La edad biológica, la longevidad de las personas y la mortalidad, así como los riesgos asociados a la sostenibilidad del ambiente, la sociedad y el gobierno tienen una fuerte incidencia en las decisiones financieras personales, pensionales y corporativas. Así lo afirma Juan Carlos Gutiérrez Betancur, docente de la Escuela de Economía y Finanzas de EAFIT, quien entre sus temas de investigación se ocupa de las relaciones entre el ciclo de vida y las finanzas.
En la pensión es muy evidente esa relación. El experto menciona en este caso que la mayor esperanza de vida, que se experimenta en el nivel global, implica ahorrar más dinero en razón de acumular capital suficiente para atender los gastos de consumo mínimo de subsistencia en la edad de jubilación.
"Por los cambios que se están dando en la demografía las personas van a tener que alargar su fase de retiro. En la medida que las personas sean más productivas más viven. Pensar en retirarse tempranamente es una mala decisión", opina el coordinador del área de Finanzas Corporativas del Departamento de Finanzas de la Universidad, quien pone como ejemplo a una persona de 90 años que vive en Japón -donde la esperanza de vida es la más alta en el mundo- que se pensiona a los 65 y como mínimo va a pasar un cuarto de siglo con menos ingresos laborales.
En este punto entra el tema de la brecha pensional que, tal como explica Lina María Cortés Durán, investigadora de la Escuela de Economía y Finanzas, se refiere a la diferencia entre el último salario y el dinero que se recibe al momento de jubilarse. “Esta diferencia, en promedio, es del 35 por ciento. Esto quiere decir que un jubilado recibirá, en promedio, el 65 por ciento de su último salario", dice.
Las familias son otro ejemplo, pues para ser sostenibles deben ir modificando sus preferencias a medida que avanza el tiempo, ya que década a década se deben cambiar decisiones de compra y venta de activos, financiaciones hipotecarias, compra de seguros, entre otras.
Ambiente, sociedad y gobernanza
Debido a la creciente amenaza del cambio climático y otros eventos naturales las empresas están expuestas a riesgos como la escasez de agua, el aumento de las temperaturas globales, los fenómenos meteorológicos extremos y el deterioro ecológico. Desde la perspectiva del inversor y teniendo en cuenta estos criterios, se intenta descubrir riesgos y oportunidades para invertir en empresas en función de su gestión ambiental.
"Incorporar cada vez más los criterios de ambiente, sociedad y gobierno en la toma decisiones y planificación financiera es vital para contribuir como inversionistas y tomadores de decisiones a mitigar los efectos sobre los límites del desarrollo planetario", expresa Juan Carlos Gutiérrez, investigador del grupo en Finanzas y Banca (Gifyb) de EAFIT.
Para el docente, estos criterios conocidos como Environmental, Social and Governance (ESG) o Inversión Socialmente Responsable, se refieren a cómo los inversores se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y tienen en cuenta, además de lo ambiental, el efecto de la inversión en la sociedad y en la gobernanza.
“En la medida en que el empresario que cotiza en bolsa satisfaga estos tres criterios va a tener más inversionistas, un menor costo de acceder a los mercados de capitales, o sea, que le va costar menos financiarse y van a tener clientes más satisfechos”, Juan Carlos Restrepo
Con relación a los ESG, la docente eafitense Diana Restrepo Ochoa, doctora en Economía de la Empresa y Métodos Cuantitativos, afirma que "son una oportunidad interesante si estamos buscando, además de obtener rendimientos financieros, generar un impacto positivo en la sociedad. El desempeño de estos instrumentos ha sido muy similar al del mercado, es decir, a los activos convencionales, de manera que al invertir en ellos no estamos sacrificando rentabilidad”.
En área de los seguros también es claro cómo las condiciones sociales indicen en las finanzas. En el caso de Colombia, indica Juan Carlos Gutiérrez, por las condiciones de violencia y riesgos puede haber un nivel de siniestralidad y exposición al riesgo alto. No obstante, su recomendación es que tanto las personas como las empresas deberían aumentar la cobertura en seguros para garantizar la protección del dinero.
Independiente de la incidencia en el ciclo de vida en temas esenciales como la pensión y los ingresos familiares, o de los factores ambientales y sociales en las empresas, los expertos eafitenses indican que tanto los ahorros como los seguros son herramientas útiles cuando se piensa en garantizar el patrimonio.
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Alejandro Gómez Valencia
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