Los cuentos participantes en el Festival de Creación Literaria para Niños y Jóvenes, organizado por el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, el pregrado en Literatura y la Universidad de los Niños de EAFIT dan cuenta del alcance del nivel de comprensión y conciencia que tienen los niños y los jóvenes sobre el mundo y las dinámicas sociales que los rodean.
En el certamen — cuya premiación será este miércoles 21 de noviembre a las 4:00 p.m. en el auditorio 38-101 de la Universidad— se crearon tres categorías. La uno, llamada Gana por knockout, para participantes entre los 14 y 18 años de edad, con una modalidad relato breve -entre 500 y 1500 palabras de extensión- sobre el tema de amigos buenos, amigos malos. La dos se tituló La ciencia es todo un cuento, para participantes entre 11 y 13 años, modalidad relato breve -entre 500 y 1000 palabras- que abordara el tema alrededor de para qué sirve la ciencia. Mientras que la tercera categoría, Ciencia en dibujo, era para niños entre 8 y 10 años que podían participar con dibujo en formato libre.
En la categoría uno ganó una historia de celos y violencia entre tres geishas amigas, y un relato basado en la caza de elefantes y el tráfico de marfil ganó en la dos. Estas muestran historias redondas y profundas que trascienden los temas que se esperaría encontrar en un certamen de esta naturaleza.
"Escribí un cuento que inicia con una situación de chismes entre tres geishas, cuyo ambiente social era muy pesado. En este, la belleza aseguraba más clientes y la esencia dependía de conservar la virginidad. Naoko, la más hermosa entre todas, es citada por un señor que había abusado sexualmente de Rinko, otra de las geishas y protagonista del relato. Pero, como las otras sentían envidia hacia Naoko, la dejaron ir, ocultándole esta información", describe Pablo Gómez Mutis, estudiante del grado décimo del Colegio Leonardo Da Vinci.
Pablo, de 16 años de edad, escribió esta historia titulada Rinko cuyo conflicto se resuelve a través de escenas de violencia, dolor físico y tensión psicológica, al punto que él dudó por un momento quedar siquiera entre los finalistas.
El jurado, sin embargo, destacó la audacia en la perspectiva narrativa adoptada, la habilidad en la construcción de los diálogos, la libertad de imaginación y el interés por recrear literariamente conflictos humanos significativos, tanto en el cuento ganador como en los que obtuvieron mención de honor: La vida después de la muerte, de Salomé Ríos (Colombo Británico) y Un amigo muy particular, de Fabio González Montoya (Institución Educativa Fátima Nutibara).
Sara Cano Cardona, estudiante del grado séptimo en el Colegio Leonardo Da Vinci, ganó la segunda categoría con el cuento La luna de marfil. Apostó por una historia de conservación y protección de la vida, protagonizada por una elefante llamada Violeta, cuyos padres fueron asesinados por traficantes de marfil.
"Toda su vida, Violeta soñó con poder acabar con el sufrimiento de los animales, ocasionado por los hombres. Por eso, la lechuza que se encargó de criarla le cuenta sobre la luna, cuya luz ilumina noche a noche el planeta y su cualidad más especial: está hecha del marfil más puro y tiene la facultad de salvar a los hombres y a la Tierra. Así, Violeta y la lechuza comienzan un viaje en busca de esa luna", relata Sara quien, a sus 13 años, piensa en la literatura como una forma efectiva y pacífica de expresar sentimientos y creencias.
En el caso de Nicolás González Vásquez, estudiante del Colegio Colombo Francés y ganador de la tercera categoría, el medio de expresión fueron los trazos y los colores, ya que este pequeño de nueve años lleva un tiempo aprendiendo dibujo por su cuenta, a través de canales de Youtube y de la observación de las pinturas e ilustraciones que hace su mamá, muchos de los cuales adornan su cuarto.
"Mi mamá me avisó sobre el concurso y quise participar, pues me gusta mucho dibujar. Estoy feliz de haber ganado y pienso seguir participando en más concursos. Con mi dibujo quise mostrar cómo la ciencia puede ayudar a la humanidad y a la naturaleza, a través de la resolución de conflictos", explica el niño de nueve años.
Conocimiento con sentido
En el corazón del Festival de creación literaria para niños y jóvenes late la idea de que la creación literaria es una manera de expandir los horizontes de cada quien, y visibilizar las ideas e imaginaciones de los niños sobre el conocimiento científico.
" Cuando imaginamos, dibujamos y escribimos hacemos un viaje a la diversidad, una travesía a lo diferente o, incluso, a lo que no existe más allá del lenguaje. Nos interesa que la sociedad, empezando por los más jóvenes, reconozca el conocimiento como un elemento de transformación social", afirma Ana María Londoño Rivera, jefa de la Universidad de los Niños.
Desde el pregrado en Literatura, la idea de la creación del Festival de Creación Literaria para Niños y Jóvenes se da a partir de dos iniciativas: la de vincular el pregrado con los estudiantes de los colegios de Medellín y la de expandir las fronteras académicas a otros sectores de la ciudad, promoviendo el desarrollo cultural y literario de niños y jóvenes.
El pregrado tiene profesores preparados y jóvenes estudiantes que aman la literatura y están formándose en esta forma de expresión. La biblioteca, por su parte, tiene un programa de promoción de la lectura y fomento a la creación, y la Universidad de los Niños tiene amplia trayectoria en la divulgación de conocimientos entre niños y jóvenes, por lo que el festival es una iniciativa conjunta con un valor agregado.
"La alianza entre la Biblioteca, el pregrado y la Universidad de los Niños aparece para enriquecer esta iniciativa y convertir este en un evento institucional y de mayor impacto, que promueva en la ciudad la imaginación y la expresión artística, y fortalezca los vínculos entre EAFIT y las escuelas y colegios de Medellín y otras zonas de influencia", manifiesta Alejandra María Toro Murillo, jefa del Pregrado en Literatura.
Patricia Ospina Ospina, jefa del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, celebra que se hayan postulado 164 obras y explicó en las dos primeras categorías se valoraron la originalidad, el dominio de recursos narrativos, la calidad compositiva, el uso y la riqueza del lenguaje y la apropiación del tema, mientras que en la tercera la obra ganadora permite múltiples interpretaciones o insinúa una narrativa, al mismo tiempo que evidencia intertextualidad, es decir, no solo representa un fenómeno o concepto, sino que lo relaciona con otras ideas
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