Gozar de buena salud o padecerla no es algo exclusivo de las personas, también aplica para las finanzas. Tener claridad del presupuesto es un síntoma de finanzas personales sanas, esto es: conocer la cantidad de ingresos percibidos y a partir de allí planear los gastos. Si además se dedica un porcentaje al ahorro y la inversión, así sea pequeño, puede decirse que las finanzas están de maravilla. Si por el contrario se tienen más deudas de las que se pueden pagar, hay retraso en los impuestos, incremento de deudas, tarjetas de crédito rebosadas y gastos innecesarios, es momento de hacerle un chequeo a las finanzas, porque puede decirse que están enfermas.
Alejandra María Luján Jaramillo, jefe del pregrado en Finanzas de la Escuela de Finanzas Economía y Gobierno de EAFIT, explica que “para optimizar las finanzas es necesario definir una meta, establecer un presupuesto y hacerle seguimiento, revisar los costos y gastos periódicamente, ahorrar de manera constante y de ser posible invertir”.
Ahora, por más planeación que se haga durante el año, ¿qué pasa con la salud de las finanzas en la temporada decembrina? Si no se evita caer en los gastos excesivos propios de las festividades navideñas pueden reducirse las defensas en la cuenta bancaría, lo que pondrá en riesgo las finanzas. Evitar que esto suceda dependerá de las decisiones que se tomen.
En este sentido, Lina Marcela Cortés Durán, decana asociada de la Escuela de Finanzas Economía y Gobierno de EAFIT, recomienda que, en la época decembrina al igual que el resto del año, es necesario “tener muy claro cuáles son los ingresos y a partir de eso tener una correcta planeación de cuánto puedo gastar. Calcular los gastos del día a día, los gastos básicos personales o familiares, los servicios públicos, educación. Lo sano es que una persona o una familia, ojalá destine al menos el 20% del ingreso total al ahorro”.
Algunas alternativas para invertir los ingresos extras de fin de año
Sucede que algunas personas tienen el privilegio de recibir ingresos adicionales al final del año, las anheladas primas, recursos que pueden usarse de manera inteligente, no solo para darse gusticos o compartir regalos, sino para sanear finanzas o asegurar algunos gastos futuros a través del ahorro o la inversión.
Partiendo de la premisa de que la rentabilidad es el premio que el mercado otorga en todos los procesos de inversión, es una buena idea invertir parte del dinero extra, pues además de representar un ahorro, este puede incrementarse.
“A la hora de invertir existen productos tradicionales y no tradicionales, que se ajustan a los intereses y capacidad de riesgo de cada persona. En Colombia existen productos como el CDT para aquellos que desean algo un poco más estable. También se puede invertir en compra de acciones, divisas, bienes raíces y negocios digitales”, explica la profesora Alejandra Lujan.
Los inversionistas más conservadores podrán optar por inversiones tradicionales como los clásicos Certificados de Depósito a Término, conocidos como CDT, en los cuales las personas depositan una cantidad de dinero en una entidad financiera por un plazo determinado. También existen las acciones y los bonos, que no solo están reservadas para los grandes inversionistas, “hoy en día algunos fondos de inversión permiten que las personas naturales, o sea las personas que no son grandes inversionistas, puedan invertir montos pequeñitos. Ya no es como antes que uno tenía que comprar un paquete grande de acciones, sino que uno puede tener también participaciones pequeñas en empresas”, aclara la profesora Lina María Cortés.
Las inversiones no tradicionales o alternativas son activos financieros que no encajan en las categorías convencionales mencionadas anteriormente, las hay para invertir en capitales privados, infraestructura, propiedad inmobiliaria e incluso arte. También están los que operan en mercados públicos y privados, que invierten en activos tradicionales utilizando métodos que no lo son, como las ventas en corto y el apalancamiento. Las criptomonedas hacen parte de este grupo de inversiones.
Las inversiones alternativas se recomiendan a personas más arriesgadas que quieran hacer inversiones a largo plazo, pero es muy importante que lo hagan con apoyo de entidades confiables, pues la regulación todavía no es clara, como si lo es para las tradicionales.
Antes de decidir destinar un porcentaje de la prima de fin de año a un tipo de inversión, es necesario recibir asesoría profesional, no sea que las finanzas terminen en cuidados intensivos. Para evitar un dolor de cabeza económico, Lina María Cortés recomienda, “no invertir en activos que uno no conoce, o con inversionistas extraños que prometen rentabilidades gigantescas, porque cuando dicen que van a triplicar el dinero en cuestión de un mes lo más seguro es que lo van a engañar. Hay varias Fintech que se encargan de acompañar a los inversionistas y están emergiendo muchos asesores, lo importante es revisar bien que estas personas sean confiables”.
En conclusión, antes de tomar la decisión de invertir es necesario conjugar el verbo planear y tener claridad de los gastos fijos, como servicios, arriendo, salud, transporte, entretenimiento, entre otros. Con esto claro, se debe revisar qué presupuesto se puede destinar al pago de las deudas y la compra de regalos en navidad. Un propósito del año que viene, pero que se puede poner en práctica desde ya, es adquirir el hábito de reservar un monto para los gastos variables, esos que llegan sin avisar; y en la medida de lo posible reservar otro porcentaje al ahorro, que puede ser a través de las inversiones que se ajusten a las posibilidades de cada cual.
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