Colombia está en el puesto 51. Antes aparecen países y naciones ricas y poderosas como Estados Unidos, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Holanda, pero también otros con un PIB similar o incluso menor como Kenia, Birmania, Sierra Leona, Argentina, Honduras, México y Venezuela. Todos por delante de nuestro país en el Índice Mundial de Filantropía 2022 (World Giving Index), que realiza la organización benéfica Charities Aid Foundation.
Lo primero que deberíamos extraer de estos datos es que en Colombia falta mucha labor pedagógica al respecto. Así lo considera Isabel Gómez Yepes, directora de Desarrollo Institucional y Vínculos de EAFIT, quien advierte que en nuestra sociedad persiste la idea de que para ser filántropo es necesario tener un alto poder adquisitivo. No es así.
Aunque el dinero es una de las maneras de donar asociadas a la filantropía, Isabel explica que el talento y el tiempo también son alternativas, lo que pone la posibilidad de ser filántropo al alcance de muchos. En Indonesia, por ejemplo, si bien la tasa de donación de dinero es la más alta del escalafón —ocho personas de cada diez donan dinero—, su quinto año consecutivo como el país más generoso del mundo se lo debe en gran parte a que seis de cada diez personas hacen voluntariado en tiempo. El top 10 de los países en los que más se dona tiempo lo completan Kenia, Sierra Leona, Zambia, Tayikistán, Filipinas, Estados Unidos, Sri Lanka, Jamaica y República Dominicana.
Además de confundir ser filántropo con ser rico, otro de los asuntos en los que se debe hacer pedagogía es en diferenciar frente a la caridad. Tal como explica María Clara Ceballos Arango, jefa de Filantropía EAFIT, mientras que la caridad busca aliviar una carencia o suplir una necesidad primaria (con una donación de un mercado, por ejemplo), la filantropía tiene la intención de generar grandes transformaciones en la sociedad, en el mediano o en el largo plazo.
Ahí es donde entra la educación como un vehículo válido y poderoso para la filantropía, y en el que se ha centrado el propósito de la Universidad en este asunto a través de campañas o eventos como Vamos Pa´lante o el Giving Day.
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Isabel y María Clara coinciden en que Vamos Pa’lante es un ejemplo de que altas sumas de dinero no son prerrequisito de filantropía. A partir de 8.000 pesos es posible vincularse a esta campaña que apoya a estudiantes de pregrado de segundo semestre en adelante que, a pesar de la calidad académica, están en riesgo de deserción por asuntos económicos.
Esta es la segunda ocasión en la que EAFIT se suma a esta iniciativa que estará recibiendo aportes hasta el 24 de diciembre y es liderada por la Universidad de los Andes y la W Radio, junto con otras cinco instituciones de educación superior (EAFIT, ICESI, Autónoma de Manizales, Tecnológica de Bolívar y Universidad de Ibagué), además del apoyo de Scotiabank, Colpatria y Almacenes Olímpica.
Aquí aparece la confianza como otro de los conceptos a fortalecer en el país. “Quienes se vinculan a campañas como Vamos Pa’lante tienen un acto de confianza con una persona que no conocen y que esperan haga muy buen uso de esa oportunidad”, dice Isabel Gómez.
Así también lo entiende Diana Zuluaga, quien agradece el gesto de “servir sin mirar a quién” que han tenido los donantes que, con sus aportes, le han brindado a su hija la posibilidad de continuar estudiando. Es, dice, como salvar a alguien en el sentido de permitirle continuar con el proyecto de vida que se ha trazado.
En este caso, cree Diana, la confianza de quienes donan va en dos sentidos. Uno en la persona que recibe el beneficio, en que en realidad lo necesita y lo aprovechará al máximo. Otro en las instituciones que, como EAFIT, sirven de puente para que los recursos recaudados se gestionen y direccionen de una manera eficiente.
En el caso de la Universidad, las donaciones que se reciben provienen en un 80 por ciento de organizaciones. La intención, no obstante, es seguir promoviendo la cultura filantrópica en las personas, y ese es el objetivo de eventos como Giving Day, una jornada de donaciones que la Institución realizará el próximo primero de noviembre por quinto año consecutivo con actividades virtuales y presenciales en el campus principal en Medellín.
Fiel a ese objetivo, explica María Clara Ceballos, Filantropía EAFIT no se traza metas en el Giving Day en cantidad de aportes, sino en el número de donantes. En la edición de 2021 fueron cerca de 400, en la de 2022 el objetivo es que sean cien personas más para aportar a la cultura filantrópica en Colombia y, así, a la transformación social.