Bibiana Andrea Moná Giraldo
Periodista Área de Información y Prensa de EAFIT
Una visión pluralista; la posibilidad de extender las fronteras del conocimiento en ámbitos locales, nacionales e internacionales; una fundamentación sólida que se soporta en la estructura del currículo y en la calidad de los docentes; las opciones de pasantía internacional y las distintas oportunidades investigativas fueron solo algunos de los motivos que le hicieron lucir con orgullo la toga y el birrete de EAFIT a Miriam Escobar Valencia, hoy egresada del doctorado en Administración, actual vicedecana de Investigaciones y Posgrados de la Facultad de Ciencias de la Administración de la Universidad del Valle, y quien, después de una larga trayectoria en alta dirección caleña, se enamoró de la academia.
Hoy, esta egresada puede decir que su decisión de estudiar en la Institución fue acertada, no solo porque pudo, como ella lo dice, reconocer realidades independientes e interrelacionadas, sino porque contó, a lo largo de su recorrido, con amplias redes académicas, con la oportunidad de viajar a México y con el apoyo institucional para el aprendizaje de una lengua extranjera.
Como ella, hoy son más de 25 egresados de este programa pionero en el país, que recibió en 2017, por parte del Ministerio de Educación Nacional (MEN), la Acreditación en alta calidad por una vigencia de seis años, gracias a su productividad académica y a su proyección internacional, logro que lo convierte en el primer doctorado de EAFIT y
el primero de Colombia en su área en obtener este aval.
Juan Luis Mejía Arango, rector de la Institución, dice que este reconocimiento entrega un mensaje a la sociedad sobre el compromiso que tiene EAFIT con la calidad, pues, hasta la fecha, el ciento por ciento de los pregrados acreditables están acreditados, se ha avanzado mucho en maestrías y se sometió al doctorado –cuando cumplió con los requisitos– a la Acreditación.
A la fecha, el ciento por ciento de los pregrados acreditables están acreditados, se ha avanzado mucho en maestrías y se sometió al doctorado —cuando cumplió con los requisitos— a la Acreditación.
“Hoy podemos dar un parte de orgullo por tener el primer doctorado acreditado en Administración del país, gracias a la convicción que existe en la Universidad de que, en los procesos de autoevaluación, que conducen a la acreditación, reside la esencia del mejoramiento permanente, y la búsqueda de la calidad y de la excelencia”, así lo cree el Rector.
Según Manuel Acevedo Jaramillo, decano de la Escuela de Administración, se trata, también, de una validación a los aportes que ha hecho este posgrado a la academia colombiana, en parte porque sus egresados ocupan funciones de liderazgo no solo en el sector académico, sino también en el oficial. “En cuanto al primero, hoy varias personas se desempeñan como directores de programas de posgrados y directores de investigación en universidades de diferente tamaño en toda la geografía nacional, y esto valida la pertinencia del conocimiento que se imparte en EAFIT”, opina el directivo.
Así mismo, el Decano complementa que este logro es un elemento fundamental de cara a las otras acreditaciones que está buscando esa unidad institucional, entre estas la acreditación internacional de Aacsb.
Pero este resultado, en palabras de Claudia Patricia Álvarez Barrera, coordinadora del doctorado en Administración, trasciende la meta misma y la satisfacción de saber que todo se ha hecho bien. “Recibir la acreditación también significa que la apuesta de ir más allá debe continuar y, por eso, el compromiso es el de hacer una revisión permanente de nuestra labor, pues ahora estamos formando a quiénes se van a graduar en cuatro años y, para ese momento, el país será distinto, las necesidades de investigación cambiarán y la misma Escuela de Administración será diferente”, comenta.
Claudia señala que lo solicitado por el MEN es la excusa para hacer una autoevaluación constante, a partir de los asuntos que la Escuela de Administración está viviendo y teniendo siempre presente lo que el país y el mundo necesitan.
Con una mirada en retrospectiva, lo alcanzado hasta el momento es el punto de partida para lo que viene. La planta profesoral y su formación, los grupos de investigación y su clasificación en Colciencias, la productividad académica, la consolidación y la proyección internacional, las instalaciones y la infraestructura donde se ofrece el programa, así como su prestigio dentro de la comunidad académica son algunas de las fortalezas que resaltó el Ministerio a través de la resolución 11248 del 2 de junio de 2017.
El reconocimiento es, además, una certificación al aporte a la producción científica que hace este posgrado, tal como expresa Ricardo Uribe Marín, jefe del Departamento de Organización y Gerencia de EAFIT –dependencia a la que está adscrito el programa–, y quien ratifica que el fortalecimiento de los procesos investigativos, la cualificación de los docentes, y la cantidad y calidad de las publicaciones fueron claves para los conceptos del CNA.
“Es una garantía para quienes están estudiando, a los graduados y a los que se graduarán, de que se cumple con los estándares de calidad en el ámbito nacional y se cuenta con reflexiones en el internacional que trazan el desarrollo del programa asegurando su vigencia, pertinencia y calidad”, dice Manuel Acevedo al referirse a la relevancia que puede tener esta acreditación para un programa con la tradición y el prestigio que tiene el doctorado.
Y la tiene, pues en escenarios internacionales como el Academy of Management, evento que se realizó en Atlanta (Estados Unidos) en 2017, se comprobó que el programa eafitense va por buen camino. De esto puede dar cuenta Jorge Iván Vélez Castiblanco, miembro del Comité Doctoral, quien asistió en representación de EAFIT.
Él participó en el Second Annual Professional Development Workshop on Doctoral Programs in Management in Latin America, encuentro derivado del anterior y en el que se congregaron universidades de Chile, Perú, México y Argentina, entre otras. Allí la idea fue la de facilitar las sinergias entre académicos, encaminadas al desarrollo y evolución de programas de doctorado en administración para que estos avancen en soluciones concretas frente a sus desafíos.
El reconocimiento es, además, una certificación al aporte a la producción científica que hace este posgrado.
Una historia que nació con EAFIT
Este aval obtenido por el doctorado en Administración es un reconocimiento a la historia y trayectoria de la Universidad en este terreno del saber, y que se remonta a 1960 cuando se sentaron las bases de EAFIT con la apertura de la Escuela de Administración y Finanzas. La Institución creó, también, la primera maestría en Administración y luego, en 2005, se ofreció el primer doctorado en Administración, el primero del país en su área.
“El doctorado es un referente en el medio porque fuimos el primero y, aunque fue difícil comenzar porque en ese momento la investigación se atribuía más a las ciencias duras y no se consideraba que la administración fuera un tema a investigar, se abrió camino y se demostró que esta área del saber tiene problemáticas por resolver, y que existen fundamentos teóricos y asuntos metodológicos por revisar”, asegura la coordinadora del doctorado.
La idea de crear este posgrado en la Universidad fue de Rodrigo Muñoz Grisales, uno de sus docentes, mientras estudiaba en Montreal. Allí empezó con el proyecto de creación de un doctorado en Colombia y una maestría
científica pues, en ese momento, no había ninguna en el país.
Este proceso inició en 1991, en cooperación con el Grupo de Estudios Humanismo y Gestión de la École de Hautes Études Commerciales (HEC) de Montreal, pero fue en 1999 cuando EAFIT abrió sus puertas a la maestría y, seis años después, se creó el doctorado.
¿Y el proceso de acreditación? Comenzó hace varios años. Fue en 2015 cuando se hizo la autoevaluación y en 2016 se recibió la visita de los pares del CNA, quienes comprobaron que lo estipulado en los informes estaba acorde con la realidad.
Ernesto Barrera Duque, quien se convirtió, en 2009, en el primer egresado del doctorado en Administración de EAFIT, ve esta meta alcanzada como un privilegio que lo hace sentirse orgulloso y convencido de la importancia de que el programa continúe creciendo en la calidad y cantidad de estudiantes y egresados.
“Los egresados participamos en este proceso de Acreditación. Estuve presente en la visita de los pares evaluadores hablando de mi desempeño actual como egresado, tanto en la academia como en mi trabajo directivo práctico con empresas, de mis publicaciones y de su impacto en el contexto colombiano. Junto a mis compañeros coincidimos en que hemos progresado, gracias al doctorado, en cuatro frentes profesionales: en el trabajo académico, en el trabajo gerencial, en nuestro prestigio y en la remuneración”, comenta Ernesto, director de acreditaciones internacionales y profesor asociado de tiempo completo de Inalde Business School.
Y es que lograr estar cada vez mejor cualificado es uno de los objetivos que persiguen los alumnos del doctorado, quienes reciben de este programa, además de una fundamentación humanista –una de sus principales características–, una postura crítica frente a la administración.
“El doctorado desarrolla las competencias investigativas para que estas personas extiendan las fronteras del conocimiento, desde lo teórico y lo metodológico. Y, como derivación de este gran objetivo, podría llegarse a brindar soluciones a problemas de las empresas, alcanzar un impacto social o a hacer consultoría, entre otras actividades, pero lo más importante es entender que esas fronteras no se dan en el vacío, siempre hay un grupo de expertos en un tema específico al que contarle que hay conocimiento nuevo para esta área del saber”, aduce Claudia Álvarez.
Rodrigo Muñoz, quien tuvo a cargo su coordinación durante una década, cree que el principal reto es sostener la visión pluralista, con buenos fundamentos, pero abordando áreas de espacialidad como finanzas, mercadeo y negociones internacionales.
Vienen más retos
El profesor Ricardo Uribe cree que lo más importante –más allá de obtener el aval– ha sido desarrollar planes de mejoramiento que llevan al programa a aumentar su calidad, pues el proceso de acreditación también ha servido para identificar nuevos retos para este programa.
Entre esos desafíos está, según Claudia Álvarez, mantener el mismo rigor en la producción científica y no perder el contexto local mientras se busca una mirada internacional más amplia para aportar más al conocimiento mundial, tener mayor movilidad y tesis en inglés, por ejemplo.
Rodrigo Muñoz, quien tuvo a cargo su coordinación durante una década, cree que el principal reto es sostener la visión pluralista, con buenos fundamentos, pero abordando áreas de espacialidad como finanzas, mercadeo y negociones internacionales.
Además, una nueva meta se suma a este logro. Se trata de la renovación del registro calificado del programa, lo que implica reformar el currículo. “Queremos aprovechar el concepto del CNA y renovar el registro calificado y aquí la tarea es volver a repensarnos; analizar el perfil del aspirante, del estudiante y del egresado; detenernos en el plan de estudios y mirar cómo podemos articular la docencia, la investigación y la dirección de tesis”, confirma Claudia Álvarez.
Esa búsqueda por mejorar también contempla la necesidad de buscar las estrategias adecuadas para manejar la deserción, que es una de las dificultades que afrontan los programas doctorales, pues, según datos del Ministerio de Educación Nacional, la tasa de deserción de quienes estudian un doctorado está en el 34 por ciento para instituciones privadas y en el 21 por ciento para planteles oficiales.
En administración, específicamente, la cifra llega al 26 por ciento. “Eso significa que una de cada cuatro personas no termina el doctorado y entonces la pregunta es: ¿cómo enfrentar esa problemática para que la deserción sea cada vez menor?”, cuestiona la coordinadora.
De otro lado, se vienen cambios en la Escuela de Administración de la Institución que conducen a que los intereses y las formas de hacer investigación se amplíen pues, si bien el doctorado hace parte del Departamento de Organización y Gerencia, la idea es que todos los departamentos de la escuela tengan proyección en este programa y, a su vez, este se nutra de esas otras áreas de conocimiento como negocios internacionales, mercadeo y contaduría.
Sin embargo, este camino ya viene recorriéndose, dado que ese enfoque multidisciplinar del doctorado, en relación con la administración y las distintas ciencias sociales, ya lo perciben como un valor diferenciador los alumnos y los egresados que, como Miriam Escobar, dan cuenta de esta intención.
“Estar acreditados abre las puertas para homologaciones nacionales e internacionales posteriores que consolidarán la calidad del programa, en torno a su vigencia, rigor y pertinencia social”, señala la vicedecana de Investigaciones y Posgrados de la Facultad de Ciencias de la Administración de la Universidad del Valle.
Entre esas acreditaciones está la de Aacsb, tanto de la Escuela de Administración como de la Escuela de Economía y Finanzas, que juntas conforman una gran escuela de negocios.
Otros programas acreditados
EAFIT cuenta en la actualidad con 23 programas acreditados que incluyen 17 de sus pregrados y cinco maestrías: en Ciencias de la Administración, en Ciencias de la Tierra, en Finanzas, en Matemática Aplicada y en Ingeniería. Todos los pregrados de EAFIT susceptibles de estar acreditados cuentan con este aval.
Además de Administración, EAFIT ofrece cinco doctorados más: en Ciencias de la Tierra, en Economía, en Humanidades, en Ingeniería, y en Ingeniería Matemática.