Hace más de 25 años que Juan Pablo Montoya Roldán juega rugby subacuático, una disciplina donde el trabajo en equipo es clave para los buenos resultados en un partido. Esa característica fue lo que más lo motivó a iniciar su formación en EAFIT. “Aquí te retan a estar actualizado y a trabajar en equipo todo el tiempo: como dicen, uno solo llega más rápido, pero acompañado llega más lejos”.
Con esta visión ha caminado por diferentes rutas laborales. Inició con Seguros Bolívar, continuó con la Cámara de Comercio de Pereira y con Camacol Risaralda, entre otras entidades. La pasión que le pone a cada acción, idea, proyecto y la que deja en los programas cívicos y la transformación del entorno lo llevaron a desempeñarse también como subsecretario de seguridad y convivencia ciudadana de la Alcaldía de Pereira.
Hoy es el líder de Prorisaralda desde donde trabaja por el desarrollo del territorio y por mejorar la calidad de vida de los habitantes de este departamento. “La responsabilidad más grande que tengo es poder unir y articular las voluntades del sector público y el sector privado para poder hacer equipo y trabajar en las iniciativas que fortalezcan la competitividad y el desarrollo de la región”, explica.
Así mismo, afirma que el sector gremial le ha posibilitado generar acciones orientadas a la suma de voluntades en pro de fines que apuntan a lo colectivo.
Y es que conectar conocimiento con territorio es fundamental para la vida profesional de Juan Pablo. Ese pensamiento lo desarrolló en EAFIT, una Universidad que él relaciona con la conexión, la transformación y, sobre todo, con la calidad. “En los distintos procesos académicos siempre me encontré con docentes muy competentes, siempre percibía lo actualizados que estaban en conocimientos, capacidades y competencias, y eso es muy satisfactorio para los estudiantes”, opina.
Ese aprendizaje constante y la excelencia académica lo motivaron a continuar su ciclo académico. “Desde que estaba en el colegio pensaba en estudiar en EAFIT, y Dios y la vida me dieron la oportunidad de hacer mis posgrados en esta U”.
Empezó con una especialización en Mercadeo y otra en Administración. “Cuando terminé vi que los créditos me sumaban para la maestría y tomé la decisión de iniciarla. Terminé este ciclo con gran satisfacción y me quedaron los mejores recuerdos y, por supuesto, los aprendizajes más importantes”.
“EAFIT está conectada con el mundo en conocimiento, la actualidad y la realidad. También con las dinámicas locales y regionales. Está siempre activa con las problemáticas sociales y quiere hacer parte de la solución”.
Los vínculos también se construyen en equipo
Cada vez que Juan Pablo viaja a Medellín hace una parada en el campus eafitense. “Es muy cercano, es amable, es muy verde. Aquí dan ganas de quedarse”.
Además de esa conexión física que tiene con la Universidad resalta la conexión que se construye día a día con los graduados. “Me gusta mucho que nos inviten siempre a renovar saberes, a hacer parte de charlas, conferencias, conversaciones. Es una Universidad que me inspira y siento muy cercana. Hay lugares por donde uno pasa y al final siempre se desconecta, sin embargo, aquí funciona al revés: es una universidad que es igual a un para siempre”.