Una evaluación que trasciende
Los proyectos externos que el programa realiza también requieren una evaluación del impacto en sus participantes.
En Ingeniería N -iniciativa de Ruta N en alianza con la Secretaría de Educación de Medellín y la Universidad EAFIT- la evaluación se hace desde cuatro competencias que se analizan en los jóvenes en diferentes etapas del proyecto: trabajo en equipo, perseverancia, pensamiento crítico y resolución de problemas.
Para Ximena León Botero, tallerista del proyecto, “la evaluación es de gran importancia porque permite ir más allá. Se trata de percatarse del proceso que cada niño tiene, en este caso, desde estas dimensiones”.
En su acompañamiento a los jóvenes, Ximena ha evidenciado cambios en el desarrollo del pensamiento crítico de los participantes cuando se preguntan o hablan de sus objetivos a corto, mediano y largo plazo, conversaciones que incluyen lo que les gustaría estudiar a partir de lo que han descubierto en Ingeniería N.
Como ella, María Andrea González Gutiérrez, tallerista, también percibe cambios en los jóvenes:
“Al principio era evidente que los niños eran muy tímidos para expresar sus ideas y se veían limitados a partir de muchos paradigmas. A medida que hemos realizado actividades, el mismo espacio propicia que ellos expongan sus ideas, y eso les ha suscitado apropiación y seguridad”.
Entre las estrategias que Ximena utiliza para descubrir la relación de los participantes con las competencias propuestas se encuentra la observación.
María Andrea, por su parte, resalta que a partir de la conversación ha descubierto aspectos de cada niño. Considera que el tallerista debe apropiarse del grupo, estar en sintonía con los jóvenes y entender cada momento del taller.
Tanto Ximena como María Andrea destacan la importancia de que la Universidad de los niños realice una evaluación de impacto a los participantes de Ingeniería N.
“Es fundamental saber qué se ha generado en los chicos. No es solo hacer los talleres, sino pensar qué hemos dejado en ellos y si se han logrado los objetivos”, dice Ximena.
María Andrea cuenta que esta evaluación guía a los talleristas para entender los procesos que vive cada niño.
Con la ciencia en la cabeza
La evaluación de impacto también se aplica a los participantes e investigadores de Con la ciencia en la cabeza, el radiality, proyecto cofinanciando por Colciencias.
Esta medición mezcla datos cualitativos y cuantitativos y da cuenta de la forma como los participantes, entre 15 y 30 años, se apropiaron de los conocimientos abordados en siete talleres temáticos, cada uno relacionado con una problemática actual de Colombia: desplazamiento forzado, movilidad, salud, pobreza, conflicto armado, hacinamiento carcelario y explotación ilegal de recursos.
Como cuenta Maritza Vásquez Guzmán, asistente estratégica de investigación, la evaluación busca evidenciar la importancia que ha cobrado para los participantes el mirar las problemáticas mencionadas, no solo desde su experiencia, sino también desde la investigación, para buscar soluciones.
Asimismo, y como un ejercicio de doble vía, se busca que los investigadores reflexionen sobre su oficio y el valor que tiene complementar sus trabajos de investigación con las voces de ciudadanos que viven estas problemáticas día a día.
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