Sensibilidad social y autoridad científica construyen esta cita: “Los problemas de violencia y crimen en Colombia y la región representan un drama humano complejo y desigual. Los principales titulares se los llevan el robo en Usaquén o en El Poblado, y no los niños reclutados por pandillas en Cali o Medellín. Es un problema profundo de economía política: algunos ciudadanos reciben más y mejor atención que otros y la intensa demanda por servicios de los más privilegiados solo agrava este problema”.
La pronunció este miércoles 29 de abril Santiago Tobón Zapata en la ceremonia de entrega de la Medalla Juan Luis Londoño 2020, que le fue otorgada por ser el colombiano menor de 40 años que más contribuye a la evaluación y al diseño de políticas públicas en el país. Y eso quedó claro en el evento, en el que se resaltaron los aportes de este investigador eafitense a la comprensión del crimen organizado en ciudades latinoamericanas.
En la ceremonia virtual de la octava edición del premio —que rinde homenaje al economista y político Juan Luis Londoño, exministro de Protección Social que murió en un accidente aéreo en 2003— participaron Cecilia María Vélez White, directora ejecutiva de la Fundación Juan Luis Londoño; Ximena Cadena Ordóñez, subdirectora de Fedesarrollo; Ana María Ibáñez Londoño, asesora principal de Economía del Banco Interamericano de Desarrollo y representante del jurado; y Chris Blattman, investigador de la Universidad de Chicago (Estados Unidos). También estuvo presente Ana María Prieto, economista reconocida con una mención especial por su contribución con un esquema de productos de banca y giros para que tres millones de hogares colombianos recibieran aportes del programa Ingreso Solidario.
En el acto, Ana María Ibáñez -jurado junto a Leopoldo Ferguson, Sandra García y Roberto Angulo- destacó que las investigaciones del profesor Santiago aportan para entender fenómenos que son obstáculos para el desarrollo de Colombia y cuya solución ha sido esquiva para avances importantes a lo largo de las últimas décadas: el crimen y el narcotráfico.
“Sus estudios son el reflejo de una obsesión perseverante que es su hilo conductor, estudiar qué intervenciones son efectivas para reducir la violencia, controlar el crimen y debilitar el narcotráfico", Ana María Ibáñez.
Su amigo, colega y coautor Chris Blattman, quien comparte la misma agenda investigativa sobre economía del crimen en la Universidad de Chicago, resaltó que el trabajo de Santiago “se concentra en brindarnos mejores herramientas para abordar todos estos problemas, una nación más segura, una sociedad más justa, una vida más pacífica. Claramente esto es algo que necesitamos con urgencia”.
Fruto de la inequidad
Tanto en la reflexiones de Chris Blattman como de Santiago Tobón durante el acto se planteó que el crimen y la violencia en las ciudades son fenómenos relacionados a la desigualdad de oportunidades y contextos determinados por las escasas condiciones de vida.
El eafitense, director del Centro de Investigaciones Económicas y Financieras (Cief) y profesor del Departamento de Economía de EAFIT, habló de la desigualdad para hacer un llamado de urgencia a discutir sobre las políticas de seguridad en la región ya que no dan los frutos que se esperan.
Ante las tres caracterizas que comparte las ciudades latinas más violentas –participación de jóvenes como víctimas y victimarios, las armas de fuego y la presencia de pandillas–, expresó que “esto ocurre en muchas ciudades, como Medellín, Cali, San Salvador, Río de Janeiro o Caracas. Y mientras cientos de niños ingresan a pandillas por razones que aún desconocemos, la discusión de algunos gobernantes se mantiene en si deberíamos o no prohibir el parrillero en una moto, algo que no funciona, como sugiere el trabajo de algunos colegas”.
Las contribuciones académicas
Santiago es doctor y magíster en Economía de la Universidad de los Andes, magíster en Economía de la Université Catholique de Louvain en Bélgica, magíster en Administración de EAFIT e ingeniero informático de la Escuela de Ingeniería de Antioquia. En su trayectoria académica se ha desempeñado como estudiante doctoral e investigador posdoctoral de la Universidad de Chicago y también como investigador posdoctoral para Innovations for Poverty Action (IPA).
Su agenda de investigación se ha desarrollado en ciudades de países como Colombia, México, Brasil y Honduras, en las que ha estudiado los fenómenos asociados al crimen organizado, su manera de operar y el impacto de las economías subterránea. Esta línea de investigación se conoce como economía del crimen y la violencia, y se desarrolla desde los años 60 para estudiar con herramientas de la microeconomía los fenómenos criminales.
Durante la entrega del galardón, Santiago Tobón compartió algunas reflexiones sobre esto, recogiendo las principales contribuciones de su agenda de investigación en este campo. Para el investigador, uno de los principales retos para la construcción de un Estado próspero en Colombia y el mundo son las funciones de gobierno que ejercen cientos de grupos criminales.
"Una de las características básicas de un Estado moderno es el monopolio de la coerción. Debería ser el Estado quien garantice la seguridad y adjudique disputas entre partes. Hoy, cientos de millones de personas en América Latina, África y el Sudeste Asiático acuden a pandillas para resolver problemas básicos de seguridad y justicia", dijo.
La contribución de sus estudios, además de aportar al entendimiento de este fenómeno, identifica las razones que llevan a los combos a gobernar los barrios. “En nuestra contribución a este fenómeno, aún en desarrollo, tratamos de estudiar si es factible reducir directamente la oferta laboral de las pandillas o combos. Por ejemplo, estamos estudiando si resolver algunas asimetrías de información sobre el futuro que los niños imaginan para ellos tiene alguna influencia en sus decisiones”.
Uno de los temas de estudio de Santiago, por ejemplo, se concentró en los efectos que tienen las condiciones de reclusión sobre la reincidencia. En su trabajo comparó las tasas de reincidencia entre internos asignados a cárceles con buenas y malas condiciones de reclusión. Encontró que las personas que van a cárceles hacinadas y en malas condiciones reinciden cerca del 40% más.
“En nuestra búsqueda de soluciones es preciso ponernos en los zapatos de otros. Juzgamos muy rápido y pasamos por alto algo importante: si muchos de nosotros hubiéramos crecido en entornos difíciles e inseguros, es probable que nuestra vida nos hubiese llevado por un camino de crimen y violencia. Solucionar estos problemas requiere compasión por quienes viven la violencia, como víctimas o victimarios, todos los días”, fue otro de los llamados de un investigador que conoce muy bien de lo que habla.
Apoyos a la trayectoria de Santiago Tobón
En su discurso Santiago Tobón Zapata agradeció tanto a las instituciones que han sido parte de su formación académica como a las entidades que han financiado y facilitado sus investigaciones como Proantioquia, Policía Nacional, las alcaldías de Medellín y Bogotá, Ministerio de Justicia, Banco Interamericano de Desarrollo, J-PAL, IPA, y los gobiernos de Colombia, Estados Unidos y Reino Unido.
El investigador eafitense destacó, precisamente, que fue Juan Luis Londoño quien abrió el camino para la investigación sobre crimen y violencia en Colombia y la región. El libro que editó hace más de dos décadas con Alejandro Gaviria y Rodrigo Guerrero, según expresó, es una fuente de consulta obligada para quienes estudian estos fenómenos.
Santiago, como el mismo destacó, ha realizado algunas de las contribuciones de su agenda junto a Chris Blattman, Gustavo Duncan, Ben Lessing, Arantxa Rodríguez y Pierre-Luc Vautrey.
“Otras personas han influido de manera muy importante en diferentes momentos de mi carrera. Juan Carlos Muñoz, además de ser un increíble amigo y coautor, me convenció de hacer la maestría. Sebastián van Bellegem, en la Universidad de Lovaina, me sembró el interés por hacer el doctorado. Ana María Ibáñez y Marcela Eslava me dieron los argumentos y la fuerza que me faltaba para dar ese paso. Jorge Giraldo me regaló su conocimiento para entender mejor el contexto de seguridad de Medellín. Juan Luis Mejía, César Tamayo y Mery Tamayo me abrieron las puertas de EAFIT, un lugar maravilloso, que me ha dado libertades y recursos para seguir investigando. Claudia Restrepo, aunque lleva pocos meses como rectora en EAFIT, siempre ha sido cercana a mi agenda de investigación. También he tenido el privilegio de tener cerca a personas como Juan Vargas, Leopoldo Fergusson, Daniel Ortega, Nathalie Alvarado, Adolfo Eslava y David Escobar, entre muchos otros que no podré nombrar, con quienes siempre estaré agradecido”.
Mención especial para Ana María Prieto
En la ceremonia de entrega del Premio Juan Luis Londoño 2020 se reconoció a la economista Ana María Prieto con una mención especial. A la subdirectora de Desarrollo de Mercados de la Unidad de Regulación Financiera, entidad adscrita al Ministerio de Hacienda, se le reconoció porque durante la crisis ocasionada por el covid-19 “lideró el diseño e implementación de la operación del esquema de pagos bancarios, giros y de productos digitales del programa de Ingreso Solidario, estrategia que permitió ampliar la cobertura de transferencias monetarias en Colombia a aproximadamente tres millones de hogares”.
Ana María es economista de la Pontificia Universidad Javeriana, especialista en Derecho del Mercado de Capitales, y magíster en Economía y en Políticas Públicas.
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Alejandro Gómez Valencia
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