Frenan las inquietudes. Hay consciencia sobre el aporte a la calidad del aire, se conoce que dar el salto a la bicicleta eléctrica es una opción más saludable que otras alternativas, pero detienen asuntos como costo, mantenimiento y contaminación de las baterías, la seguridad para andar en bici en la ciudad y el desempeño en la topografía de Medellín.
Sobre el asunto de la seguridad y como no hay nada más importante que la vida, Carlos Cadena Gaitán, profesor de EAFIT y promotor de la movilidad limpia, cree que el principal reto como sociedad para tener cada vez más biciusuarios es eliminar la sensación de inseguridad -más en cuanto a hurtos- de tener un accidente en los recorridos.
En el derribo de esa percepción, dice el docente, hay una relación directa con que haya mejor infraestructura para los desplazamientos, mientras que la bicicleta de pedaleo asistido (nombre más técnico para la eléctrica) puede ayudar a eliminar la excusa de que “yo vivo muy arriba y no soy capaz de llegar a la casa”, porque asegura que eso se desmitifica cuando se prueba una eléctrica.
Justamente en relación con ese último aspecto es que Carlos Cadena destaca los aportes de un sistema de bicicletas compartidas como el que tiene EAFIT para su comunidad, porque sin tener que hacer la inversión en una bicicleta, y con un precio de alquiler muy bajo, se puede probar que sí funciona y finalmente hacer el tránsito a una propia.
Habituarse es una recomendación que concuerda con lo que propone Carlos Eduardo López Zapata, profesor de la Universidad que todos los días elige a la bicicleta como primera opción de transporte, no solo para ir al trabajo, sino para cualquier trayecto. Hace unos 10 años, cuando tenía 50, este ingeniero mecánico se animó a convertir una tradicional en asistida. Su experiencia en conseguir los implementos para la adaptación y el tiempo que lleva rodando le dan la autoridad para hacer recomendaciones.
La más importante, sostiene, es que quienes contemplen subirse al pedal tengan en cuenta que una bicicleta eléctrica no es una moto. Hay que pedalear y no estar todo tiempo ‘pegados’ del acelerador porque se malogra tanto el motor como la batería. Para ser más ilustrativo explica que mientras un pedalista profesional de la categoría de Edgan Bernal tiene una potencia de unos 300 vatios, uno que entrena juicioso puede llegar a 200 y los aficionados a 100. Una batería puede aportar otros 100. “Hay que pedalear”, insiste.
En una ciudad de topografía variable, donde el grado de inclinación de los terrenos planos oscila entre 0 y 6 por ciento, y llega al 20 por ciento en los montañosos, los vatios de asistencia son un gran soporte. Por eso en Inmotion, spin-off de EAFIT que fabrica y comercializa soluciones de movilidad sostenibles para transporte de personas y carga, una de las promesas de valor para quienes se animan a hacer pruebas es que pueden hacer el recorrido entre el campus principal de la Universidad y la sede ISA en la loma Los Balsos sin sudar una gota.
En Inmotion están seguros de lo que dicen cuando hablan de subir ‘frescos’ por Los Balsos porque en ISA tienen una estación con la que atienden el servicio de bicicletas compartidas que le prestan a la compañía, tal como hacen con Argos y EAFIT. Por esa experiencia con empresas y las cerca de 480 bicicletas de pedaleo asistido vendidas, es que Samuel Valderrama Valderrama, líder de ejecución de la spin-off, identifica que el servicio postventa es uno de los asuntos que puede convertir en realidad la intención de compra.
Hace 10 años, cuando empezó a “encarretarse” con la adaptación de bicicletas tradicionales a asistidas, el profesor Carlos Eduardo sí o sí debía importar las baterías o comprarlas en plataformas de ventas online. Pero, y la misma pregunta aplica con la compra de estos vehículos importados, ¿qué ocurre cuando hay una avería o el producto llega en mal estado?
“Es fácil importar bicicletas, pero conseguir quién responda por ellas no”, dice Samuel, quien coincide con el profe Carlos en sugerir que antes de hacer una compra es necesario indagar quién responde por el producto en Colombia y qué tan fácil es acceder a una reparación. Justamente por esa situación, desde el año 2019 Inmotion habilitó su taller, ubicado en el bloque 19 de EAFIT, para atender vehículos de otras empresas y marcas que lo requieran. Así es, cualquiera que requiera una reparación puede acudir allí.
La batería
Es, junto al motor, el implemento más costoso pero, aseguran los expertos, con prácticas sencillas pueden cumplir la vida útil que prometen, que suele ser entre 800 y 1000 ciclos de carga. Es decir, si se cargara todos los días, podría operar unos tres años, aunque ese tiempo depende de ciertas variables. Por eso es importante el cuidado que recomienda Alejandro Camargo Jaramillo, gerente general y cofundador de BAT’x, empresa que reutiliza baterías de iones de litio recuperadas de usos cotidianos para darles un nuevo ciclo de vida.
Alejandro, graduado de Ingeniería Física de EAFIT, explica que las baterías de las primeras bicicletas de pedaleo asistido que llegaron al país eran de plomo de ácido, que si se descargaban completamente se dañaban. Las actuales son de iones de litio y no sufren como las anteriores si se descargan del todo, pero, y aunque no hay una regla fija, no recomienda dejarlas descargar hasta cero.
Hay que tener claro que una batería siempre se estará acercando al fin de su vida útil, independientemente del uso que se le dé. No obstante, el ingeniero dice que entre dejarlas llegar a cero y mantenerlas al 100 por ciento lo menos malo es la segunda opción. Es decir, lo mejor es cargarla cada que se pueda.
¿Y qué decir sobre la contaminación? Por los elementos de los que están compuestas nunca una batería de estas se puede tirar a la basura. Tal como dicen en BAT’x, con el crecimiento del mercado también han llegado las estrategias y puntos en la ciudad para la disposición final de estos elementos. Ellos conocen del tema porque parte del material con el que trabajan les llega de esos puntos.
Encuentran, cuenta Alejandro Camargo, baterías con celdas en diferentes estados de deterioro, quizás no para desempeñarse en un vehículo, pero sí para otros usos. Dependiendo del nivel de desgaste se pueden utilizar para iluminación, almacenamiento de energía solar o eólica, o incluso volver ser eficiente para bicicletas. Uno de los clientes de la empresa es el profesor Carlos Eduardo López.
La reutilización y la buena disposición es una respuesta a quiénes les inquieta el asunto de la contaminación. En cuanto a la vida útil, están las recomendaciones como no dejarlas descargar del todo ni estar siempre utilizando la asistencia, se debe pedalear. Sobre el desempeño en las pendientes de la ciudad los que conocen dicen que la potencia adicional es suficiente. En cuanto a la seguridad de los desplazamientos, como dice Carlos Cadena, se requiere mayor infraestructura vial; tener buenos frenos y llantas, siguiendo la sugerencia de Carlos Eduardo López; y, recomienda Samuel Valderrama, luces atrás, adelante, en el casco “y manejar siempre en estado de alerta”.
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