El empleo se ha transformado drásticamente durante la pandemia del covid-19, algunos cambios son temporales en la organización del trabajo mientras que otros serán permanentes. Así lo consideran expertos en economía laboral y psicología de las organizaciones de EAFIT, quienes a propósito de la celebración del Día del Trabajo, el próximo primero de mayo, identifican efectos de la masificación del teletrabajo y de otras modalidades a distancia mediadas por las tecnologías digitales.
Uno de los cambios más visibles en las organizaciones son los procesos de supervisión y delegación, apunta el docente eafitense Juan Camilo Chaparro Cardona, economista de los recursos humanos, quien observa un cambio positivo en los trabajadores que han desarrollado una mayor autonomía y responsabilidad individual.
Entre las dificultades, menciona el profesor del Departamento de Economía, está el deterioro de las relaciones interpersonales a causa de la falta de interacción. “Nos tomará algo de tiempo reconstruir los vínculos personales que dan fundamento a las buenas relaciones laborales".
Otro de los desafíos que comparten empleados y empresas es lograr separar las actividades del trabajo y el entorno de la vida privada, debido a que las condiciones del hogar son distintas a las de una oficina, a la vez que también se corren riesgos físicos, mecánicos, ergonómicos y psicosociales.
Con relación a la salud mental de los trabajadores, Jonny Orejuela Gómez, coordinador de la maestría en Psicología del Trabajo y las Organizaciones de EAFIT y doctor en Psicología del Trabajo, destaca la importancia de mantener el equilibrio entre las esferas laborales y familiares.
"Hay muchas razones para decir que el trabajo no va a ser el mismo después de la pandemia y que muchas cosas vinieron para quedarse como el teletrabajo", dice el docente del Departamento de Psicología de EAFIT, quien asegura que estas nuevas condiciones pueden acrecentar la individualización.
Desde el punto de vista de Santiago Silva Jaramillo, investigador del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de EAFIT, aunque la coyuntura sanitaria, social y económica obligó un cambio repentino en las formas de realizar las tareas, también demostró que el teletrabajo era posible.
"Muchas organizaciones y trabajadores se dieron cuenta de que es posible, sobre todo en organizaciones relativamente tradicionales en la forma de funcionar, que el trabajo a distancia posibilitaba el trabajo y que no era una forma de enredar la productividad o los tiempos laborales. Y creo que eso va a llevar a que sea mucho más popular una vez superemos situaciones más complicadas en términos de cuidado de la pandemia", expresa el académico.
Sobre las políticas laborales y los retos de los empleados
El mundo de las organizaciones de trabajo ha sido uno de los más afectados tras la pandemia, como lo demuestran las tasas de desempleo que en Colombia en el año 2020 superaron el 15 % según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estiman que se perderán más de 195 millones de empleos en el mundo como consecuencia de la crisis económica.
La manera en la que se distribuye ese desempleo es una fuente de inequidad. Juan Camilo Chaparro, doctor en Economía Aplicada de la Universidad de Minnesota, indica que “las familias con hijos en edad escolar, con familiares que tienen altos riesgos de salud o con fuentes de ingreso inestables han sufrido mucho durante la pandemia. Los empleadores deben ser conscientes de esta situación y contar con políticas diferenciales en sus departamentos de recursos humanos".
Las mujeres y los jóvenes, por ser una población especialmente afectada, deben ser el foco del reto de generación de empleo que la sociedad tiene que asumir. Así lo considera Adolfo Eslava Gómez, decano de la Escuela de Humanidades de EAFIT, quien complementa que el empleo que puede realizarse desde casa ha incrementado el nivel de sobre compromiso que se manifiesta en jornadas extendidas a horarios nocturnos y fines de semana, y esto requiere ser abordado desde las organizaciones para revisar y ajustar sus modelos de gestión del talento humano.
Otro de los desafíos importantes identificados por los investigadores en este nuevo contexto es la reconversión de las competencias y habilidades de los trabajadores. Ante el aumento de la virtualidad, dice Jonny Orejuela, “vamos a necesitar desarrollar nuevas capacidades, por ejemplo, la flexibilidad cognitiva, trabajo en equipos virtuales, de desarrollar el pensamiento crítico, tener mentalidad digital y operar con números, de saber interpretar gráficas y explotar datos derivados de la analítica de datos".
El académico también menciona la resiliencia profesional, es decir, la capacidad de soportar los retos y transformaciones que se producen no solo por la pandemia, también por el ingreso a la cuarta revolución industrial.
Uno de esos cambios tiene que ver con el uso diferente en los espacios de las empresas. La oficina, sostiene el profesor Jonny, en algunos casos va a tener sentido en razón del encuentro, la coordinación, la creatividad y el trabajo colectivo, y luego se irá a la casa a seguir trabajando.
Los expertos concluyen, que tanto las organizaciones como los trabajadores deberán tomar acciones para adaptarse a las modificaciones que introdujo o aceleró la pandemia, como ocurre, por ejemplo, con la bioseguridad.
Mayores informes para periodistas
Alejandro Gómez Valencia
Área de Información y Prensa EAFIT
Teléfono: 574 2619500 ext. 9931
Correo electrónico: jgomez97@eafit.edu.co