Superación de la pobreza y el acceso a mayores oportunidades formativas y laborales. Esos son los elementos centrales para alcanzar las metas de desarrollo y continuar el avance por la equidad en la capital de Antioquia, según destacó el programa
Medellín Cómo Vamos (MCV) en su más reciente informe que presentó en plataformas virtuales este jueves 6 de agosto. Esta es una iniciativa ciudadana que convoca al sector privado con el objetivo de monitorear las actuales condiciones de vida en Medellín y el Valle de Aburrá, a través de herramientas como la Encuesta Integrada de Hogares e información suministrada por las entidades públicas.
“Queremos destacar lo que tiene que ver con pobreza, desigualdad y demografía. Hay unas condiciones estructurales de desigualdad que se modificaron poco en el periodo 2016-2019. Claramente, esta es una barrera para que podamos reducir sosteniblemente las condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Y aquí se agrava la situación con los efectos que se prevén por el covid-19, estamos hablando de retrocesos de 10 años para el país”, manifestó en su presentación Piedad Patricia Restrepo, directora del programa MCV.
El informe es correspondiente al periodo 2016-2019, anterior administración municipal liderada por el exalcalde Federico Gutiérrez. Como parte del panorama general, durante este periodo la Alcaldía de Medellín invirtió, en promedio, 4,8 billones de pesos anuales siendo levemente superior al periodo anterior de 2012-2015, cuando la inversión llegó a 4,77 billones. Asimismo, frente al total de gastos, la inversión en este periodo fue de 84,2% en comparación al 86,4% del periodo 2012-2015. Los principales rubros de inversión fueron: educación (26,2%), salud (16,5%), transporte (14%) y atención a grupos vulnerables (8,0%).
“Hacer frente a los desafíos estructurales requiere hoy más que nunca la articulación público-privada. Nuestro gran reto es la desigualdad en el acceso a las oportunidades. Retomando al Banco Interamericano de Desarrollo, esperamos que la situación que vivimos hoy renueve la convicción para hacernos cargo con responsabilidad de la deuda que tenemos como sociedad con los más excluidos”, expresó Piedad Patricia.
Como parte de los resultados, el programa también compartió los desafíos que tendrá la ciudad tras la crisis derivada por el covid-19, basados en las metas planteadas por el Plan de Desarrollo
Medellín Futuro 2020-2023, además, realizó el análisis denominado
Hacia dónde vamos en el marco de la agenda local de Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Este informe, como es tradicional cada vez que termina un gobierno local, presentó este balance mediante distintos indicadores de calidad de vida y planteó los retos en materia de política pública. Como parte de las mesas de trabajo que desarrolla este programa, el próximo 13 de agosto a las 9:00 a.m., a través de las plataformas virtuales, se presentará un encuentro con el alcalde Daniel Quintero Calle, quien compartirá su visión sobre los desafíos derivados del presente Informe de Calidad de Vida.
La calidad de vida en 2016-2019
Finanzas y Gestión Pública: La proporción del presupuesto financiado por impuestos municipales, durante el año 2016 fue de 28,6%, mientras que en el año 2019 fue del 25,6%. Además, señala el informe, se presentó un menor crecimiento interanual del recaudo de los impuestos tributarios entre 2016-2019, con un 2% frente a los dos periodos de gobierno precedentes. Para destacar el crecimiento del recaudo del impuesto de Industria y Comercio. Y los ingresos por transferencias de EPM, donde el promedio anual a pesos fue de 1,132 billones.
En este eje, recomienda el informe, es necesario seguir fortaleciendo el esfuerzo fiscal para el recaudo de los principales impuestos municipales: Impuesto Predial e Impuesto Industria y Comercio. También la implementación de la actualización catastral y una inversión cada vez más focalizada, basada en evidencia y proveniente de la evaluación técnica de los principales programas.
Movilidad y espacio público: En relación con la movilidad sostenible, en los últimos cuatro años se construyeron 60,8 kilómetros de ciclorrutas, para alcanzar 105,4 km en la ciudad. Asimismo, la accidentalidad vial presentó una tasa de mortalidad por cada cien mil habitantes menor y disminuyó 13% frente a 2015. Mientras en 2016 fue de 10,9%, en 2019 fue de 9,7%. Los mayores casos se dan en la comuna de la Candelaria, y 4 de cada 5 víctimas fueron hombres, en su mayoría peatones entre 14 y 28 años.
En cuanto al acceso a espacio público, medido de acuerdo con los metros cuadrados por habitante, en el año 2018 fue 3,74 mts2. La meta para el año 2030 es generar 7 mts2 por habitante y el menor espacio público (en 2018) se mantiene en las comunas Aranjuez, Santa Cruz, Manrique y Popular.
En este eje, recomienda el informe, es necesario continuar la apuesta por cero muertes por accidentes de tránsito. También aumentar el espacio público y las zonas verdes, especialmente en la zona nororiental del Valle de Aburrá. MVC sugiere, además, adoptar nuevas estrategias de gestión de la demanda en función de promover los nodos caminata y bicicleta con ocasión del covid-19.
Medio Ambiente: con respecto a la calidad del aire, uno de los principales problemas ambientales de la ciudad, durante este periodo todas las estaciones de monitoreo de PM 2.5 registraron una tendencia decreciente en la concentración promedio anual. Las fuentes móviles son responsables del 91% de las emisiones primarias, durante el año 2019 la estación con mayor concentración por material particulado fue Museo de Antioquia (29 ug/m3).
El programa recomienda consolidar los avances en materia de calidad del aire con la implementación de las Zonas Urbanas de Aire Protegido (ZUAP), de la mano de estrategias orientadas al manejo de las principales fuente de contaminación. Estrategias como el enfoque de economía circular, ampliar descargas de aguas residuales y minimizar problemas ambientales generados en procesos de tratamientos de aguas residuales.
Vivienda y servicios públicos: La inversión pública en este campo fue, en promedio, del 1,6% anual, menor a la invertida durante 2008-2011 y 2012-2015. La Alcaldía de Medellín construyó 1.842 viviendas de interés social con una meta de 3.864 unidades. Durante el año 2017, 32.733 hogares necesitaron una nueva vivienda en Medellín.
En esta dimensión, el informe de MCV recomienda explorar nuevas opciones tecnológicas para obtener datos de los déficits de vivienda, además, generar incentivos para que las personas actualicen su encuesta de Sisbén por lo menos cada dos años. Consolidar el sistema de información metropolitano de vivienda e implementar estrategias para mejorar condiciones de habitabilidad con la adopción de un esquema multi-actor son otras de las propuestas.
Seguridad ciudadana y convivencia: Medellín no entró en el listado de las 50 ciudades más violentas del mundo. Los homicidios por cada 100 mil habitantes, mientas en 2016 fueron de 22,1%, en el año 2019 fueron de 23,8%. Una de cada dos víctimas son jóvenes entre 14 y 18 años. La candelaria presentó la mayor tasa de homicidios y, en 2019, fue cuatro veces mayor al de la ciudad.
En este aspecto, sugiere el informe del MCV, es necesario reducir el control territorial de grupos delincuenciales organizados que se expresan en delitos como homicidios, extorsión y desplazamiento forzado intraurbano. También señala que hay que fortalecer la función de prevención a través de la inversión social y evaluar el impacto de los principales programas que promuevan la seguridad y la convivencia.
Empleo, desempeño económico y competitividad: la tasa de desempleo en el Valle de Aburrá durante el año 2019 fue de 12,2%. Mientras tanto, la densidad empresarial en relación con el número de empresas por cada 100 mil habitantes, fue de 43,1%. Las microempresas representaron el 86,8% del tejido empresarial en Medellín y las comunas con el menor número son Popular, Santa Cruz, Manrique y Villa Hermosa.
En este sentido, señala el informe del MVC, es necesario construir estrategias de generación de empleo de choque para mitigar los efectos del covid-19 y mejorar las condiciones de empleabilidad, promoviendo el acceso a tecnología y formación en línea a grupos vulnerables. Se recomienda, además, fomentar la creación y formalización de empresas en las comunas con menor densidad empresarial y mayor desempleo.
Salud: en cuanto al embarazo adolescente, los nacidos vivos por cada cien mil en mujeres de 15 a 19 años, durante el año 2019, fue 42,1%. Los mayores casos se presentaron en las comunas de Popular (88,6%) y Manrique (88,5%). El suicidio, por su parte, mantuvo una tasa de mortalidad por cada cien mil habitantes, en 2019, de 7.0, siendo la tasa de mortalidad por suicidio más alta en 16 años.
En este eje, recomienda el informe MVC, es necesario crear nuevas estrategias de salud mental y prevención del suicidio. También fortalecer acciones que promuevan la disminución del embarazo adolescente y prever posibles efectos de la desatención en salud en enfermedades no transmisibles a causa del covid-19.
Educación: el programa Buen Comienzo, una de las banderas de política pública en Medellín, aumentó su cobertura de atención a niños vulnerables en la primera infancia. Mientras en 2016 este indicador fue de 69,2%, en 2019 subió a 81,8%. Por su parte, los jóvenes que asisten a educación superior en 2018 fue el 44,1% y se entregaron 25.503 becas entre 2016 y 2019.
Para este aspecto, según el MCV, es necesario preparar mejor a los estudiantes académicamente para el buen tránsito entre niveles, aumentar la cobertura en educación media, fortalecer las becas/créditos para educación superior y garantizar la conectividad al 35% de los estudiantes de las instituciones educativas oficiales, ante la emergencia ocasionada por el covid-19.
Pobreza y desigualdad: uno de los principales indicadores para evaluar la calidad de vida en una ciudad es la desigualdad. En este aspecto durante el periodo 2016-2019 se redujeron las brechas entre las comunas con mayores y menores condiciones de vida. Las tres menores, en 2019, fueron Popular, Santa Cruz y Manrique. Por su parte, la desigualdad medida a través de los ingresos se redujo levemente en este periodo.
La pobreza alcanzó en el año 2016 el 14,6%, mientras que en 2018 fue de 12,1%, es decir, hubo 293.683 personas en esta condición. Por su parte, la pobreza extrema pasó en el año 2016 de 4,1% a 2,9% en el año 2018, con cerca de 70.387 personas en esta situación.
Para MVC los efectos por el covid-19 llevarían a un retroceso en este sentido de pobreza extrema y desigualdad por ingresos. Para esto recomiendan en su informe fortalecer los programas de atención a la pobreza extrema y garantizar la disponibilidad de información (Gran Encuesta Integrada de Hogares). El objetivo es reducir las brechas socioeconómicas entre las comunas con mayores y menores condiciones de vida, entre hombres y mujeres y entre jóvenes y resto de la población.
“Sin duda el panorama actual es mucho más complejo. Es fundamental, en términos de política pública, garantizar la disponibilidad de la información anual que proviene de la Gran Encuesta Integrada de Hogares para Medellín. Es importante tener esta información para todas las comunas y corregimientos y también fortalecer el programa de atención a la pobreza extrema. En el cuatrienio anterior no se cumplieron las dos metas asociadas a este programa, ni en términos de las personas sujetas de atención, que fueron 21.099 menos frente a lo que se propuso. Y tampoco frente a cuantas personas podían salir de esta situación, ahí se cumplió el 83%”, concluyó Piedad Patricia Restrepo.
Los 10 retos de calidad de vida para el Valle de Aburrá
Años de escolaridad en jóvenes: reducción de brechas por niveles de ingreso.
Logro escolar: Mejorar las actitudes de los estudiantes de quinto grado en matemáticas y lenguaje, en los niveles socioeconómicos más bajos.
Empleo: jóvenes, mujeres y personas menos educadas.
Grupos delincuenciales: reducción de control territorial, expresado en homicidios, extorsión y desplazamiento.
Espacio público verde: oferta en barrios.
Vivienda de interés social: acceso y mejoramiento de condiciones habitacionales.
Calidad del aire y efectos sobre la salud: centro de la ciudad y principales fuentes de emisión.
Embarazo adolescente: focalizado en comunas con incidencia de esta problemática como Popular y Manrique.
Movilidad sostenible: la caminata y la bicicleta en el total de viajes.
Residuos sólidos: reducción en la generación de desechos y mayor aprovechamiento de éstos.
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Alejandro Gómez Valencia
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