Lo dicen empleadores de la ciudad, la región y el país: la formación del ser, las aptitudes personales, lo que conocemos como “ser persona” no solamente complementa a un profesional, lo catapulta.
Así lo expresaron varios de los encargados de áreas de talento y representantes de organizaciones en una reunión que tuvieron con la rectora Claudia Restrepo Montoya; Isabel Gómez Yepes, directora de Desarrollo Institucional y Vínculos; y otros líderes e integrantes de la Universidad.
Conexión con la familia y la sociedad; trabajar en el desarrollo y el crecimiento de las personas; que los profesionales sepan liderarse a sí mismos; potenciar mentalidad de crecimiento, salud mental, libertad y flexibilidad; enfoque en el emprendimiento y tolerancia a la frustración... En resumen, tener claridad sobre la importancia de la formación humanista en todos los profesionales.
Estas fueron otras de las recomendaciones que compartieron, en la reunión del 18 de mayo de 2022, algunos directores y jefes de áreas de talento humano de diferentes compañías, como Katalina Ramírez, de Kriterio; Juan Pablo Rodríguez, de Perficient; y Andrés Cadavid, de la Orquesta Filarmónica de Medellín.
El llamado que hacen los empleadores tiene sentido. Así lo considera Camilo Álvarez Lince, responsable de Conexión Talento y Empresas en Comfama, quien menciona que una de las razones para darle importancia a la formación del ser es que cuando un profesional tiene ciertas cualidades relacionadas con ese aspecto multiplica sus posibilidades de crecimiento.
“Las personas que se saben relacionar y son buenos líderes tienen los atributos para ellos mismos lograr crecer en todo lo demás. Estas habilidades permiten potenciar muchos campos, catapultan en el perfil y multiplican las posibilidades profesionales”, dice Camilo para precisar que justamente por eso en los procesos de selección las organizaciones están evaluando esas cualidades que reflejan el sentido humanista. “Si no las desarrollas te quedas en las etapas previas”, advierte Camilo, quien es magíster en Estudios Humanísticos de EAFIT.
Se trata de una relación gana-gana entre las compañías y las personas, como lo indica Carlos Mario Betancur Hurtado, jefe del Departamento de Organización y Gerencia. Este doctor en Ciencias de la Administración y experto en gestión humana señala que una organización es más humana en cuanto más permite y reconoce estas habilidades del ser y su importancia.
“Debe haber siempre un equilibrio entre las habilidades del saber, que son los estudios o la formación; las del hacer, que tiene que ver con la experiencia; y por supuesto con las del ser. Todo eso va a permitir un mejor ambiente de trabajo, el desarrollo de las personas más allá de la operación y, por ende, el crecimiento de las compañías. Por eso no solo son importantes, son necesarias”.
¿Cuáles son esas habilidades del sentido humano que se relacionan con el campo laboral?
Camilo Álvarez habla de por lo menos cinco que son homogéneas a un profesional de cualquier área: trabajo en equipo, comunicación efectiva, asertividad, inteligencia emocional y liderazgo. Si bien antes se priorizaban para los encargados de ciertas labores el responsable de Conexión Talento y Empresas en Comfama asegura que, por ejemplo, ahora es tan importante que el ingeniero de desarrollo de una organización pueda comunicarse efectivamente tanto como debe hacerlo alguien del área comercial de la organización.
Sobre la importancia de estas habilidades en una empresa, Mariana Restrepo Botero, directora ejecutiva en Marble Headhunter, manifiesta que en la actualidad muchos de los procesos de selección priorizan estas competencias del ser. “Al hablar con los ejecutivos y lo que buscan nos hemos dado cuenta ahora el potencial se mide en estas habilidades. Más que en la experiencia es en saber qué tienes para aportar al logro de los objetivos de la empresa”.
Y agrega que hoy en día se valoran más a los profesionales que conectan con la cultura y el propósito de las compañías desde sus motivaciones personales porque son esas personas las que tienen mayores posibilidades de seguir creciendo en estas.
Lo positivo, como continúa explicando Mariana, es que dichas habilidades se pueden trabajar y ayudar a desarrollar en las personas a través de actividades como el acompañamiento permanente, el feedback, la escucha activa o el entendimiento de las necesidades del otro, de los compañeros y de la misma organización.
Desde el punto de vista de Camilo Álvarez, si bien hace varios años se viene reflexionando sobre la importancia de las aptitudes personales del profesional, el asunto está diagnosticado, sin embargo, hay pocos avances en cómo afrontarlo. En la mayoría de los casos, explica, las organizaciones ofrecen cursos, generalmente cortos, que pretenden entregar fórmulas sobre cómo trabajar en equipo o comunicarse asertivamente, por ejemplo. Pero estas capacitaciones suelen quedarse cortas en efectividad.
En ese contexto, opina el directivo de Comfama, no se debería menospreciar el poder que tienen los líderes de las organizaciones para potenciar habilidades en sus colaboradores al ejercer mentorías que vayan más allá de lo técnico. Y si un profesional le preguntara cómo crecer en ese aspecto Camilo le recomendaría “la introspección y la observación porque observar cómo hacen y qué hacen otros que tienen esas habilidades es una escuela”, concluye.