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Adolfo León Maya

Los investigadores te cuentan

​​Un sociólogo es un insatisfecho porque siempre busca, indaga, cuestiona, aporta y resalta.​

Adolfo Maya.jpgAsesor de los talleres ¿Porqué alguien nos manda y nos dice qué debemos hacer?​¿Cómo conocer las historias del mundo? y ¿Qué poderes gobiernan la ciudad?

Adolfo Maya y Juan Camilo Esco​bar son dos investigadores de las Ciencias Humanas que trabajan conjuntamente. Desde sus profesiones, Sociología e Historia, respectivamente, indagan diversos hechos históricos, su conexión con lo verdadero y con lo que sucede en la actualidad. 

A partir de la combinación de tres ingredientes, como ellos mismos los llaman, es decir, las fuentes o documentos primarios, las fuentes teóricas, y el análisis y las palabras de ellos mismos, buscan crear un texto objetivo que evite tanto generalizaciones como juicios de valor.

La motivación que impulsa a estos científicos de las humanidades a construir sus temas de investigación es la misma certeza que les ha otorgado su trabajo. “Es imposible decir que un tema ha sido estudiado por completo o en definitiva. Además, hay un grado de subjetividad en la Historia”, dicen los investigadores, lo que los lleva a revisar, evaluar y en ocasiones reconstruir pasajes históricos.

Una de las ambiciones de estos investigadores es “que la Historia se pudiera estar enseñando de una forma más continua en escuelas y en colegios. Que en toda profesión y labor se pensara lo que se hace de un modo histórico”. 

Entre los diversos pensadores que han conocido a través de sus estudios, Juan Camilo Escobar destaca, como referentes, al historiador francés Jules Michelet y el filósofo alemán Karl Marx. “El primero se interesó por “los sentimientos colectivos”, conocidos luego como “mentalidades”; el segundo, explicó desde diversos ámbitos (político, económico, social y cultural) la transformación del mundo”, dice el historiador. Por su parte, Adolfo Maya recuerda un libro en particular: “Me parece interesante “El nombre de la rosa”, del escritor italiano Umberto Eco, porque nos ofrece una alternativa para articular la Historia con la Sociología, la Política, la religión y la Filosofía”.

Más datos sobre Adolfo​

¿Qu​é estudia un sociólogo?
Básicamente estudia, tanto desde el punto de vista teórico, de la observación  y del análisis de la realidad social en la que estamos inscritos o que vivimos,  los comportamientos sociales, las maneras de ver el mundo, de apreciarlo, de materializar su visión del éxito, la prosperidad, la libertad, el bienestar, condiciones objetivas o cotidianas de vida, entonces un sociólogo se pregunta si uno vive como piensa o piensa como vive, para establecer esa relación entre estructura mental y condiciones de vida.

¿Qué te dedicas a investigar?
En la línea de historia social, cultural y política de Iberoamérica con énfasis en Colombia, es decir,  cómo ha sido la historia de las instituciones políticas, de la sociedad colombiana, de la Universidad; el pasado brinda pistas para comprender el presente, que no puede expresarse por sí mismo en sus problemáticas, certezas, dudas, conflictos; en  la investigación histórica, social y política está la posibilidad de ver el movimiento de ese problema que se investiga y es posible que desde la comprensión sea más viable construir alternativas de solución o de transformación.

¿Por qué decidiste estudiar sociología?
Yo decidí estudiar sociología, por mi formación religiosa, pues  recuerdo que mi niñez la viví en un entorno de religiosidad con unos sacerdotes que invocaban siempre el contacto con la comunidad, con la gente y desde allí me surgió una preocupación por los otros desde sus problemas sociales y culturales.

¿Qué es lo mejor de ser sociólogo?
Que siempre hay esperanza de volverlo a hacer de una manera mejor, más disciplinada; creo que ser sociólogo brinda la posibilidad de no tragar entero, de tener un criterio, una posición crítica frente a la vida; un sociólogo es un insatisfecho porque siempre busca, indaga, cuestiona, aporta, resalta. Lo mejor es poder asumir una posición filosófica, de estudiar, profundizar, uno siempre está a portas del conocimiento, porque un sociólogo es inadmisible sin preguntas.

¿Y qué es lo peor o no tan bueno?
Hay una lectura comprensible pero rebatible: el estigma del sociólogo en términos políticos y sociales, pues es portador de preguntas, de cuestionamientos, lo que incomoda y conduce a hacer una ecuación, que es desafortunada, y es que quien piensa es un riesgo; pienso que esa puede ser una parte en el medio social y académico que no es tan buena.

¿Una herramienta o espacio de investigación preferido?
Los sociólogos son pertinentes en todos los espacios de la vida y de la trama social: en el mundo de la empresa, en una institución, en la academia, la investigación, la escritura: Un sociólogo es muy pertinente en el mercado si le da por leer las tendencias en el consumo,  las tendencias de la estructuración mental de grupos sociales, por ejemplo en jóvenes, consumo, vestuario, recreación. El sociólogo tiene una tendencia a ser interdisciplinario, piensa en las personas, en los sujetos y no solo en los individuos como si su comportamiento estuviera aislado de la vida social y cultural. 

¿Alguna página web que pueda recomendar sobre sociología?
Esa pregunta delata una ausencia, no conozco páginas específicas de sociología pensando en el público de los niños, sería interesante pensar en una propuesta de ese orden.

¿Un libro?
Me parece interesante “El nombre de la rosa” de Umberto Eco, porque nos ofrece una alternativa de articular la historia con la sociología, la política, la religión, la filosofía para darnos cuenta de las nuevas edades medias en el momento en que viven hoy los niños donde se ha remplazado la catedral por el televisor, el conocimiento como un privilegio por uno que a veces es muy poco profundo y termina como dato informativo y no una referencia en términos de saber.  

¿Sabe si en la ciudad existen clubes o sociedades donde los niños y adolecentes puedan participar si se quieren involucrar en el mundo de la sociología?
No, realmente no conozco y eso es una expresión desafortunada porque creo que la cultura política, sobre todo de occidente, ha despreciado a niños y ancianos por su incapacidad de hacer “cosas útiles”. Nada es más legal que un niño, y las sociedades tendríamos que  aprender a mantener mucho de ese espíritu, en tanto en que ellos no incorporan la idea de competir, de ganar, son libres cuando aprenden, pero en jugar para ganar se cansan; hay muchas cosas que sirven, que fortalecen y hacen crecer aunque no sean rentables.

¿En qué materias del colegio le​ iba mejor?
Creo que me fue bien en ciencias sociales, fui buen estudiante, era parejo en las materias pero me inquietaba mucho la filosofía, las ciencias sociales, la geografía y la demografía.

¿Qué consejo le darías a un niño o adolecente que quisiera ser sociólogo?
A mí me sorprendería mucho. Tengo un anécdota personal con mi hijo, Nicolás, y es que en una ocasión me dijo: “papá, yo quiero ser un buen sociólogo”, obviamente me produjo un ánimo muy grande y le dije: “que alegría hijo”, y él me respondió: “sí, es que yo quiero clasificar bien mis piedritas”, entonces me vi en la obligación de decirle que lo que él quería estudiar era Geología y no Sociología y que la diferencia era que los geólogos las clasificaban y los sociólogos las tiraban.