Nunca le ha dicho que no. En las palabras de Hernán Marulanda siempre se pronuncian las posibilidades. Incluso cuando la pandemia por covid-19 lo llevó a cerrar sedes de su corporación, la que provee el ingreso familiar y la matrícula de la universidad de su hija María Alejandra. Aún en esos momentos en los que ella sin duda hubiera comprendido que le tocaría parar su formación, él no le dijo no, siempre habló con un sí.
Desde el principio, cuando ella estaba en el colegio y le anunció que quería estudiar en EAFIT, la motivó con un sí. Sabía que no sería fácil pagarle los semestres, pero la acompañó a que conociera el campus y cuando María Alejandra le confirmó que su deseo era estudiar Ciencias Políticas en la U, la respuesta fue el apoyo. Empezaron, con esfuerzo, pero empezaron. Y llegó la pandemia.
La Corporación Deportiva Futuro Antioquia tiene como objetivo la estimulación y formación deportiva a través del fútbol. Lo hace en sedes y canchas, muchas clausuradas o sin público por el confinamiento de la pandemia. Con menos estudiantes y la reducción de convenios con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales los ingresos familiares se redujeron. ¿Y la matrícula de María Alejandra?
Los dos primeros semestres los pagaron con mucho esfuerzo. De ahí para adelante todo se veía cuesta arriba. Hernán cuenta que el deseo de que su hija sea politóloga eafitense no es solo de ella. Es un anhelo familiar y cuando no fue posible sostener ese sueño con los ahorros y los préstamos les alcanzó con la fe.
María Alejandra acudió a las posibilidades de becas que ofrece la Universidad con recursos propios y gracias a varios aliados hasta que se encontró con la opción de Vamos Pa’lante, campaña que recauda fondos para apoyar a los estudiantes de pregrado que tienen en riesgo la continuidad de su formación por razones económicas.
En el formulario explicó su situación y adjuntó los documentos requeridos. En la comunicación que recibió después de Filantropía EAFIT se encontró con una respuesta como las que le da su padre, un sí. “Que no se ponga límites”, le dice él. Y con ese sí también le dieron “la tranquilidad de poder seguir estudiando, la paz para la familia”, expresa María Alejandra.
La filantropía de la que ahora se beneficia no es ajena en su grupo familiar. Hernán, desde la Corporación que creó hace 30 años, ha tenido como tradición ofrecer cupos a niños y jóvenes con escasos recursos económicos. También lo es para ella, quien ahora es una de las voluntarias de Filantropía EAFIT.
En ese voluntariado María Alejandra apoya actividades que promueven la filantropía para que más gente se vincule con Vamos Pa´lante, que tiene activa una campaña de recaudo hasta el 24 de diciembre. Esta es la segunda ocasión en la que EAFIT se suma a esta iniciativa liderada por la Universidad de los Andes y la W Radio, que cuenta con el apoyo de Scotiabank, Colpatria y Almacenes Olímpica y a la que también están vinculadas las universidades ICESI, Autónoma de Manizales, Tecnológica de Bolívar y Universidad de Ibagué.
En ese voluntariado María Alejandra se ha encontrado con que la filantropía no depende del tamaño del bolsillo y que cualquier aporte es valioso. Se lo comprueban otros estudiantes como Sofía, quien se acercó el pasado primero de noviembre a las carpas que instaló la Dirección de Desarrollo Institucional y Vínculos de EAFIT para realizar la jornada Giving Day, iniciativa que promueve la cultura filantrópica y en esta oportunidad, por segundo año consecutivo, destinó los recaudos a Vamos Pa’lante.
Sofía Leonor Osuna Estrada, también becada y estudiante del pregrado en Literatura, ha sido testigo de otras historias como las de María Alejandra en las que las ganas de ser profesional se comprimen por la escasez de dinero. Por eso dona. Por eso y porque lo ve como “una oportunidad de agradecer lo que ella ha recibido. Como cada peso hace la diferencia, no hay que ser el más privilegiado para donar”. Por eso volverá a donar y anima a vincularse a Vamos Pa’lante.
Todavía hay oportunidad de aportar a esta campaña. Va hasta el 24 de diciembre, dice María Clara Ceballos, jefa de Filantropía EAFIT, quien considera que esta es una buena época para pensar en ser solidarios y en devolver en parte el privilegio que se pueda gozar. “Es la oportunidad de ser parte de una iniciativa que transforma la vida de estudiantes y sus familias”.