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EAFIT reitera su reflexión alrededor de la ética

​​​​​​​​La Universidad cuenta con un Centro de Integridad para, entre otros temas, fomentar la educación con sentido y generar procesos edificantes en la academia, además de reflexionar sobre la ética y la misma integridad. Esta unidad, que se inauguró el 23 de febrero de 2017, surge como una evolución del programa Atreverse a Pensar.

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​Jonathan Montoya Correa
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT

Colombia se ubica, con 37 puntos, en el puesto 90 del Índice de Transparencia Internacional 2016. Teniendo en cuenta que esta medición se basa en una escala donde la cercanía a los 100 puntos indica mayor transparencia y la tendencia hacia el cero es un indicador de corrupción, se trata de una cifra preocupante y que debería generar una reflexión sobre la situación actual del país.

En otras clasificaciones como el Informe  del Reputation Institute 2016, el panorama tampoco es prometedor. Allí, en la posición 60 y con un puntaje de 42.46, el país se ubica en la franja naranja, lo que indica una reputación débil en el ámbito mundial, en contraposición con las naciones de la franja verde. En ambas mediciones los países escandinavos, además de Australia, Nueva Zelanda y Suiza, siguen ocupando las primeras posiciones.

Llegar al nivel de estas naciones, o simplemente mejorar la ubicación, es una tarea ardua y que implica un cambio de paradigma, de comportamientos, de formas de ver la vida y, sobre todo, de una reflexión profunda sobre la integridad, la ética y la moral.

“En un país donde hay una divergencia entre los ideales individuales y colectivos, con grandes escándalos de corrupción y donde las instituciones han perdido su legitimidad, se hace aún más necesario fomentar la crítica y la autoevaluación. Y las instituciones académicas están llamadas a ser parte activa de ese proceso”, señala Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT.

Por ese motivo, desde el jueves 23 de febrero, la Universidad presentó a la sociedad el Centro de Integridad de EAFIT, un espacio orientado a promover el debate, la reflexión y la investigación en torno a estos temas.

Esta unidad, que surge como una evolución de Atreverse a Pensar, tiene como principal objetivo fomentar la cultura ciudadana, y motivar en los estudiantes una educación con sentido cooperativo y que genere procesos edificantes. Para su inauguración la dependencia contó con la presencia de Adela Cortina, filósofa española y catedrática de la Universidad de Valencia.
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“En un país donde hay una divergencia entre los ideales individuales y colectivos, con grandes escándalos de corrupción y donde las instituciones han perdido su legitimidad, se hace aún más necesario fomentar la crítica y la autoevaluación. Y las instituciones académicas están llamadas a ser parte activa de ese proceso”, señala Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT.​

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En su conferencia –Educación desde el ser: el sentido de la ética en la construcción de una sociedad justa e incluyente– la académica abarcó temas como la ética cívica, la educación en valores y la conciencia del ser humano e, igualmente, destacó el papel de las universidades en la función de crear una educación desde el ser.

Se trató de una afirmación que coincidió con las palabras del Rector durante el acto de lanzamiento y en las que mencionó que la Universidad no es un producto concluido, “sino un proceso en permanente construcción, y en el que la integridad debe ser un tema fundamental en esa idea de construcción”.

Para el directivo, las universidades tienen la responsabilidad de pronunciarse frente a la falta de ética e integridad, y de crear estrategias que ayuden a cambiar los comportamientos desde el aula de clase.

“Hace seis años también nos preocupaba este país y lanzamos el proyecto institucional Atreverse a Pensar sin el ánimo de ser moralistas. Esta iniciativa despertó conciencias, generó inquietudes y llevó un mensaje a muchas instancias dentro y fuera del campus. Ahora queremos ir un paso más allá, y estamos muy orgullosos de iniciar un nuevo ciclo con el Centro de Integridad y de contar con Adela Cortina como madrina”, puntualiza el Rector.

La evolución de Atreverse a Pensar

La integridad es una construcción constante, un trabajo continuo y un proceso dinámico que, en EAFIT, ahora será jalonado a través de su nuevo Centro de Integridad.

eafit-reflexion-etica.jpgY para lograr este propósito, la dependencia se apoya en los más de seis años de trayectoria de Atreverse a Pensar, en sus experiencias con los 10.600 estudiantes que han participado en sus talleres, y las cerca de 110 instituciones públicas y privadas que fueron beneficiadas por sus conferencias y sus actividades, y entre las que se incluyen EPM, Sura, Columbus School, Universidad Icesi, Fundación Universitaria de Popayán, y los colegios San José de Las Vegas (Medellín), Horizontes (Rionegro) y Colombo Británico (Envigado), entre otros.

“El Centro de Integridad es una evolución del programa Atreverse a Pensar. En 2012 habíamos contemplado la opción de crear una oficina de integridad tomando como modelo algunas instituciones pares en el mundo. Sin embargo, nos dimos cuenta de que debíamos madurar algunos de nuestros procesos. Hoy, después de seis fases comunicacionales, sentimos que es el momento preciso para crearlo”, recuerda Nathalia Franco Pérez, jefa de la recién fundada unidad.

El centro está estructurado en tres ejes de trabajo: educación, investigación y proyección social. Estas líneas de acción están enmarcadas en el concepto de cocreación, que fue vital durante los orígenes de Atreverse a Pensar. 

“Queremos que este centro sea un punto de llegada y de partida para reflexionar sobre la integridad, pero tenemos claro que no podemos ser, únicamente, un centro de pensamiento, sino también acompañar a los estudiantes y a los profesores para que el  ejercicio académico sea abordado con pasión, compromiso y, por supuesto, con integridad”, anota Nathalia.

Y agrega que el Centro de Integridad no funcionará como un ente que sanciona, sino como un espacio abierto a escuchar a los eafitenses, a cocrear con ellos y a construir unas mejores prácticas”.
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​“En un país donde hay una divergencia entre los ideales individuales y colectivos, con grandes escándalos de corrupción y donde las instituciones han perdido su legitimidad, se hace aún más necesario fomentar la crítica y la autoevaluación.​
Y las instituciones académicas están llamadas a ser parte activa de ese proceso”, señala Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT.​

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Los retos en educación, investigación y proyección

Integrantes del centro visitan cada semestre algunas de las aulas de clase para coordinar un espacio de reflexión y análisis sobre el lugar de la integridad en la cultura y la formación, y conversar con los estudiantes y los docentes sobre la gestión de la recién fundada unidad.

Este ejercicio, que hace parte de una investigación cualitativa que actualmente adelanta el centro, en conjunto con la Escuela de Administración, se suscribe a dos de los ejes de trabajo de la unidad: el educativo y el investiga​tivo, y en los que el trabajo con los estudiantes y docentes es fundamental.

En el investigativo el objetivo estará encaminado a comprender en profundidad el fenómeno de la integridad y, específicamente, el de la integridad académica. Se trata, en palabras de Nathalia, de un elemento ampliamente estudiado en los Estados Unidos, Canadá y Australia, pero que necesita ser fortalecido en el país.

Finalmente, el frente de proyección responde a un compromiso de responsabilidad social con la ciudad, la región y el país. Y aunque inicialmente el principal público de interés del centro será la comunidad académica, la unidad tendrá las puertas abiertas a todas las entidades oficiales y privadas que tengan la misma necesidad de repensar el papel del ser humano, la ética y la integridad, y de generar un diálogo sobre estos aspectos.

Se trata de una visión que, a diferencia de la gestión con Atreverse a Pensar, ya no se concentra en el tema del fraude académico, considerado como un síntoma social, sino en acciones más integrales que profundicen sobre la educación y ayuden a desarrollar un pensamiento crítico que será fundamental en la toma de decisiones.

El centro está integrado por Nathalia Franco Pérez y Monserrat Ordóñez Echeverri, egresada del pregrado en Psicología de la Universidad. Las dos eafitenses han participado en el proceso de creación desde 2016, año en el que recibieron el aval del Consejo Superior de la Institución para la creación de la dependencia.​