, entre 1998 y 2003 la violencia homicida encontró explicación en el conflicto entre grupos paramilitares y guerrillas.
 
Para entender las razones de los homicidios en Medellín entre 2003 y 2013, el CAP planteó un estudio con lo que llama “aproximación microsocial”. Consiste en ir al terreno donde se presenta mayor cantidad de homicidios para entender sus razones. Para seleccionar este periodo, los investigadores consideraron que existen nuevas dinámicas que invitan a ser comprendidas de manera diferenciada frente a dinámicas anteriores vividas en la ciudad. 

Ahora el CAP se concentra en un proyecto con la Fundación Open Society que busca entender la violencia en las 11 zonas de Medellín donde se ha registrado mayor número de homicidios en los últimos años.

Entendieron, por ejemplo, que ahora se puede ver una criminalidad organizada, con flujos de violencia que dependen de otras variables asociadas, estrictamente, a los negocios del tráfico de drogas u otras economías ilícitas. Todo esto genera un ambiente catalizador de la violencia común por parte de “combos” o pandillas juveniles, la criminalidad menor, y la ciudadanía intolerante y armada.
 
Un primer análisis encontró una concentración de homicidios en 11 polígonos, en 9 de las 16 comunas y en 53 (21,3 por ciento) de los 249 barrios de la ciudad. Estos polígonos cubren un área de 11,78 kilómetros cuadrados, es decir, el 12 por ciento del área urbana y el 3 por ciento del área total del municipio de Medellín. Solo esas zonas aportan el 32,1 por ciento de los homicidios en el periodo analizado de 10 años (de 2003 a 2013).
 
Esos contextos, que se podrían estar presentando en ciertos lugares de Medellín donde se nota mayor cantidad de homicidios, dejan ver dos realidades sobre una misma ciudad. La primera es que hay zonas con tasas parecidas a las de ciudades seguras de los países desarrollados. La segunda es que existen otras zonas que alcanzan cifras similares a las registradas en las ciudades más peligrosas del mundo. Lo que quieren determinar los investigadores con precisión es que los patrones de violencia y criminalidad en Medellín han cambiado en los últimos años. 
 
Entre tanto, se espera que la realidad del país llegue a algún cambio si se firma la paz con las Farc. El decano Jorge Giraldo abona el terreno para que la Universidad entre a participar desde ya en el debate de lo que sería un posconflicto. “Tenemos propuestas para involucrar a la Universidad en la discusión regional sobre el posconflicto. Ya tenemos un proyecto con la Gobernación de Antioquia y queremos discutir una idea más con empresarios”. De esta forma, los temas que ha venido estudiando el CAP vienen del entorno de la ciudad y del país, se articulan con la academia y la teoría para sugerir ideas que ayuden a transformar la realidad.

Última modificación: 27/02/2017 23:31