El manejo sostenible del agua será el mayor reto a todas las escalas de la toma de decisiones. De acuerdo con la demanda proyectada de este recurso natural, en el año 2022 será un 42% superior a la de 2012, siendo el sector agrícola y energético los mayores consumidores.
La previsión de este escenario ecológico y, a su vez, la amenaza que representa la pérdida de biodiversidad en Colombia, fue presentada durante la socialización de la Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (ENBSE), realizada el lunes 21 de junio en EAFIT. El documento, que será conocido oficialmente el próximo 30 de junio, ofrece información estratégica sobre el estado y las tendencias de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos ligados con el bienestar humano. Consta de siete capítulos y de un resumen para los tomadores de decisión en los sectores público y privado.
El trabajo se concentró en revisar la evidencia existente en más de 1.500 fuentes de información con el objetivo de analizar, gestionar y convertir esto en soporte para la toma de decisiones. Entre los resultados destacados están la importancia de la planificación urbana para proteger la biodiversidad, la amenaza que significa la transformación de los bosques y las dinámicas de deforestación diversas presentes en el territorio nacional.
De acuerdo con los investigadores, la planificación urbana y el ordenamiento ambiental del territorio son base fundamental para mitigar el impacto negativo de la expansión urbana sobre la biodiversidad. Esto es importante para proteger los ecosistemas estratégicos y reconocer el valor de sus beneficios para las comunidades. Según señaló Clara Solano, copresidente del reporte de la ENBSE, para los municipios y distritos el reto de mayor importancia es compatibilizar las diferentes unidades de análisis, objetivos, enfoques y directrices derivados de los instrumentos y figuras del ordenamiento ambiental territorial.
Además de las amenazas conocidas como el cambio climático y la intensificación del uso del suelo, Lina María Berranet Cadavid, integrante del Grupo de Investigación en Ecología Aplicada de la Universidad de Antioquia y coordinadora de uno de los capítulos enfocados a los escenarios futuros de biodiversidad y servicios ecosistémicos, registró que hay otros riesgos relevantes para la sostenibilidad ambiental.
"Identificamos unos escenarios de transformación de bosques muy fuertes. Adicionalmente vimos que hay un vacío en la forma en cómo el conocimiento está abordando estos impactos. Se hace desde variables muy específicas como área y cobertura, pero poco se avanza en el conocimiento de la diversidad funcional y los impactos sobre los servicios ecosistémicos", apuntó la investigadora.
En ese sentido, Alejandro González Valencia, ingeniero ambiental e investigador, destacó la deforestación como el mayor problema ambiental de Colombia. "La diferencia está en cómo utilizamos la información para entender las dinámicas regionales de esa deforestación. Los fenómenos que aumentan la deforestación en el Amazonas no necesariamente son los mismos en Antioquia. Poder entender esas dinámicas territoriales regionales puede ayudar a crear mejores estrategias de gestión para prevenir, mitigar y atender esa deforestación".
Contribuyentes del informe
Además de Colombia, esta evaluación se realiza en otros países como Vietnam, Camerún, Etiopía, Azerbaiyán, Bosnia-Herzegovina, Granada y Camboya, naciones seleccionadas por el Centro Mundial de Monitoreo de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
En su desarrollo para Colombia participaron 105 expertos académicos de distintas universidades y centros de investigación junto a autoridades ambientales, fundaciones, organizaciones no gubernamentales y representantes de comunidades locales. En este trabajo voluntario contribuyeron investigadores y profesores de EAFIT en áreas ambientales, de sostenibilidad y gobernanza corporativa, entre ellos Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Nicolás Pinel, Alejandro Álvarez Vanegas; y autores asociados con el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de la Universidad como Wilson Ramírez, Alejandro González Valencia y Carlos Federico Hincapié.
La presentación de esta evaluación se realizó con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
"Es un hito en la historia ambiental del país contar con esta evaluación. Es un documento que claramente fue construido con muchísimas voces, cocreado e incluyente. Realmente recogió capacidad técnica, científica y de muchos saberes y conocimientos de este país. Es un documento pensado para conectar y poder movilizar el mejor conocimiento posible", señaló Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt.
La hoja de ruta
La ENBSE sigue los lineamientos de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), que aborda a la naturaleza desde los diferentes sistemas de conocimiento en contribución al bienestar de la sociedad. Esta fue establecida en el año 2012 como un organismo independiente con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
A través de siete capítulos, la evaluación nacional que se presentó este 21 de junio promueve la construcción de un mejor conocimiento al examinar el estado, las tendencias y escenarios futuros de la biodiversidad, su influencia en la economía y el bienestar de la población.
"La contribución más importante es que nos muestra en dónde estamos parados, es decir, nos muestra detalles sobre la información de ese contexto ecológico en el que vivimos. Hablamos mucho de que somos un país megadiverso y el más diverso del mundo por unidad de área, pero no conocemos esto en detalle. Esta evaluación lo entrega de una manera más detallada y nos ayuda a ver cuál es el país que habitamos ", afirmó Alejandro Álvarez Vanegas, profesor del pregrado en Diseño Urbano y Gestión del Hábitat de EAFIT.
La Evaluación resalta las proyecciones de la gestión sostenible de la biodiversidad al año 2030, que sustentan las políticas de desarrollo bioeconómico en relación con el manejo apropiado de los ecosistemas. El informe se convierte en una herramienta útil en la gestión sostenible de la biodiversidad. María Alejandra Gonzalez-Perez, experta en responsabilidad social y coautora, destaca la vinculación de la empresa privada en estos objetivos sociales y ambientales.
"En la evaluación quisimos resaltar los esfuerzos que hace el sector privado, en particular, con los temas de biodiversidad y servicios ecosistémicos. En el reporte se resalta el compromiso especialmente de las empresas grandes que comparten ese mismo objetivo", indicó Maria Alejandra Gonzalez-Perez, quien aportó su conocimiento en la elaboración del capítulo dedicado a la gobernanza.
Con este conocimiento se espera, pues, aportar a la biodiversidad no solo del país, también del mundo porque, como dijo Clara Solano, Colombia es responsable del 10 % de la biodiversidad global y mantiene una tendencia general al grave deterioro. Por esa condición de megadiversidad fue seleccionada para hacer este experimento de evaluación nacional.
Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos
Capítulo 1: Introducción y contexto.
Capítulo 2: Estado de la biodiversidad de Colombia.
Señala algunos de los conflictos históricos y territoriales que han influenciado la riqueza biológica del país. A través de múltiples fuentes de consulta, y la consolidación y análisis de información, se presenta un panorama integral de los conocimientos ancestrales y esfuerzo de organizaciones y entidades relacionadas con el medioambiente.
Capítulo 3: Contribuciones de la naturaleza para la gente.
Identifica las contribuciones de naturaleza que influyen sobre la calidad de vida de la población colombiana y que pueden ser de tipo material (alimentos), no material (aprendizaje e inspiración), y de regulación (polinización).
Capítulo 4: Motores de transformación y pérdida de biodiversidad.
Identifica los motores directos de la transformación y pérdida de biodiversidad en Colombia, priorizando acciones que protejan la riqueza biológica. Esos motores pueden provenir de acciones humanas como la deforestación y sobreexplotación, o de fenómenos naturales. (Oscilaciones climáticas, inundaciones, etc.).
Capítulo 5: Conocimientos Indígenas y Locales.
Busca visibilizar la existencia e importancia de diferentes conocimientos indígenas y locales acerca de la naturaleza y los sistemas de vida en el país, con el fin de que sean considerados como actores centrales en la gobernanza del territorio a diferentes escalas.
Capítulo 6: Escenarios de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos.
Da señales sobre las tendencias futuras en temas estratégicos de la biodiversidad y las contribuciones de la naturaleza para la gente, y busca soluciones que garanticen la necesidad del presente sin comprometer a las futuras generaciones, bajo criterios de protección medioambiental, desarrollo social y crecimiento económico.
Capítulo 7: Política, Instituciones y Gobernanza.
Ofrece una mirada a las políticas, las instituciones y la gobernanza colectiva de la biodiversidad y sus contribuciones para el bienestar de la gente, en busca de establecer avances para que se incorporen en programas gubernamentales de desarrollo y de ordenamiento del territorio.
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Alejandro Gómez Valencia
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