El proceso de transformación urbana, el paisajismo y los imaginarios colectivos creados alrededor de uno de los lugares más emblemáticos de Medellín, hoy epicentro de los parques más importantes de la ciudad, “el Nuevo Norte”, son los temas centrales del libro De El Edén al parque público, del eafitense Juan Sebastián Bustamante Fernández, publicado recientemente por la Editorial EAFIT.
El libro será lanzado, luego de presentarse en la pasada Fiesta de la Cultura y el Libro de Medellín, en un conversatorio este martes 30 de octubre, a las 5:00 p.m. en el Jardín Efímero de EAFIT, donde el autor sostendrá un diálogo con Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad, y con Alejandro Echeverri Restrepo, director del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT, quienes compartirán las experiencias sobre este hito del urbanismo antioqueño.
Con la publicación de esta investigación, que se encuentra dentro de la colección académica de la Editorial, se recogen los trabajos de nuevo conocimiento de la Universidad y se amplía una línea dedicada a libros exclusivos sobre urbanismo en la ciudad, a partir de los estudios realizados por Urbam.
“El trabajo se hace sobre uno de los lugares donde se evidencia la transformación urbana de Medellín, donde se generó más impacto, la zona norte. Es una especie de génesis que, a partir de la historia cultural, da cuenta de cómo este lugar ha tenido un proceso de construcción en poco más de 100 años para convertirse en la zona de parques más importantes del área metropolitana”, anota Juan Sebastián, arquitecto de la Universidad Pontificia Bolivariana y maestro en Paisaje, Medio Ambiente y Ciudad de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), quien se desempeña como investigador de Urbam.
De El Edén al parque público hace un repaso por los planes de desarrollo y las crónicas de la época y va acompañado por una selección fotográfica del Archivo Histórico de la Biblioteca Pública Piloto que dan cuenta, precisamente, sobre cómo se ha dado la transformación urbana en este lugar desde principios del siglo XX, cuando comenzaba a convertirse en referente de espacio público para la ciudad.
Esos primeros imaginarios, señala el autor del libro, comienzan a gestarse con la Casa de Baños El Edén, a finales del siglo XIX, lugar que se encontraba en el actual Jardín Botánico, sitio recreativo que reunía a parte de la sociedad. “Hay una sumatoria de imaginarios. El Edén hace referencia a un momento de la ciudad donde todavía no había agua en las casas y existían varias casas de baño en la ciudad. Una de estras, la más importante de Medellín, era El Edén. Después ese mismo lugar se convierte en El Bosque La Independencia, que es el primer parque urbano que tuvo la ciudad”, anota el investigador.
Este proceso de transformación, que pasa por distintas etapas en más de un siglo, desde el origen de El Edén y la posterior intervención de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, que en 1913 creó el Bosque Centenario La Independencia, hasta los modernos parques de la actualidad son documentados en esta publicación.
“El libro muestra porqué es importante construir los imaginarios en la ciudad para transformarla. Es entender el paisaje desde una construcción cultural y eso significa que es tan importante para el análisis un plan urbano como una crónica, una fotografía o una pintura. En el caso de mi libro, el último capítulo está dedicado al análisis que hice de fotografías que me permiten dar cuenta de cómo se hizo la construcción de ese imaginario, de ese espacio de parque urbano”, sostiene el autor.
Actualmente, el ‘Nuevo Norte’ como espacio icónico de la ciudad se ha consolidado con proyectos representativos como el Jardín Botánico, el campus de la Universidad de Antioquia, el Parque Explora, el Parque de los Deseos y el Planetario, el Centro Cultural del barrio Moravia —en el antiguo basurero de Medellín—, y el paso peatonal de Carabobo, entre otras obras urbanísticas.
“Este libro es valioso no solo para EAFIT y Urbam, sino para la ciudad. Es levantar la cartografía de un pasado que ya no está. Uno de los grandes dolores que tenemos los medellinenses es que nuestros urbanistas han borrado las huellas históricas del pasado. Eso es imperdonable en una ciudad culta, que se precie de conocer cómo es la historia de las ciudades del mundo. Estas ciudades latinoamericanas por seguir un modelo de desarrollismo que no les correspondía, fueron tumbando lo que les parecía viejo, entre comillas. Y dejaron a las generaciones venideras sin esa herencia que es tan bonita”, manifiesta Claudia Ivonne Giraldo Gómez, jefa del Fondo Editorial EAFIT.
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