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Juan Camilo Escobar

Los investigadores te cuentan

​​La revelación de una antepasada lo enamoró de la Historia.​

Asesor de los talleres ¿Por qué alguien nos manda y nos dice qué debemos hacer?¿Cómo conocer las historias del mundo? y ¿Qué poderes gobiernan la ciudad?

Adolfo Maya y Juan Camilo Esco​bar son dos investigadores de las Ciencias Humanas que trabajan conjuntamente. Desde sus profesiones, Sociología e Historia, respectivamente, indagan diversos hechos históricos, su conexión con lo verdadero y con lo que sucede en la actualidad. 

A partir de la combinación de tres ingredientes, como ellos mismos los llaman, es decir, las fuentes o documentos primarios, las fuentes teóricas, y el análisis y las palabras de ellos mismos, buscan crear un texto objetivo que evite tanto generalizaciones como juicios de valor.

La motivación que impulsa a estos científicos de las humanidades a construir sus temas de investigación es la misma certeza que les ha otorgado su trabajo. “Es imposible decir que un tema ha sido estudiado por completo o en definitiva. Además, hay un grado de subjetividad en la Historia”, dicen los investigadores, lo que los lleva a revisar, evaluar y en ocasiones reconstruir pasajes históricos.

Una de las ambiciones de estos investigadores es “que la Historia se pudiera estar enseñando de una forma más continua en escuelas y en colegios. Que en toda profesión y labor se pensara lo que se hace de un modo histórico”. 

Entre los diversos pensadores que han conocido a través de sus estudios, Juan Camilo Escobar destaca, como referentes, al historiador francés Jules Michelet y el filósofo alemán Karl Marx. “El primero se interesó por “los sentimientos colectivos”, conocidos luego como “mentalidades”; el segundo, explicó desde diversos ámbitos (político, económico, social y cultural) la transformación del mundo”, dice el historiador. Por su parte, Adolfo Maya recuerda un libro en particular: “Me parece interesante “El nombre de la rosa”, del escritor italiano Umberto Eco, porque nos ofrece una alternativa para articular la Historia con la Sociología, la Política, la religión y la Filosofía”.

Más datos sobre Juan Camilo

¿Qué estudia un historiador?
El objeto de estudio genérico del historiador es el pasado, sin embargo es posible hacer una historia del presente y existe una corriente fuerte dedicada a entender lo que sucede en la actualidad, en el mundo contemporáneo y a su vez se relaciona con fenómenos históricos que sucedieron en un pasado más lejano a través de archivos, documentos, fuentes llamadas primarias, sin esto no es posible hacer la historia. 

¿Qué te dedicas a investigar?
En principio, la historia de todo; es decir, nada que las sociedades humanas hacemos está por fuera del tiempo, una cierta forma de pensar, una práctica cotidiana, una costumbre, un tipo de organización política empezó a formarse, a existir, a hacerse presente, por lo tanto las cosas del mundo son objeto de estudio para nosotros, cambia la manera de contarla según la perspectiva de cada historiador.

¿Por qué decidiste ser historiador?
Hay diferentes causas, recuerdo en especial la biblioteca de mi padre que era al mismo tiempo la del abuelo y bisabuelo,  un espacio muy bonito, elaborado en madera, con luces claro oscuro que le daban un toque de misterio, los libros forrados en cuero con pastas hermosas; estar en ese espacio y leer era un mundo lleno de sorpresas, eso me aficionó un poco siendo adolecente. También fue muy importante la devoción de mi papá por las genealogías,  por buscar los antepasados de la familia nuestra y al mismo tiempo de la gente cercana; en muchas reuniones mi papá hablaba de una señora que se llamaba Micaela Velásquez una antepasada de la cual no se sabía quiénes eran sus padres; parece ser que una vez dormido soñó con ella, quien le dijo “busque en tal parte”, y así halló sus datos.  Esa historia la contaba él en la sala de la casa con sus amigos y a mí me parecía fascinante, eso también contribuyó a mi gusto por la historia.

¿Qué es lo más emocionante que has descubierto en la investigación que realizas?
Hay emociones una tras otra, hablar de la más importante es difícil, pero cada vez que se encuentra un documento en el archivo en una biblioteca es una gran emoción, porque hay veces en las que uno pasa días mirando documentos y no encuentra algo relacionado con lo que estudia, y de repente aparece algo que te lo lleva por un sendero donde hay más, eso es muy emocionante.

¿Qué consejo le darías a un niño o adolecente que quiera estudiar historia?
Bueno digamos que lo más importante es tener gusto por conocer las historias del mundo, de meterse a los archivos a las bibliotecas y disfrutar esos espacios, sentarse en una mesa con calma, sin mucho afán, porque es un trabajo de artesano, no es para hacerlo a altas velocidades, es algo que se hace más o menos lo que quiere decir la palabra, que significa tejido, entonces es tejer una manta donde está el pasado a través de estos documentos que el historiador reúne como un rompecabezas, eso hace que se produzca una buena historia.

¿Cuál es la herramienta o espacio ideal para la investigación?
Hoy en día para los nuevos historiadores existe una instrumento muy importante que es Internet, las bibliotecas virtuales, los archivos en general en las principales ciudades del mundo publican sus documentos y posibilitan entrar a un archivo en Francia, Inglaterra o cualquier parte del mundo sin desplazarse; es una herramienta fundamental hoy en día saberla utilizar adecuadamente, porque antes había que desplazarse personalmente, enviar a alguien o contratarlo en otra ciudad para que fuera a buscar documentos. 

¿Alguna página en especial que recomiendes?
En español, la Biblioteca Luis Ángel Arango y la del Banco de la República tienen una excelente página para todas las edades; allí hay posibilidades de ver archivos de imágenes que son muy interesant​es; la Biblioteca Pública Piloto también tiene un material fotográfico muy bonito, uno de los más grandes de Latinoamérica, con aproximadamente un millón de negativos, incluso es posible hallar imágenes de familiares y antepasados de los participantes de la Universidad de los niños.