El auge de la inteligencia artificial (IA) ha hecho populares diferentes herramientas que prometen mejorar la productividad de los profesionales. Según un estudio de 2023 del Boston Consulting Group y la Universidad de Harvard, se encontró que mediante el uso de inteligencia artificial generativa —aquella capaz de crear contenido nuevo como texto, imágenes, música, audio y videos— se puede ahorrar un 25 % del tiempo en la semana en la resolución de tareas.
Asimismo, destacan que profesionales con un bajo rendimiento dentro de una organización pueden incrementar su efectividad en un 43 % al hacer uso de estas tecnologías, mientras que personas con alto rendimiento pueden mejorar en un 17 %.
Nicolás Arbeláez, comunicador social y magíster en Comunicación Transmedia de la Universidad, es uno de los profesionales que está aprovechando la inteligencia artificial para la generación contenidos. Las usa para la edición y tareas complementarias, siempre como un apoyo. “Google tiene una reciente que se llama Labs Google que con muchos temas de locución, vídeo e imágenes. Suelo usar la inteligencia artificial de Canva, de Freepik. La verdad es que ayudan mucho”, dice.
No obstante, tal como explica José Alejandro Betancur Álvarez, director de Nodo EAFIT, estas herramientas “ayudan a ser más productivos en el día a día, pero cuando se usa de forma adecuada. En este estudio se hace una alerta de que hay gente que se puede ‘dormir en los laureles’ porque se acostumbran a preguntar todo y confiar en lo que dice sin ser verdad. No todo siempre va a ser cierto”, afirma.
Chatbots como ChatGPT Plus de OpenAI se basa en un modelo más amplio —GPT 4— que tiene la capacidad de responder mejor y apoyar en las tareas de una manera más rápida, además cuenta con la posibilidad de generar imágenes. Como advierte el directivo, las inteligencias artificiales generativas funcionan como “ese amigo que lo que no sabe, se lo inventa”, ya que en la versión gratuita de ChatGPT los datos se encuentran actualizados hasta 2022, mientras que en el nuevo modelo se acude a Bing (el buscador de Microsoft) para extraer la información actualizada, aunque esta puede ser incorrecta, como cualquier búsqueda en la web.
¿Cómo potenciar su uso?
La recomendación que hace el Director de Nodo frente a ChatGPT es aprovecharlo en lluvias de ideas, innovación creativa de productos y generación de nuevas propuestas, para así abrir caminos que no se han explorado en una organización, sin perder de vista las responsabilidades, aportes y criterios de las personas en este tipo de procesos.
Otro uso que se recomienda para las empresas, brindando los suficientes datos e información a ChatGPT, es simular entrevistas con usuarios para evaluar características de un producto y generar conversaciones que puedan ser de interés a cualquier tipo de industria o emprendimiento.
Si bien la escritura y edición de textos, junto con otras tareas, se han vuelto populares con la intervención de ChatGPT, el estudio en cuestión advierte sobre los riesgos para la creatividad y la diversidad colectiva de ideas, un asunto que requiere ser investigado a profundidad y que hace un llamado a mantener un rol activo en estas interacciones.
En ese mismo sentido, Nicolás Arbeláez también advierte el riesgo que implica crear contenidos cien por ciento en IA sin hacer curaduría. “Las inteligencias artificiales por sí solas no funcionan. Deberíamos tener en cuenta que son un apoyo, no un fin, porque si las usamos indiscriminadamente podemos tener problemas. El criterio siempre lo vamos a tener nosotros”, sostiene.
Cuestiones al pie de página
¿Qué hace la plataforma que estoy utilizando con los datos que le entrego?, ¿qué pasa con la privacidad?, ¿aplica algún tipo de sesgos en la toma de decisiones? Son preguntas que se deberían plantearse empleados u organizaciones que esté recurriendo a herramientas de inteligencia artificial.
Así lo plantea Carlos Andrés Salazar Martínez, doctor en Humanidades y profesor de la Escuela de Administración de EAFIT, quien advierte sobre los cuidados que se deben tener con herramientas que producen resultados que no deberían ser concluyentes o decisivos para los procesos de una organización.
“Definitivamente la inteligencia artificial es una herramienta muy interesante y desempeña un rol específico en cada uno de los campos del conocimiento, pero cada sector requiere levantar sus propias alertas con respecto a su utilización. De manera general se habla de la privacidad, la pérdida de autonomía, los sesgos cognitivos y los errores a los que puede conducir su uso masivos”, advierte el docente, quien invita a quienes utilizan esas aplicaciones a conocer los marcos éticos y regulatorios, así como a seguir un paso a paso de los compromisos que tiene el desarrollador con el usuario con respecto al uso de datos y políticas de seguridad.
Algunas sugerencias para mantener el diálogo digital con estas herramientas:
• Aprender a llevar la conversación: mantener el foco y saber hacer las preguntas para orientar el punto al que se quiere llegar. En este caso, la forma de la pregunta tiene una alta incidencia en las respuestas.
• Explicar el contexto, asignar un rol o definir un área de conocimiento puede ayudar a obtener mejores resultados.
• Comenzar por lo simple: es un proceso iterativo y de experimentación, se puede iniciar con indicaciones sencillas e ir agregando elementos al contexto.
• Brindar una instrucción: usar diferentes palabras clave para indicar qué se quiere como respuesta, incluso, definir un formato.
• Evitar la ambigüedad: la recomendación es ser claro, conciso y evitar términos muy especializados o acrónimos que pueden tener diversos significados.